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domingo, 6 de enero de 2013

CUBA INTENTA GOBERNAR A VENEZUELA A TRAVÉS DE NICOLÁS MADURO (artículos)



Thaelman Urgelles

El viaje de Diosdado Cabello a La Habana y su retorno al país, “hermanado” con Nicolás Maduro, revela que fue en esa capital donde se negoció y decidió la política a seguir por parte del partido de gobierno ante la inminente vacante temporal o absoluta del presidente. Según declara Maduro al llegar a Venezuela, ambos juraron lealtad a Chávez y unidad a todo evento ante las circunstancias políticas venideras. No aclaró si fue el propio Chávez quien les tomó el juramento o el testimonio fue prestado ante la presencia inconciente del líder. Conocido el modo retorcido como se manejan esos asuntos en la Cuba castrista y legitimados por el hermetismo con el que se ha manejado todo el tema, es lícito suponer el siguiente relato:

Superado por la implacable oposición de Diosdado y la poderosa alianza antimadurista en el seno del partido y el gobierno, Nicolás se fue a refugiar durante 4 días a La Habana, centro de poder del cual emana toda su opción de hacer valer el legado testamentario de Chávez. Allí se apertrechó tras la cama hospitalaria del líder y del irrestricto apoyo del régimen cubano, expresado claramente en la entrevista que le hizo la TV cubana y transmitieron Telesur y los medios “públicos”. Desde allí ejercieron una enorme presión sobre Cabello para obligarlo a viajar a la isla, un viaje que el contendor militar no tuvo ningunas ganas de hacer, incluso porque representaba un grave riesgo para su seguridad personal.

¿Qué pudieron negociar en La Habana Maduro y Cabello y quién arbitró sus encuentros? De lo negociado conoceremos una primera parte este sábado, en la sesión de la Asamblea Nacional donde se elegirá su directiva; y la segunda parte el 10 de enero, cuando veremos el galimatías constitucional, jurídico y político con el que se nos presentarán, bajo la alcahueta sombra del TSJ. Sobre quién arbitró la negociación, no nos cabe la menor duda de que se trató de Raúl Castro, y quién sabe si el mismo Fidel, pero en ningún caso el presidente, quien a todas luces está impedido de ejercer tal tarea. Aunque prestó sin duda una fuerte referencia moral.

En fin, del mismo modo en que se decidían en Washington, y bajo la tutela del gobierno norteamericano, los destinos latinoamericanos durante las primeras décadas del siglo 20, el destino de Venezuela lo intentan decidir estos “soberanistas y bolivarianos” de hoy, con la tutela de los sátrapas que tanta infelicidad y violencia han sembrado en Cuba y América Latina durante 54 años. ¿Cómo llamar a esto sino traición a la patria? ¿O solo es traición abrigarse bajo la tutela norteamericana?

Esta escandalosa renuncia de la soberanía nacional no puede pasar por debajo de la mesa en las graves circunstancias políticas e institucionales que se nos avecinan. Ella deberá ocupar un espacio privilegiado en el mensaje de la Venezuela democrática, representada dignamente por la MUD y por el candidato que nos encabece en la inminente elección presidencial de 2013. Entre otras escogencias, los venezolanos tendremos que decidir si nuestros destinos se continuarán definiendo en Caracas, capital de la República Bolivariana de Venezuela, o en La Habana, epicentro de una corrupta tiranía en vías de extinción.



¿Cuál  independencia?

Editorial de la revista  Analítica – 

No sigamos siendo ciegos, sordos y mudos, no podemos aceptar que se imponga el acuerdo o el consenso de La Habana que sería no solo una violación más a nuestra Constitución, sino lo que es aún más grave la confirmación de la pérdida de nuestra soberanía como nación independiente
¿ Cómo podemos vanagloriarnos de ser una nación independiente, cuando las decisiones fundamentales  sobre nuestro futuro se toman en La Habana?

¿ Acaso hemos perdido la dignidad al tener nuestro futuro indisolublemente ligado al de Cuba?

