EFE 25 de abril de 2018
Venezuela
registra el mayor incremento de casos de malaria en el mundo, según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), que teme no solo por las consecuencias
internas, sino por la expansión de la enfermedad en los países limítrofes que
reciben refugiados venezolanos.
"El
caso de Venezuela nos preocupa significativamente. Los casos de malaria están
creciendo de una manera muy preocupante a causa de la drástica reducción de las
campañas antipalúdicas que se llevan a cabo en el país", afirmó hoy en
rueda de prensa el director del programa contra la malaria de la OMS, Pedro
Alonso.
El
especialista recordó que en la primera campaña de erradicación de la enfermedad
en los años 1950-60, Venezuela destacó por ser el primer país en el mundo que
pudo erradicar el paludismo en amplias zonas del país y que fue certificado por
ello.
"Ahora
tenemos incrementos masivos que probablemente lleguen a medio millón de casos
por año. Es el mayor incremento registrado en el mundo", denunció.
Oficialmente,
en 2016, Venezuela reportó 245.000 casos y una muerte, mientras que la OMS
estimó que, en realidad, el número de contagios ascendió al menos a 300.000 y
el de decesos a 280.
Para
2017, la OMS estima que al menos se dieron 406.000 casos, una cifra muy difícil
de verificar dado que el sistema epidemiológico del país es muy precario.
Alonso
sostuvo que la OMS y específicamente su oficina regional, la Organización
Panamericana de Salud (OPS), trabajan intensamente con el Gobierno para
"tratar de aliviar las preocupantes condiciones".
Además,
la OPS ofrece a Venezuela medicamentos antipalúdicos y tratamientos preventivos
como mosquiteras impregnadas de insecticida.
Alonso
advirtió que el riesgo no sólo recae en la población venezolana que reside en
su propio país, sino también en los que huyen de las duras condiciones
venezolanas y buscan refugio en naciones limítrofes.
"Estamos
viendo casos de malaria entre la población de refugiados venezolanos que llegan
a Brasil, Colombia y Ecuador y otros lugares", indicó.
"Tememos
que haya nuevas transmisiones en esos países si no se controla bien a la
población refugiada", agregó.
Es por
ello que apeló a los países vecinos a "asegurar una diagnosis y un
tratamiento adecuado y gratis para cualquiera que vaya a un centro médico,
porque no hay nada más peligroso que pacientes con acceso limitado a causa de
su estatus financiero o legal".
Por
otra parte, Alonso dijo que si bien en números absolutos los casos de paludismo
han crecido en América Latina, en general, la región marcha por el buen camino
y que la enfermedad está controlada en la mayoría de los países a excepción de
Venezuela, dado que si hay casos, éstos son puntuales.
Evocó,
por ejemplo, nuevos casos en Colombia en las zonas abandonadas por guerrilleros
desmovilizados y donde nunca antes se habían hecho controles epidemiológicos, o
focos puntuales en Brasil y Ecuador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico