Por Saúl Jiménez
La Azulita es la cabecera del
municipio Andrés Bello del estado Mérida bello ejemplo de un pueblo prospero
producto del trabajo de sus habitantes y el aporte de la sociedad civil como la
iglesia, asociación de productores y demás organizaciones gubernamentales que
aportan para el desarrollo, allí se combina la producción agrícola con la
pecuaria unas más importante que la otra y entre todas contribuyen con el
desarrollo, además de ser productores le agregan valor a sus productos porque
en la Cooperativa Quebrada Azul tienen torrefactora donde procesan, empacan y
comercializan el café, además de eso tienen una deshidratadora donde producen
harina de cambur y cambur deshidratado, todo un esfuerzo colectivo que va desde
la siembra hasta la comercialización del producto procesado.
También existen otras pequeñas
empresas que procesan las frutas sacando pulpa de frutas que comercializan en
las grandes ciudades, igual los ganaderos benefician su ganado allí mismo para
su comercialización e igual producen queso y todos los derivados lacteos
sacando productos de excelente calidad.
Por la vía de los servicios es
un municipio con escuelas en todos los caseríos y además cuenta con 2 liceos en
el pueblo, uno público y otro privado regentado por la iglesia, además de otros
2 liceos en aldeas equidistantes, un hospital tipo IV y ambulatorios en casi
todas las aldeas, un banco, varios sitios con internet, es decir un municipio
que se puede llamar autosuficiente.
Hasta el año pasado era un
modelo de distribución de las bolsas de comida, esta era distribuida en c/u de
las aldeas con un censo de todas y cada una de las familias donde no existía
discriminación ni exclusión de ningún tipo, sin embargo desde mediados del año
fueron disminuyendo la cantidad de productos a repartir y distanciando las
entregas hasta que se extinguieron.
Toda esta maravilla se está
viniendo abajo, hablando con Juan José, un campesino casi analfabeta de la zona
que además milita en el partido de gobierno, le comentaba que la cosa estaba
difícil y él me respondió: “amigo esto es lo que se sembró, nos echaron a
perder cuando colocaron esas casas de la alimentación y empezaron a enseñar a
la gente de la limosna, ahora agarraron eso de los bonos cada vez y que si chamba
juvenil y toda esa regaladera, ahora la gente no quiere trabajar sino que está
en la casa esperando el aviso del bono y que le van a regalar, eso no ha sido
bueno, nosotros nos criaron en el trabajo yo tengo mi finquita muy bonita con
mi trabajo y el de mis hijos, el que no trabaja no come y así he aprendido
otros oficios, pego bloques, hago columnas mi casa la construí yo y no soy
estudiao pero la necesidad me obligó a aprender, ahora la gente espera que le
regalen todo”.
Luego le preguntaba si no
hablan con las autoridades sobre la situación de los servicios tan deficientes
que se tienen y me señaló: “No amigo, como se habla con esa gente, ellos están
en sus negocios, no les importa la gente, si fuera que faltaran alguna cosa y
es normal pero ahora falta todo: no tenemos efectivo, no funcionan los puntos
ni los teléfonos, no hay gas, el transporte está desaparecido, hay robos en las
fincas y nadie investiga, la luz se va por 24 y hasta 36 horas, es decir nada
funciona. Ahora lo que hay es mucha corrupción Ud. ve como llegan a un puestico
y al poco tiempo vienen en una camionetota, ya no se puede”.
Es triste vivir esa realidad
del día a día productores prósperos con dinero en el banco pero que no lo
pueden movilizar porque el banco no tiene efectivo pero además de eso los
puntos no funcionan en los comercios de la localidad porque el internet está
caído, les quedaba la alternativa de las transferencias y tampoco se puede
realizar porque la electricidad se va a cada rato y los sistemas no funcionan,
las familias dicen que se sienten como mendigos porque no pueden realizar las
compras de sus comidas como debe ser, se está pasando hambre porque no hay
donde comprar.
Ahora los jóvenes del pueblo
están buscando como irse del país, o sea, que a todos los problemas que vienen
acumulando se le está agregando uno nuevo y más grave: Se están quedando sin
mano de obra y sobre todo sin profesionales para cubrir los requerimientos del
municipio, lo que se ve en las calles del pueblo son caras tristes, de
desesperanza, incertidumbre. Ya no llegan los turistas de las épocas de
vacaciones porque no tienen dónde comer o comprar comida ni bebidas, es decir
que otro medio de producir como es el turismo está también por el suelo y es
uno de los pequeños municipios de Venezuela que se da el lujo de tener un
Ministro y de Economía del gabinete del Presidente Maduro y aun así están
pasando por todas estas vicisitudes, ¿sería este el mayor cumulo de felicidad
posible que soñaban aquellos luchadores del pueblo en los años 90? Y el pueblo
en la oscurana.
20-04-18
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