¿ Por qué las decisiones prioritarias de la cúpula chavista tiene que ser tomadas junto a Raúl  Castro y Ramiro Valdés?

¿ El pueblo venezolano acaso votó por ser una provincia cubana y adoptar el comunismo particular de las isla caribeña?

Es obvio que con el eufemismo de una presunta ausencia temporal del Presidente Chávez, se le están concediendo al chavismo 180 días de prorroga antes de proceder a convocar a nuevas elecciones presidenciales. Y a todas estas con el manejo descarado de la desinformación sobre la naturaleza de la enfermedad  del Presidente, pretenden  los servicios de inteligencia cubanos  generar trampitas para desacreditar a la MUD.

No sigamos siendo ciegos, sordos y mudos, no podemos aceptar que se imponga el acuerdo o el consenso de La Habana que sería no solo una violación más a nuestra Constitución, sino lo que es aún más grave la confirmación de la pérdida de nuestra soberanía como nación independiente.

Callar es aceptar y nos impondrán un régimen fantoche como el que los alemanes impusieron en la II Guerra Mundial  en Francia con el llamado gobierno de Vichy presidido por el Mariscal Petain.

A Venezuela le costó mucho su independencia para que ahora tengamos que depender de una gerontocracia cubana decadente. Hagamos letra viva las gloriosas estrofas de nuestro Himno Nacional

El acuerdo de La Habana.

Juán Fernández Dorrego  (Tal Cual)

Golpe de efecto en horas críticas en Venezuela con la cumbre junto a Hugo Chávez en el CIMEQ de las tres corrientes del chavismo –el poder petrolero, el político y el militar–. Los cubanos se jactan de haber sellado en La Habana el pacto definitivo que habían reclamado a Hugo Chávez desde hace meses.

Muera Hugo Chávez o quede inhabilitado –pudiendo permanecer en Cuba– Fidel y Raúl Castro, y las figuras claves del Partido Comunista de Cuba, lograron sellar el Pacto de La Habana que orilla a la oposición de la Mesa de la Unidad Democrática y desactiva debates y forcejeos en la Asamblea Nacional En Caracas en lo que es un varapalo político a la historia republicana de Venezuela y su independencia y autonomía como país.
En la cumbre de La Habana –desvelada por el propio Maduro a su regreso a Venezuela– han participado  el propio Maduro; el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello (jefe de filas del ala militar del chavismo); el hermano del presidente, exembajador en La Habana y actual gobernador de Barinas, Adán Chávez; el presidente de PDVSA, Rafael Ramírez; y el yerno del presidente y ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, uno de los muñidores para los cubanos de la reunión.

Cuba logrA así –según el análisis a Hechos de Hoy de medios diplomáticos en La Habana– el pacto entre las diferentes familias del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV).
El pacto supondría, si Chávez es incapaz de jurar su cargo el 10 de enero, el nombramiento de Diosdado Cabello como presidente interino, y la convocatoria de elecciones con el apoyo cerrado del chavismo a Nicolás Maduro.

A su regreso a Venezuela, el propio Maduro confirmó que estuvo cinco días en La Habana al comparecer junto al ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo; y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

En un acto en la planta de producción de Café Fama de América, en La Yaguara, en Caracas -transmitido por la televisión pública, Venezolana de Televisión (VTV), Maduro criticó con dureza al secretario general de la Mesa de la Unidad, Ramón Guillermo Aveledo, por difundir “campañas malsanas” en las redes sociales sobre la salud de Hugo Chávez.
Negó ocultar información y acusó a la oposición de “necrofílica” por tener “malos deseos” pidiendo respeto para el presidente. Maduro volvió a insistir en que está “en manos de los mejores especialistas que aman a Chávez” señalando además que “está consciente de todas las circunstancias complejas y está consciente de la batalla que está dando”.
A la vez negó que haya división en la dirección del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) apuntando que tanto él como Diosdado Cabello son leales al presidente Chávez y no mantienen diferencias.

