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miércoles, 27 de febrero de 2013

Por pedir que nos digan la verdad, me quieren crucificar


Historia de un Chavista

Por Nelson Jesús Lanz Fuentes, 26/02/2013
No hay nada más peligroso para los mentirosos de un gobierno que la verdad. No hay nada más sano para un pueblo que esta sea dicha por los que los gobiernan. Con y para la verdad vivimos los seres humanos. Con la mentira viven los interesados en ocultarla para hacerle daño a un colectivo o a una persona para saciar sus apetitos personales. La mentira como dicen tiene piernas cortas y nunca llega muy lejos ya que la verdad siempre se conoce cuando ese colectivo o esa persona se decide a solicitarla.

En mi anterior artículo, yo simplemente solicite que se nos diga la verdad sobre la enfermedad del presidente Chávez, eso bastó para que los revolucionarios de "orilla" quieran crucificarme. Yo jamás pensé que hubiera tantos disociados en las filas chavistas como los hay en la oposición. Al fin entendí aquel viejo refrán. "El hábito no hace al monje" O sea un carnet del PSUV o una franela rojita no hace que alguien sea revolucionario. Me temo que dentro de las filas de ese partido existan miles, pero miles de ellos. Pero aquí vivimos y aquí seguimos, y mientras yo viva (si los que me quieren crucificar me lo permiten) yo trataré de seguir escribiendo única y exclusivamente para crear conciencia en el pueblo y no para complacer a alguien o para quedar bien con el gobierno. Si hago lo contrario, si merecería la crucifixión del pueblo trabajador y honrado que es el único que al fin y al cabo a quien yo le rendiría cuenta.

Solo un necio o un interesado puede negar que los archivos secretos que tiene el alto gobierno sobre la enfermedad del presidente, son algo extraños. Son tan extraños como los comunicados del MPPC que cada día da una versión diferente. Por lo tanto es lógico pensar que no nos quieren decir la verdad. Que Diosdado y Maduro están jugando a la papa caliente con el pueblo que ve como la oposición que si no juega con nada ni con nadie, le está secando las tripas de hambre y de ansiedad. Yo no se que estarán pensando estos dos caballeros, pero si no resuelven esta sensación de vacío que se han creado en la mayoría de un pueblo que solo quiere ver a su presidente para poder avanzar, la papa les quemará las manos y no podrán agarrar el toro de la verdad por los cachos, porque esta los podrá cornear.

Solicitar que el presidente nos hable aunque sea dos minutos por la TV no es ser miserable como lo dice el amigo Nicmer Evans porque sería forzar una situación que atentaría contra el buen desarrollo del tratamiento de Chávez. Este criterio es bastante ridículo porque uno podría decir que los que están atentando contra ese tratamiento y la salud del presidente son Diosdado, Maduro y todo el tren ministerial. Porque si dos minutos en televisión atenta contra ese tratamiento, que se puede decir de estar cinco horas hablando y escribiendo con el tren ministerial. Si el presidente está enfermo, complicado y convaleciente ¿Entonces por qué carajo lo tienen cinco horas hablando, dando órdenes y escribiendo? Una de dos: O, el presidente está capacitado para asumir de forma inmediata la presidencia o todo lo dicho por Maduro y Diosdado forma parte de un juego de ajedrez donde ambos están moviendo sus piezas para ver quién se queda con el poder, donde los únicos sacrificados como siempre serán los peones.

Los errores en la política son costosos y siempre se pagan. La verdad está a punto de salir a flote. No podrán seguir manteniéndola hundida en las aguas de la ignorancia, del fanatismo y del oportunismo. Ella: la verdad cuando se sepa (será pronto) pondrá a más de uno a temblar y definitivamente se caerán las caretas de quienes están usando la revolución como negocios y a la patria solamente para manosearla.

A mí me quieren crucificar, pero a Chávez hace tiempo lo crucificaron la ineficiencia, la mediocridad y los burocracia del gobierno. Los que hicieron de él un Dios para luego valerse de su amor y de su fe. Los que sabiendo que estaba enfermo, no hicieron nada para que reposara. Los que lo adulaban para esconder su fracaso. Los que lo engañaban para esconder su mala gestión. Todos, todos ellos crucificaron a Chávez. Son los mismos que ahora nos mienten en forma descarada. Los mismos que siempre han querido un chavismo sin Chávez. Son los mismos que se mantienen en en el poder gracias a la cooptación y a una oposición que no quiere entender que en la oscuridad solo trabaja el crimen y que este nunca paga.

kabanayen@hotmail.com

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