Joaquín Villalobos 26 de febrero de 2013
En estrategia política no hay peores
errores que subvalorar al adversario, creerse la propaganda propia y presentar
los deseos como realidades. Venezuela es el corazón de la polarización
continental, sin embargo, luego de 14 años de Gobierno y 14 victorias
electorales indiscutibles, es más importante entender lo que está pasando que
hacer juicios sobre quienes son los buenos o los malos. Solo un cambio en la
correlación de fuerzas interna puede revertir el deterioro democrático, nadie
va a intervenir en el país y las condenas sirven para casi nada. Por encima de
tomar partido lo central ahora es saber si Venezuela seguirá igual, empeorará o
comenzará a cambiar positivamente.
Al igual que las cóleras de los
cubanos de la Florida le dieron más de medio siglo de vida política a Fidel, la
fortaleza del fenómeno político Chávez es consecuencia de los errores de la
oposición. Usaron primero el último recurso, el golpe de Estado, para luego
caminar en una estrategia invertida que del golpe regresó a las elecciones,
pasando por huelga, protestas, referendo, denuncias de fraude y retiro de las
elecciones, para luego regresar a estas ya diezmados. Siguieron un proceso
perfecto de desacumulación de fuerzas en el que perdieron espacios de poder e
influencia en las Fuerzas Armadas, la empresa de Petróleos de Venezuela, la
Corte Suprema de Justicia, el Consejo Nacional Electoral y la Asamblea
Nacional. De esto nació la actual capacidad del régimen de manipular leyes e
instituciones a su antojo. Ahora, luego de cientos de miles de millones de
dólares invertidos en políticas sociales, sin duda existe más pueblo con el
chavismo que con la oposición.
Algunos piensan que con la muerte de
Chávez, el régimen y el partido que ha construido se debilitarán y dividirán y
que una crisis económica derrumbará finalmente al Gobierno. Sin embargo, la
realidad pareciera ir en sentido contrario, la muerte del caudillo fortalecerá
al movimiento y al régimen. Como lo dijo uno de sus seguidores: “Chávez pasará
a la mitología de los altares callejeros”, probablemente con tanta fuerza como
el “Che Guevara”. No existe en la izquierda un santo que haya repartido tantos
cheques a tantos. Su muerte temprana lo hará sobrevivir a las consecuencias de
su ineficiente Gobierno.
Es un error sobrevaluar los conflictos
de poder que la transición traerá al interior del Partido Socialista Unificado
de Venezuela (PSUV). Es más frágil la unidad de los opositores sin poder que la
de los chavistas con el poder. Los militares disfrutan de mucha autoridad
dentro del régimen, por tanto, es difícil que se vuelvan oposición. Sin
embargo, en combinación con el chavismo rico seguirán siendo la principal
contención a una mayor radicalización. Lo más probable es que los militares se
moverán entre la indiferencia y la defensa de un régimen que los beneficia.
Un factor
clave para el apoyo popular ha sido la reorientación de los beneficios del
petróleo hacia políticas sociales
Ganar un tercer periodo con el
candidato enfermo, en medio de inflación, escasez, ineficiencia y miles de
homicidios, evidencian que se trata de un fenómeno político mucho más complejo.
La gravedad de estos problemas habrían provocado la derrota electoral de
cualquier coalición gobernante en condiciones normales y esto no puede
explicarse solo por desigualdad en la competencia. La fuerza del chavismo no
está en la eficacia para gobernar, sino en que el régimen cambió la orientación
de los beneficios de la renta petrolera. Antes esta se distribuía más hacia
arriba que hacia abajo. Chávez abrió espacios de inclusión social a los más
pobres, generó oportunidades de enriquecimiento a nuevas élites y proporcionó a
estos sectores identidad política y poder. Esto ha cambiado a Venezuela para
siempre.
En 1991 el FSLN de Nicaragua obtuvo el
40% de la votación en medio de una guerra contrarrevolucionaria apoyada por
Estados Unidos; de una devaluación que obligó a imprimir billetes de 10
millones de córdobas, de una escasez superior a la de Venezuela y sin contar
con petróleo. Una de las fortalezas del sandinismo fue un paquete de arroz,
frijoles y azúcar que recibían los nicaragüenses pobres. Los procesos de inclusión,
generación de nuevas élites y construcción de identidad política son algo más
que “populismo”, responden de forma distinta en una competencia electoral,
resisten las crisis económicas y su desgaste es lento. Sin duda el chavismo va
a agotarse, pero no de inmediato.
Enmendar el error de haber destruido
los partidos y atomizado el sistema político será complicado. La oposición está
compuesta ahora por más de 70 organizaciones y tomará tiempo convertir esta
ensalada política en al menos dos partidos fuertes. El PSUV es y seguirá siendo
la fuerza hegemónica en el país, aun si perdiese el Gobierno. El futuro de
Venezuela depende ahora más de lo que pase en el chavismo que de lo que haga la
oposición. Sin embargo, es difícil que se produzca una mayor radicalización; no
hace sentido que los cubanos, que tienen tanta influencia en el país, apoyen la
construcción del modelo “revolucionario” que ellos están desmantelando. Por
otro lado, en ausencia del caudillo la preservación de la unidad entre chavismo
rico y chavismo ideológico requiere de pragmatismo y cambios graduales, no
importa si persiste la retórica extremista. La Revolución Bolivariana no tiene
ningún futuro, pero el chavismo llegó para quedarse.
El País de España
Joaquín Villalobos fue guerrillero salvadoreño y es
consultor para la resolución de conflictos internacionales.
Victorias indiscutibles? estaremos viendo y analizando al mismo escenario politico? Discutibilidad es lo que han tenido todas esas victorias!! Con fotos y testigos de la quema de boletas elecotrales por mandato del CNE y vehiculos militares destruyendolas . Con ese CNE totalmente desfigurado , la violacion total de las circunscripciones elecotrales por la llamada ley salamandra , donde gano mas quien fue menos votado eso es victoria indiscutible? Definitivamente amigo , hay que reanalizar y revalorar el articulo!
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