Asimismo Maduro confirmó el encuentro en Cuba, junto a Chávez, de él mismo con Diosdado Cabello y Rafael Ramírez negando que haya crisis, vacío o transición.
“Aquí hay una sola transición y empezó hace unos 6 años y la decretó el presidente Chávez, una economía en transición al socialismo”, sentenció Maduro. Las palabras de Maduro ratificaron el Pacto de La Habana, la respuesta urgente buscada por Cuba al clima explosivo en una candente Caracas por el secretismo en torno a Chávez.

La esposa del presidente de Uruguay, José Mujica, la senadora Lucía Topolansky, reflejó la atención e incertidumbre que existe en América Latina al afirmar que su marido está preocupado por la salud de Chávez, que es "muy delicada y bastante imprevisible".

El presidente Hugo Chávez se encuentra secuestrado en Cuba

Antonio Ledezma –

El alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, denunció que el presidente Hugo Chávez se encuentra “secuestrado en Cuba”. En ese sentido, insistió en que los venezolanos tienen derecho a saber cuál es su verdadero estado de salud

“Yo ratifico mi posición. Como venezolanos, tenemos derecho a saber cuál es la verdadera situación del Presidente (…) Hugo Chávez Frías es el presidente de todos los venezolanos y en este momento, el presidente de nuestro país está en manos del Gobierno cubano desde hace más de 18 meses”, comentó.

Igualmente, indicó que “el Presidente está prácticamente secuestrado por un gobierno extranjero”.

“Ya basta de que le falten el respeto a los venezolanos. Y siento que se le ha venido mintiendo a los venezolanos y se ha jugado incluso con la buena fe de los seguidores y los familiares de Hugo Chávez”, afirmó.

“En Venezuela no sabemos dónde estamos parados. Le duela a Diosdado Cabello, se moleste el señor Maduro, vengan a gritar, a saltar, a protestar con adjetivos, con epítetos que no deberían estar boca de quienes tienen una responsabilidad tan importante”, resaltó.

Según indicó, los funcionarios del Gobierno “vienen a insultar, a agredir, cuando el papel de estos señores debería ser el de promover el diálogo para buscarles salidas a los problemas que tiene el país”.

Insistió: “Estos señores deberían estar llamando al diálogo y no venir aquí después de recibir instrucciones en Cuba, porque las están recibiendo y lo que queremos precisar es quién está dando las instrucciones, porque según el último boletín del ministro Villegas, el Presidente está en una situación crítica de salud. El propio Nicolás Maduro las veces que ha hablado, ha dicho que el presidente le tocó la mano, que lo vio, pero ¿quién da las instrucciones? ¿Las da Raúl Castro? ¿En manos de quién está el gobierno de Venezuela? Y lo digo porque este es un problema de dignidad, a mí me da vergüenza que nos estén dirigiendo desde Cuba, como si nos estuvieran dirigiendo desde Washington, desde Bogotá o desde Brasil, nosotros somos un país que tiene soberanía, un país independiente y yo lo que pido es respeto para la dignidad de los venezolanos”.

Con respecto a la posibilidad de viajar a Cuba, Ledezma aseguró que es necesario para salir de dudas en cuanto al verdadero estado de salud del Primer Mandatario. “Está planteado que vaya una comisión plural de parlamentarios, políticos y médicos especialistas solventes que constaten el estado de salud del presidente Chávez. Lo que no podemos seguir tolerando es que al Presidente de la República lo tengan secuestrado en un país extranjero. Recibimos informaciones contrapuestas todo el tiempo, boletines contradictorios del gobierno donde dicen que el presidente se levantó, caminó y luego dos horas después dicen que el Presidente está en una situación crítica y que hay que prepararse para lo peor. Respeten al pueblo y a los familiares. Ya basta”, puntualizó

¿Por qué qué Nicolás Maduro es el hombre de los Castro?

