El reto de Barinas, por @Rafaelvelozg

Rafael Veloz García 08 de diciembre de 2021

@Rafaelvelozg

Como un hecho sin precedentes en la historia de Venezuela se puede calificar lo sucedido con el proceso electoral regional en Barinas desde el pasado 21 de noviembre hasta la fecha. Primero, el candidato opositor de la Unidad, Freddy Superlano, ganó las elecciones a la gobernación de la entidad, al superar en la votación al candidato del chavismo Argenis Chávez, con todo y las trampas y piedras que le pusieron en el camino. Pero antes de que se produjera la proclamación, los militares del Plan República retuvieron las actas por 8 días, con el fin supuestamente de traerlas a Caracas. A la postre el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) del régimen, en claro desconocimiento al Consejo Nacional Electoral (CNE), sentenció de manera írrita la noche del 29 de noviembre que los comicios deben repetirse el venidero 9 de enero de 2022 y así lo ordenó al CNE, porque Superlano estaba inhabilitado. Lo cierto es que el propio Nicolás Maduro había indultado al dirigente político de Voluntad Popular de Barinas y por ello fue que pudo postularse al cargo. Toda esta irregular situación se presentó ante el largo y cómplice silencio del CNE.

Pero no todo queda allí. La Unidad designó entonces a Aurora Silva de Superlano como su candidata a gobernadora de Barinas para el evento electoral del 9 de enero de 2022 y casi de inmediato es inhabilitada de manera inconstitucional por la Contraloría General de la República (CGR), encabezada por Elvis Amoroso, quien fue nombrado para el cargo por la espuria y desaparecida asamblea nacional constituyente del régimen en 2018.

Posteriormente y en vista de lo anterior, se perfilaba como candidato el diputado a la legítima Asamblea Nacional electa en 2015, Julio César Reyes, pero el lunes de esta semana también resultó inhabilitado igualmente por la CGR. Al final, en horas de la noche del mismo día, ya era oficial de que en definitiva el candidato por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para la Gobernación de Barinas será Sergio Garrido, quien por cierto fue electo diputado al Consejo Legislativo de ese estado el pasado 21 de noviembre.

Desde esa fecha y los días siguientes han servido para mostrar a los venezolanos y al mundo que en nuestro país no existen condiciones electorales, una verdad que no se ha cansado de decir el Presidente (E) de Venezuela, Juan Guaidó.

Los poderes públicos, a excepción de la legítima Asamblea Nacional electa en 2015, están por completo subordinados al régimen, así como otras instituciones del Estado, incluida la Fuerza Armada Nacional, por lo que se prestan a cualquier ilícito ordenado por el usurpador Nicolás Maduro, para pisotear a los ciudadanos a la hora de expresar su voluntad por la vía electoral y para conculcar los derechos políticos que tienen los venezolanos, en clara violación a lo que expresa la Constitución de la República.

De esto se percató la misión de observación de la Unión Europea para las elecciones regionales del 21N, la cual no se quedó callada y en sus conclusiones preliminares tras el evento electoral, sin haberse producido aún el desaguisado de Barinas, resaltó precisamente “la inhabilitación política arbitraria de candidatos de la oposición”, así como la “falta de independencia judicial y el irrespeto al estado de derecho”, que “afectaron desfavorablemente a la igualdad de condiciones”, dijo Isabel Santos, jefa de la misión.

El régimen terminaría expulsando a la misión observadora de la Unión Europea el 3 de diciembre, por denunciar las irregularidades cometidas el 21N. Maduro incluso acuso de espías a sus integrantes.

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En otras palabras, el régimen de Maduro agrega más argumentos políticos y jurídicos en su contra al ya largo, oscuro y antidemocrático expediente de su gestión, con claras manifestaciones de totalitarismo dictatorial, expresadas en sus acciones delictivas electorales, con el empleo del TSJ, el CNE, la CGR, la Fiscalía General de la República, así como la Procuraduría y su ilegítima AN, organismos a los que hay que sumar los llamados alacranes, aquellos que se vendieron sin importarles el sufrimiento del pueblo para servir a los intereses de la tiranía. No estamos sorprendidos en lo absoluto por lo que ha sucedido con Barinas, porque conocemos muy bien el talante criminal del régimen y de las atrocidades que puede cometer contra el imperio de la ley y los ciudadanos, con el único fin de enquistarse en el poder.

Voluntad Popular nació en dictadura y al cumplirse en estos días su duodécimo aniversario, tiempo que ha sido de dura lucha y sin pausas, reiteramos que todos nuestros esfuerzos seguirán colocados sin miedo en la arena política por la democracia de Venezuela y la de Barinas, donde se ha violentado una vez más el estado de derecho y la voluntad soberana de ese valiente pueblo, que hoy representa al país en general.

El reto que tienen por delante los barineses es muy grande, pero deben saber que no están solos. Bien lo dijo el Presidente (E) de Venezuela, Juan Guaidó en su reciente visita a Barinas, cuando expresó que hay que unirse a ellos “en la defensa de su decisión irrevocable de cambiar las cosas”.

“La lucha por condiciones también es esto, es no rendirse, es defender la voluntad de la mayoría hasta el final, es no claudicar ni abandonar cuando la dictadura golpea. Hoy Barinas demuestra la fuerza de la mayoría decidida a luchar, pero también llama a la reflexión de la dirigencia. No solo se trata de lograr condiciones, sino de tener una estrategia para defender los votos de esa mayoría que se exprese, y hoy queda en evidencia que no existe”, alertó el mandatario legítimo de Venezuela.

Barinas, sin duda, nos trajo más que fuerza y esperanza… Nos trajo la luz que servirá para iluminar el camino construido con base en el Acuerdo de Salvación Nacional, que nos conducirá a las elecciones presidenciales y a la Asamblea Nacional libres, justas y verificables, que nos permitan de una vez por todas recuperar la democracia y la libertad.

Gritemos unidos a viva voz, ¡Barinas se respeta!

Rafael Veloz García

@Rafaelvelozg