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martes, 8 de enero de 2013

El binomio buchipluma



Por Eddie Ramírez, 05/01/2013

Maduro y Cabello son típicos ejemplares buchiplumas. Es decir que ¨prometen y no cumplen que se las echan de algo sin poder hacerlo, insignificantes, que dicen cosas sin valor o sin sustancia¨. Escoja el lector la acepción del diccionario que le parezca más cercana al patético binomio.

Hasta hace poco habían mantenido un lenguaje menos arrabalero. Nicolás, aunque no está maduro para ocupar la cartera de Relaciones Exteriores y mucho menos la presidencia, casi llegó a expresarse como el inefable Chaderton. Diosdado casi se creyó un regalo de Dios y asumía actitudes de gerente de sus tiempos de Conatel.

Ahora se volvieron agresivos, descalificadores y amenazantes. Sin duda la metamorfosis ha sido mucho más compleja que la de otros animales. De personas más o menos comunes, aunque con más defectos y carencias que virtudes y conocimientos, se transformaron inicialmente en reptiles, desplazándose rodilla en tierra. Es decir arrodillados, sumisos ante el capataz mayor. Ante las dificultades que atraviesa su antiguo jefe, cambiaron su adulancia hacia el cubiche Raúl. Este cambio, además de ser oportunista es traición a la patria. Inevitablemente viene a la memoria la palabra apátridas.

La penúltima transformación fue consecuencia de la necesidad de ganar puntos con el dictador isleño. Cada uno inventa nuevos insultos para demostrar que son más revolucionarios que el Ché y Fidel. Por ello insultan y amenazan. No toman en cuenta que el panorama cambió y por ello deberán experimentar una última transformación. Necesitan recordar la inexorable máxima de la naturaleza de que quien no se adapta desaparece. Ya no está el chivo mayor con su indudable capacidad de engatusar. El binomio buchipluma tendrá que entender que no le queda otra opción que declarar la ausencia absoluta y convocar a elección como contempla la Constitución. Pero eso no será suficiente. Deberán aceptar que hay una sociedad indoblegable que no seguirá tolerando los atropellos al estado de derecho. Para sobrevivir tienen que conversar con los actuales dirigentes de la alternativa democrática para llegar a acuerdos mínimos sin menoscabo de los puntos de vista de cada quien. Podrán continuar con sus ideas trasnochadas de Socialismo Siglo XXI, pero no podrán imponerlas. Parafraseando al binomio podemos advertirles ¡No se equivoquen! ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!


Eddie Ramírez es miembro de Gente del Petróleo

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