José Emilio Castellanos-  

La ausencia de liderazgo y su condición de activista incondicional, hicieron de Nicolás Maduro el “escogido” para una probable sucesión presidencial, que bien podría ser temporal, por sus limitaciones y la crisis en el seno del “chavismo sin Chávez”

La relación de Nicolás Moro con la Cuba de los hermanos Castro nació décadas antes de la aparición del teniente coronel Hugo Chávez en el escenario político y, cuando éste da sus primeros pasos, lo hace vinculado a un movimiento político distinto al que tenia Maduro como militancia. El primer paso firme del comandante (trato dado en Venezuela a los teniente coronel de las Fuerzas Armadas) fue la reunión que efectuara, junto con otros de sus compañeros, algunos de ellos fallecidos, con el entonces jefe guerrillero Ali Araque Rodriguez, “Comandante Fausto”, en el frente guerrillero que operaba en Yatacuy. Todos eran militares activos.

La historia de Nicolás Maduro Moro venía vinculada a otro grupo guerrillero, derivado del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y este, a su vez, de Acción Democrática.

Tras una expulsión del liceo donde estudiaba en Caracas, se incopora a los grupos encapuchados que operaban desde laq Universidad Central de Venezuela, para posteriormente ser enviado a La Habana a unos cursos de formación en lo que costituyen las escuelas de cuadro del Partido Comunista.

A su regreso, su ingreso al Metro de Caracas no obedecía a una actividad laboral, sino a un plan político para penetrar los dindicatos de servicios básicos, en éste caso, transporte. Serían los llamados “topos” que permitirían los sucesos del Caracazo y posteriormente la entrada de un grupo de militares que se preparaban para tomar el poder por la via del golpe de estado.

Una característica de quienes a nivel popular se han opuesto al régimen militar-civil de Chávez ha sido la banalizción: la verruga de Chávez, Maduro chofer de autobús, Aristóbulo negro, dejando de lado el análisis y sus respuestas. Como contrapartida, el régimen ha mantenido el hermetismo y la contrainformación, ésta última de manera copiosa, unida a los “trapos rojos” que suele lanzar, con cierto éxito, porque logra distraer la atención.

Quién es Nicolás Maduro, el anónimo dirigente sindical del Metro de Caracas, chofer de unidades autobuseras, que de pronto asciende a parlamentario, presidente de la Asamblea Nacional, Canciller y Vicepresidente de Venezuela?

Nicolás Maduro Moros nació el 23 de noviembre de 1962 en Caracas, hijo de un activista de la IV República, de su mismo nombre. En la década de los 70 es expulsado del liceo  y comienza sus vínculos con grupos que reunían en la  Ciudad Universitaria, desde donde surgían los enfrentamientos con la policía, dirigidos por organizaciones que se venian radicalizando, derivadas de otras que habpian tenido su origen en las divisiones de Acción Democrática, que dieron nacimiento al Movimiento de Izquierda Revoluionaria (MIR), al grupo ARS, y al Movimiento Electoral del Pueblo (MEP).

 Nicolás Maduro comienza a militar en una de las facciones derivadas del MIR, se diría que nieta de Acción Democrática, caracterizada por su base programática marxista-leninista-maoista, la Liga Socialista, y su brazo armado, Organización Revolucionaria, la cual reunía a ex presidentes de la Federación de Centros Universitarios de la UCV y dirigentes juveniles que habían combatida la dictadura de Marcos Pérez Jimenez dentro de AD, entre ellos Carmelo Laborit, Julio Escalona, David Nieves, Marcos Gómez, Fernando Soto Rojas, Orlando Yajure y Jorge Rodríguez (padre), asesinado por la Disip, quién en su juventud había sido secretario privado de Carlos Andrés Pérez en el Táchira, graduado para ese momento en una escuela normal, pasando luego al MIR en Lara y Caracas, donde fue dirigente universitario hasta el nacimiento de la Liga Socialista y OR.

Nicolás Maduro se incorpora a los grupos radicales de la UCV, que acababan de copiar de los grupos de guerrilla urbana de El Salvador el uso de las capuchas para ocultar el rostro (los llamados encapuchados), y allí alcanza la presidencia de la federación de estudiantes de educación media de Caracas. En una penetración de la Disip el gobierno obtuvo unas fotos de algunos “encapuchados sin las capuchas”, y en declaraciones a la prensa anunciaba que los encapuchados serían juzgados con aplicación de la desaparecida Ley de Vagos y Maleantes.

