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jueves, 19 de abril de 2018

Cada vez más vacía la Universidad Simón Bolívar: 22% de alumnos no se reinscribió en 2017 por @LUUSALOMON



Por Luisa Salomón


En el más reciente proceso de inscripción, en el campus de Sartenejas se presentaron menos de 3 mil estudiantes, cuando históricamente la cifra era superior a 4 mil

La crisis económica que atraviesa el país se manifiesta de muchas formas: las aulas vacías es una de ellas. En la Universidad Simón Bolívar (USB) son cada vez menos los estudiantes que no vuelven a inscribirse para proseguir sus estudios.

                                  Foto: Ernesto García - Contrapunto

En un foro realizado en la Universidad Central de Venezuela, con la participación de los secretarios de cuatro importantes casas de estudios del país, la directora de admisiones de la USB, Lucy Pires, expuso los resultados de un estudio que realizaron entre los trimestres de enero-marzo de 2010 y enero-marzo de 2018.

La matrícula anual promedio en pregrado en las dos sedes de la USB, ubicadas en Sartenejas y Litoral, era de 9.400 estudiantes, distribuidos 67% en carreras largas y 33% en carreras cortas.

Pero según datos de las autoridades de esa casa de estudios, que desde su creación en 1967 se ha destacado por la investigación científica y por tener uno de los campus más hermosos del país, la cifra de estudiantes que no regresan a inscribirse para continuar su carrera ha crecido de forma progresiva, desde 8% que se registraba en 2010, hasta alcanzar 22% en el año 2017.


La directora de admisión de la USB, Lucy Pires / Foto: Anthony AsCer Aparicio - Contrapunto

Esta cifra supera el promedio histórico de la universidad, que era de 15% hasta 2017. Y se espera que aumente, porque en el recientemente cerrado proceso de inscripción de esa casa de estudios, asistieron más de 3 mil alumnos en la sede de Sartenejas, donde usualmente se inscribían al menos 4 mil.

Por normas de retiro, pierden la inscripción los estudiantes que pasen más de cinco trimestres sin inscribirse. En este sentido, y según los registros actuales de esta universidad, Pires alertó que esta cifra también ha aumentado.

Durante todo este período entre 2010 y 2018, 2.987 estudiantes perdieron la inscripción por esta normativa. El mayor número fue registrado en el trimestre enero-marzo de 2017, con 363 estudiantes retirados; seguido por septiembre-diciembre con 361 retiros.

De hecho, entre 2016 y 2017 se perdió 46% del total de los estudiantes por norma de retiro de los últimos siete años.

La cifra puede subir: para el trimestre septiembre-diciembre 2017 el promedio de estudiantes que habían dejado de inscribir cuatro semestres era de 115 (a un semestre de perder la inscripción por normativa) y los que dejaron de inscribir cinco semestres, era de 156.

Solo entre enero-marzo de 2018, 378 estudiantes dejaron de inscribir cuatro semestres consecutivos, a riesgo de perder su inscripción para el próximo trimestre; y 111 ya perderán la inscripción este mismo trimestre.

                                   Foto: Rafael Briceño - Contrapunto

Trámites también aumentan

Dejar la universidad no siempre implica abandonar la carrera académica, pues muchos de los que se retiran de la casa de estudios esperan continuar su desarrollo intelectual fuera del país. Para eso, solicitan sus documentos y notas certificadas firmadas por el rector, para validarlas en el exterior.

Es esta solicitud de la firma del rector lo que permite saber que los documentos serán utilizados en el extranjero. Otro indicador que permite conocer la intención potencial de emigración en los estudiantes.

En el trimestre enero-marzo 2014, 44% de los documentos solicitados requerían firma del rector, frente a 54% simple y 2% firmados por el secretario. Para septiembre-diciembre de 2017 la tendencia se había volteado: 39% de los documentos eran simples (para uso nacional) y 61% para el exterior, con firma del rector.

El rector de la universidad, doctor Enrique Planchart / Foto: Rafael Briceño - Contrapunto (Archivo)

El Ministerio de Educación eliminó la figura de los preparadores, es decir los estudiantes que además de la beca, recibían ingresos por ayudar en la preparación de otros compañeros. La beca es el único beneficio económico que la institución puede mantener.

Menos estudiantes en las dos sedes

Ambas sedes de la Simón Bolívar se caracterizan por su lejanía de los centros poblados: el campus de Sartenejas está ubicado en una zona poco poblada del municipio Baruta, en el sureste de Caracas; y el núcleo del Litoral se localiza en el estado Vargas, también en una zona poco céntrica. "Por eso los estudiantes dependen del transporte", explicó Pires.

En este sentido, señaló que son muchos los factores que han podido identificar que inciden en este aumento de la deserción. La interrupción de las actividades académicas por huelgas, paros, protestas o situación-país, es uno de ellos. Entre 2010 y 2018 han estimado que perdieron –por diferentes protestas o situaciones– el equivalente a tres trimestres académicos; es decir, un año de carrera.

                           Foto: Rafael Briceño - Contrapunto (Archivo)

Los datos demuestran que la mayoría de los estudiantes que abandonan la carrera suelen tener entre 50 y 100 créditos aprobados –más o menos mitad de carrera– o estar en los primeros trimestres.

Esto indica, y habría que analizarlo, afirmó Pires, que el método de ingreso de la OPSU –que eliminó la prueba interna para ingreso por mérito académico de la USB desde 2015– pudiera incidir en la inscripción de estudiantes con deficiencias de conocimientos que han impedido que avancen en la carrera.

                    Foto: Anthony AsCer Aparicio - Contrapunto (Archivo)

Aunque el reglamento de la USB es flexible y no exige a los estudiantes revelar los motivos de su retiro, han podido consultar a un porcentaje de estudiantes que han formalizado su salida de la casa de estudios. Pires indicó que estas son las principales causas:

- Emigración 34%.
- Continuar estudios en universidades en el exterior 33%.
- No es la carrera de su preferencia 19%.
- Cambio a universidades privadas 16% (principalmente por pérdidas de clase y paros).
- Necesita trabajar 16%.
- La inseguridad le hace difícil acudir a clases 15%.
- Condición socioeconómica del estudiante no le permite estudiar 14%.

"Muchos nos han manifestado que se retiran con mucho dolor", afirma Pires, quien señaló que las casas de estudios deben implementar mecanismos para ayudar a estos estudiantes.

Desde la USB, indicó, buscan realizar un acercamiento con los estudiantes que han perdido su cupo, y aunque 50% les ha manifestado que no tienen previsto volver, instalaron una comisión que evalúa alternativas para facilitarles la continuación de sus estudios.


Proseguir la educación a distancia para aquellos que están en los últimos trimestres, es una de las posibles propuestas.

18-04-18




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