Unos tres millones de niños en
Venezuela de tres a 17 años, asisten de forma irregular a la escuela o se
ausentan de manera definitiva por fallas en el transporte, falta de comida u
otras razones
La deserción escolar que
arropa todos los niveles de la educación básica y media, debido a la crisis
económica y social que atraviesa el país, condena a la población al
analfabetismo y peor aún, la lleva a un atraso de más de 200 años, según alerta
Luis Bravo, jefe de Memoria Educativa de la Universidad Central de Venezuela.
“En educación vamos en camino
al siglo XIX. A este ritmo indudablemente que vamos a tener un pueblo de
analfabetos”, advierte el jefe del departamento que lleva una base de datos e
investigación sobre el sistema docente venezolano.
La escuela pública Orlando
García ubicada en Socopó, estado Barinas, se encuentra completamente vacía, los
pupitres están arrumados y el ruido de la muchachera ya no invade sus pasillos,
así lo muestra una fotografía de la agencia Reuters.
Hasta febrero de este año en
ese centro educativo circulaban 384 estudiantes, hoy las precarias condiciones
a las que se enfrentan, los obligan a abandonar las escuelas. El cierre de los
comedores suma una razón más para no ir.
Cortes de luz, falta de dinero
o de transporte, son algunas de las razones que se imponen para que casi tres
millones de niños en Venezuela de tres a 17 años, asistan de forma irregular a
clases o se ausenten del todo, según revela la Encuesta Sobre Condiciones de
Vida en Venezuela (Encovi 2017).
La cirujana y experta en
nutrición Marianella Herrera, alertó que el 33% de la población de niños entre cero y
dos años, ya presentan retardo de crecimiento, debido a la inseguridad
alimentaria que aqueja a la nación; en el futuro esto ocasionaría daños
irreversibles a las próximas generaciones.
“Con hambre no se aprende”
“Con hambre ni se enseña, ni
se aprende”, expresó Víctor Venegas, presidente en Barinas de la Federación de
Trabajadores de la Educación de Venezuela a la agencia Reuters. “El hambre la
tiene el niño y también la tiene el docente, es un cuadro verdaderamente
patético lo que estamos viviendo”.
Estudiantes y maestros son
víctimas de la misma situación. Los niños asisten a clases con el estómago
vacío y el sueldo de un educador apenas alcanza para un cartón de huevos. La deserción también
llega a las universidades. El panorama se aleja por completo al de los primeros
años de la “revolución chavista” donde el fallecido presidente Hugo Chávez
hacía de la educación su bastión, hoy solo quedan aulas vacías.
25-04-18
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