La Liga Socialista logra luego un acuerdo para enviar a La Habana a un reducido grupo de activistas, a recibir entrenamiento y formación político-militar, encontrándose entre ellos Nicolás Maduro. No resalta como dirigente pero si como un “cuadro” de acción, que luego pasará al activismo sindical al lograr si incorporación al Metro de Caracas, donde fue conocido por su permanente ausencia bajo la figura de “reposo laboral”, que obtenía a través de un médico de apellido Simonovis, en la Policlinica de la urbanización Coche.

Una característica han sido sus permanentes contradicciones personales, su escasa capacidad discursiva, a la que se suma la torpeza de sus constates ataques con los cuales resta en vez de sumar, y su baja preparación intelectual. Sus estudios se han resumido al curso de la escuela de cuadros del partido comunista de Cuba y, como nueva contradicción, algunos cursos de sindicalismo que incluyen uno en la UNTAL (Universidad de los Trabajadores de América Latina), de la Democracia Cristiana, que funcionaba en San Antonio de los Altos, donde paradójicamente dio clases el ex alcalde Juan Barreto.

En sus discursos Maduro ha invocado por igual a la figuras de los hermanos Castro, Sai Baba, José Gregorio Hernández,  la Reina Maria Lionza, Jesucristo, lo que retrata con claridad su “lucidez ideológica”

 Tras el golpe militar de 1992 centra su actividad en los movimientos que clamaban por la libertad de los militares golpistas, con apoyo de sectores que iban desde la llamada extrema derecha hasta la extrema izquierda, comunicadores sociales y medios de comunicación,  y es su víncnulo afectivo, con una abogada ex-sumariadora de la Policia Técnica Judicial, Cilia Flores, la vía que le permite llegar al “Comandante prisionero”, el inicio de una historia que hoy está en su punto culminante.

La presencia fantasmal de los hermanos Castro

Trino Márquez
@tmarquezc

Desde hace catorce años Venezuela se convirtió en una colonia de Cuba. Caso insólito, probablemente único en la historia del colonialismo mundial. Por primera vez un país con posibilidades de convertirse en potencia regional, se transforma en satélite de una nación arruinada, que después de 54 años de revolución no produce ni siquiera jabón, que importa 70% de los alimentos que consume y cuyos trabajadores perciben  un salario mensual cercano a 30 dólares. Según el PNUD, ese ingreso se encuentra muy por debajo de la línea de pobreza. A esa paupérrima nación el gobierno venezolano se ha subordinado hasta el punto de permitir que el Presidente haya sido, en los hechos, secuestrado, y que las decisiones políticas más importantes  las adopten los tiranos que la dominan desde hace más de cinco décadas. Que se sepa,  nunca antes un país había financiado y endiosado a su opresor. Hoy Cuba cuenta con un ejército de ocupación en el territorio nacional.

Los secretos de la enfermedad del mandatario venezolano solo los conocen  los Castro, mientras en Venezuela únicamente circulan rumores y se escuchan esos mensajes cifrados, incompletos y confusos que leen el Vicepresidente, el Ministro de Información y  el Ministro de Ciencia y Tecnología, designado para actuar como lazarillo del gobernante enfermo.  Nicolás Maduro fue nombrado sucesor de Hugo Chávez con la anuencia de los hermanos Castro. En estos momentos se discute allí la transición y se firma una especie de armisticio entre Maduro y Cabello, uno delfín de Chávez, quien ha construido su base de poder a partir de su lealtad incondicional al caudillo; el otro, hombre ambicioso que basa su fortaleza en la red que ha formado dentro del PSUV, el Ejército y varios grupos económicos.

