Por Jesús Alexis González, 03/01/2013
El gobierno venezolano, aprobó el X
PLAN EXCEPCIONAL PARA EL ABASTECIMIENTO DE ALIMENTOS DE LA CESTA BÁSICA,
MATERIA PRIMA PARA LA ELABORACIÓN DE ALIMENTOS Y OTROS PRODUCTOS AGROALIMENTARIOS
DE PRIMERA NECESIDAD PARA EL AÑO 2013; publicado en la Gaceta Oficial No
40.059 del 27/11/2012, donde se contempla adquirir cuatro millones novecientos veintiséis mil doscientos veinte toneladas
métricas (4.926.220 TM) de productos agroalimentarios.
Entre los productos que se planifica comprar, destacan: arroz, pastas
alimenticias, harina de maíz, leguminosas, aceite, carne, pollo, pavo, leche,
aceitunas, bebidas achocolatadas, pasas, frutas, verduras: entre otros.
Cabe
destacar, que las compras gubernamentales 2012 (expresadas en Toneladas
Métricas) se estructuró fundamentalmente en función a los siguientes rubros:
260.000
TM de carne (equivalente al 52% de la demanda nacional);
220.000
TM de leche en polvo (equivalente al
60% de la demanda nacional);
100.000
TM de pollo (equivalente al 8% de la demanda nacional);
500.000
TM de arroz (equivalente al 38% de la demanda nacional);
2.400.000
TM de maíz blanco y amarillo (equivalente
al 65% de la demanda nacional).
380.000
TM de aceites vegetales (equivalente
al 90% de la demanda nacional;
80.000
TM de caraotas (equivalente al 90% de la demanda nacional); y
800.000 Quintales de café (equivalente
al 50% de la demanda nacional).
Las cifras anteriores, son una muestra incontrovertible de nuestra agricultura de puertos, a la luz de un
total de importaciones 2012 por un monto de $56.000 millones (20,4% más que en 2011), y de un presupuesto
contenido en el X Plan de Abastecimiento en comento por un monto de Bs 30.038.911.089,00; de cuyo total, el
33,61% será ejecutado por PDVAL, S.A. en
aras de efectuar compras internacionales.
Esta realidad emana, habida cuenta de la actual inelasticidad de la
oferta del aparato productivo nacional, inducida tanto por el cierre (ante el
cerco ideológico de la “Revolución”) y expropiación de empresas (hoy
ineficientes), como por la imposibilidad de competir con el precio de los
productos importados, ante la sobrevaluación que experimenta nuestro signo
monetario (superior al 110%), lo
cual impulsa (a pesar de lo indeseable) a comprar en el extranjero en un
escenario más ventajoso en precios y obvias ganancias .
Nos resulta pertinente destacar, que esta economía de puertos es
asumida (groseramente) por el Estado, como una temeraria “política anti-inflacionaria”, a costa de sacrificar el
empleo de los factores de la producción nacional. La situación en referencia,
sumada al sostenimiento del nivel de gasto público para mantener la condición de “Estado Empresario Revolucionario”, a
la escasez de divisas, pago de la deuda, insuficiencia de renta nacional, déficit fiscal y al comprometido
flujo de caja de PDVSA, coloca a Venezuela, sin duda alguna, en torno a una devaluación (lineal, parcial,
encubierta, diferencial u otra modalidad) con todos sus comprometedores efectos
tal como el encarecimiento de las importaciones.
Ha de añadirse a esta ya inestable situación, lo relativo al Sistema Económico Comunal que el
gobierno aspira instaurar como nueva forma de producción, distribución y
consumo, apuntalado por el Poder Popular.
En fin, podemos afirmar: aún no
hemos visto nada¡¡¡¡¡.
@jagp611
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