Por Miguel González
Marregot, 24/02/2013
Todo parece indicar que, las elecciones municipales venezolanas se realizarán en medio de una fuerte crisis política; producto de la creciente incertidumbre sobre la salud del Presidente Chávez y sus posibilidades de retorno o no, al ejercicio de la Primera Magistratura y, por ende, sobre la probabilidad cercana de convocar necesariamente a unos nuevos comicios presidenciales y, también por las consecuencias del ajuste cambiario de la paridad bolívar-dólar (estadounidense) implementado por la administración de Nicolás Maduro.
La realización de las elecciones municipales constituye un proceso complejo. Por la cantidad de cargos a elegir de distinta naturaleza (bien sea ejecutiva o legislativa); por su carácter mixta pues incluye la elección nominal y por lista cerrada de candidatos y, por corresponder al ámbito político-territorial como lo es el municipal, que posee distintos niveles de desarrollo institucional, económico y social. Cabe agregar, que hay diversos tipos de municipios tales como: el urbano, el rural y/o el fronterizo. Por último, debe destacarse que los municipios gozan de autonomía y personalidad jurídica propia.
En el contexto anterior, el próximo 14 de Julio de 2013 se estarían eligiendo mediante sufragio directo, universal y secreto de 2.792 cargos; de los cuales 2.455 corresponden a concejales y 337 a alcaldes (2 de ellos metropolitanos). 1.680 concejales serían electos de manera uninominal en 726 circuitos electorales; mientras 686 concejales irían por lista cerrada. Además, a la minoría indígena le corresponderían 69 concejales. La distribución de los ediles por municipio se fundamenta en la población que tenga cada una de esas entidades político-territoriales; según la estimación poblacional del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), al 31 de Julio de 2013.
Los municipios son la base territorial de la República y poseen sus competencias claramente establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en su marco legal específico como lo es la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM) y en complemento con otras leyes. El ejercicio del poder municipal se realiza, a través de cuatro funciones; a saber: la ejecutiva, perteneciente a los alcaldes o alcaldesas; la deliberante correspondiente al Concejo Municipal; la de planificación ejercida por medio del Consejo Local de Planificación Pública (CLPP) y la función contralora de la Contraloría Municipal. La gestión de gobierno local debe basarse y promover la participación ciudadana.
El bloque opositor articulado en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) eligió el 12 de Febrero de 2012 sus candidatos a alcaldes, en un proceso de primarias; quedando pendiente para ahora la selección de candidatos a los cargos de concejales para lo cual se elaboró recientemente un reglamento que ya ha generado polémica entre las organizaciones políticas más pequeñas. El bloque oficialista por su lado, emprenderá la realización de elecciones primarias los primeros días del mes de abril para selección de sus candidatos a las alcaldías y a los concejos municipales en un proceso interno, que desde ya ha traído señalamientos sobre ventajismo y parcialización.
Cabe señalar que, estas elecciones se realizarán en un marco de serias restricciones y amenazas a la institucionalidad municipal. Por ejemplo, la elección de las Juntas Parroquiales fue omitida por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Al respecto es bueno recordar que, la Asamblea Nacional en el año 2010 -en una decisión histórica e inconstitucional-, eliminó el derecho a la elección directa universal y secreta de la Juntas Parroquiales; mediante la reforma de la LOPPM y lo sustituyó, por mecanismos de elección asamblearia de segundo y tercer grado.
Además, esa misma reforma legal restringió la autonomía de gestión municipal al supeditarla al sistema nacional de planificación centralizado. Por si fuera poco, la reforma de al LOPPM incluyó dentro del municipio a las denominadas "comunas" como entidades locales especiales con la particularidad que se encuentran exceptuadas de las ordenanzas locales; pero con derecho al acceso a los recursos de inversión municipal. Frente al municipio venezolano se yergue la propuesta oficialista del Estado comunal que persigue su eliminación. Pero quizás la mayor amenaza para nuestros municipios sea la indiferencia ciudadana que se traduzca en apatía y abstención, cercana al 60%, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
¿Cómo quedará la correlación de fuerzas ideológico-políticas después de los comicios municipales? El oficialismo acude con ventaja: casi el 75% de los municipios venezolanos están ya controlados por el PSUV y, además está la red política-comunitaria que brindan los consejos comunales. ¿Pero afectará la incertidumbre presidencial los resultados electorales locales? ¿O podrán los factores democráticos continuar su avance relativo y traducir su votación obtenida en procesos anteriores en una cantidad de importante de alcaldes y concejales?
miguelgonzalezmarregot@yahoo.com.ve
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