Los hermanos Castro se aprovecharon de la idolatría adolescente que el mandatario venezolano siente por Fidel para retenerlo y teledirigir desde Cuba los destinos de Venezuela. Está claro que les interesa el petróleo. De los cien mil barriles que PDVSA les envía todos los días depende la sobrevivencia de una revolución caduca y sin ángel, que no sabemos con cuánto apoyo popular cuenta porque desde que los comunistas se instalaron en La Habana, nunca se han realizado elecciones libres con la participación de distintos partidos que representen diversas opciones ideológicas. La tiranía aplastó a los adversarios e incluso a la disidencia que en algún momento se gestó dentro de las filas del Partido Comunista Cubano. Los partidos están proscritos y la Constitución prohíbe cualquier tipo de oposición al régimen comunista.

La “isla de la felicidad” se mantiene herméticamente controlada por el poderoso y terrorífico aparato de  seguridad levantado por los déspotas.

La presencia invasiva  de los hermanos Castro ha sido uno de los signos más ominosos del irrespeto permanente al que se ha visto sometida Venezuela desde 1999. La enfermedad de Chávez ha servido para mostrar el grado de vasallaje del régimen ante los Castro. Bajo su conducción se trató el cáncer en la isla antillana con los resultados que estamos viendo. Los informes iniciales que se conocen muestran  que la primera operación fue un fracaso total. Los médicos antillanos se equivocaron en el diagnóstico y en la terapia. Intervinieron al paciente contra todas las recomendaciones sugeridas por los especialistas de mayor experiencia. Luego vinieron las otras tres operaciones que apenas lograron aliviar lo que la primera había descompuesto o maltratado.

Todos los magnicidios inventados por Chávez para desviar la atención de los problemas nacionales y concentrar la mirada en su figura, fueron puras quimeras. Lo que sí resultó cierto fue que la  impericia de las manos de los galenos cubanos le provocaron un daño que parece irreparable, Esta herida los hermanos Castro tratarán de disimularla. La labor de ocultamiento no se agotará en maquillar el verdadero estado de salud del comandante ingenuo. Ahora intentarán impedir que su medicina aparezca como responsable del desastre creado.


La presencia fantasmal de los Castro ha sido catastrófica. ¿Hasta cuándo la permitiremos?

El Cautivo

Ruth Capriles

Maquiavelo advirtió que un soberano que pusiera su seguridad en manos de 
mercenarios moriría por espada de mercenario. Lo que quizá nunca imaginó ese estudioso del poder es que algún soberano de la historia universal pudiese no sólo poner la seguridad de una nación en manos de mercenarios sino entregarles su propio cuerpo e ir voluntariamente a morir entre extranjeros.

Cautivo 

El caso de Venezuela es insólito y no tiene explicación posible sino una torcida psicología. Por propia voluntad, el Presidente de Venezuela es cautivo de un poder extranjero que lo ha utilizado y probablemente conducido a la muerte por inexperticia y explotación. 
Podría sentirse lástima si no fuera porque ha destruido a Venezuela y porque con su inexplicable sumisión a un gobernante extranjero rindió y entregó el país.

Venezuela tiene que levantarse frente al dominio cubano y de los mampuestos que pretenden permanecer en el poder y continuar la explotación de una imagen delirante.

La soberanía reside en el pueblo pero no es libre una nación que no exige el respeto debido a su tierra y a sus ciudadanos.

Traición 

Estamos en presencia de la más terrible traición a la patria que pueda imaginarse: se ha entregado el petróleo y todos los recursos productivos del país; se ha poblado la tierra, como política de Estado, con todo tipo de inmigrantes ilegales que han desplazado a los nacionales en todos los oficios y empresas; se han construido hospitales, escuelas, carreteras, en otros países mientras Venezuela está en ruinas; finalmente se ha entregado el mismo gobernante a otra nación.

Si no quedan políticos ni militares dignos que nos defiendan, tendremos los ciudadanos que elevar el clamor de una patria digna. Basta ya de este bochorno. 

Tomado de: http://polisfmires.blogspot.com/2013/01/cuba-gobernara-venezuela-traves-de.html

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