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sábado, 5 de enero de 2013

¿Revolución Agroindustrial?


Por Jesús Alexis González, 03/01/2013

El gobierno venezolano, aprobó el X PLAN EXCEPCIONAL PARA EL ABASTECIMIENTO DE ALIMENTOS DE LA CESTA BÁSICA, MATERIA PRIMA PARA LA ELABORACIÓN DE ALIMENTOS Y OTROS PRODUCTOS AGROALIMENTARIOS DE PRIMERA NECESIDAD PARA EL AÑO 2013; publicado en la Gaceta Oficial No 40.059 del 27/11/2012, donde se contempla adquirir cuatro millones novecientos veintiséis mil doscientos veinte toneladas métricas (4.926.220 TM) de productos agroalimentarios.

Entre los productos que se planifica comprar, destacan: arroz, pastas alimenticias, harina de maíz, leguminosas, aceite, carne, pollo, pavo, leche, aceitunas, bebidas achocolatadas, pasas, frutas, verduras: entre otros.

Cabe destacar, que las compras gubernamentales 2012 (expresadas en Toneladas Métricas) se estructuró fundamentalmente en función a los siguientes rubros:

260.000 TM de carne (equivalente al 52% de la demanda nacional);
220.000 TM de leche en polvo (equivalente al 60% de la demanda nacional);
100.000 TM de pollo (equivalente al 8% de la demanda nacional);
500.000 TM de arroz (equivalente al 38% de la demanda nacional);
2.400.000 TM de maíz blanco y amarillo (equivalente al 65% de la demanda  nacional).
380.000 TM de aceites vegetales (equivalente al 90% de la demanda nacional;
80.000 TM de caraotas (equivalente al 90% de la demanda nacional); y
800.000 Quintales de café (equivalente al 50% de la demanda nacional).

Las cifras anteriores, son una muestra incontrovertible de nuestra agricultura de puertos, a la luz de un total de importaciones 2012 por un monto de $56.000 millones (20,4% más que en 2011), y de un presupuesto contenido en el X Plan de Abastecimiento en comento por un monto de Bs 30.038.911.089,00; de cuyo total, el 33,61% será ejecutado por PDVAL, S.A. en aras de efectuar compras internacionales.

Esta realidad emana, habida cuenta de la actual inelasticidad de la oferta del aparato productivo nacional, inducida tanto por el cierre (ante el cerco ideológico de la “Revolución”) y expropiación de empresas (hoy ineficientes), como por la imposibilidad de competir con el precio de los productos importados, ante la sobrevaluación que experimenta nuestro signo monetario (superior al 110%), lo cual impulsa (a pesar de lo indeseable) a comprar en el extranjero en un escenario más ventajoso en precios y obvias ganancias .

Nos resulta pertinente destacar, que esta economía de puertos es asumida (groseramente) por el Estado, como una temeraria “política anti-inflacionaria”, a costa de sacrificar el empleo de los factores de la producción nacional. La situación en referencia, sumada al sostenimiento del nivel de gasto público  para mantener la condición de “Estado Empresario Revolucionario”, a la escasez de divisas, pago de la deuda, insuficiencia de renta  nacional, déficit fiscal y al comprometido flujo de caja de PDVSA, coloca a Venezuela, sin duda alguna, en torno a una devaluación (lineal, parcial, encubierta, diferencial u otra modalidad) con todos sus comprometedores efectos tal como el encarecimiento de las importaciones.

Ha de añadirse a esta ya inestable situación, lo relativo al Sistema Económico Comunal que el gobierno aspira instaurar como nueva forma de producción, distribución y consumo, apuntalado por el  Poder Popular.

En fin, podemos afirmar: aún no hemos visto nada¡¡¡¡¡.

@jagp611

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