David Alandete 13 de junio de 2021
@alandete
A la
defensa de Baltasar Garzón se suma una campaña para presionar a Joe Biden y
para que la ONU impida la extradición del socio de Maduro, un año después de su
arresto en África
Un
reciente informe oficial elaborado para el Capitolio titulado ‘Venezuela, los
desafíos para los legisladores de EE.UU. en 2021’, identifica al chavismo como
el principal reto para Washington en todo el continente americano, y afirma que
«el departamento de Justicia busca la
extradición de Alex Saab, blanqueador de dinero al que se acusa de traficar
de forma ilícita con oro en nombre de Maduro, cuya imputación refiere a sus
lazos con Hizbolá». Para EE.UU., el caso de Saab, al borde de la extradición
desde Cabo Verde, donde ahora cumple detenido un año, es un ejemplo a seguir a
futuro.
El
mencionado informe, de hecho afirma: «El Capitolio puede considerar nuevas
formas de apoyar los esfuerzos para apoderarse de los ilícitos vinculados al
gobierno de Maduro, perseguir a los funcionarios venezolanos corruptos y sus
asociados, y responder a las influencias extranjeras en Venezuela».
Saab
fue arrestado en Cabo Verde el 12 de junio de 2020,
requerido por EE.UU por lavado de dinero como testaferro de Nicolás Maduro, y
nodo central en una compleja red de narcotráfico, lavado de dinero y fraude a
gran escala con contratos pública y ayuda gubernamental. Como decía el informe,
una demanda de la fiscalía de 2019, ante un juzgado de Nueva York, acusa
directamente a Saab, apodado ‘Alexei’, ‘Ali Hassan’ y ‘Rachid’, de conspirar
para apoyar materialmente a Hizbolá, la milicia libanesa con lazos con Irán
acusada por EE.UU. de terrorismo.
Las
últimas investigaciones de EE.UU. acusan al empresario, nacido en Colombia pero
afincado en Venezuela antes de su arresto, de servir de intermediario de Maduro
con Irán para sortear sanciones. Está también en busca y captura por ocho
cargos de soborno y lavado de dinero en Florida al canalizar más de
350 millones de dólares (295 millones de euros) a cuentas en el extranjero,
incluido EE.UU. Ahora, las agencias federales norteamericanas amasan pruebas
sobre sus lazos con Irán.
Extradición
autorizada
El
Tribunal Supremo de Justicia de Cabo Verde autorizó el 17 de marzo la
extradición de Saab a EE.UU. Desde enero, estaba en arresto domiciliario.
Mientras se ultimaban los detalles de esta, una campaña internacional de
aliados del chavismo se puso en marcha para impedirla. Maduro y socios suyos,
como José Luis Rodríguez Zapatero y el llamado Grupo de Puebla, consideran a
Saab preso político. En la misma línea se ha pronunciado el abogado del
empresario, el juez inhabilitado en España por prevaricación Baltasar Garzón.
En
EE.UU., afines a ese grupo se han puesto también en marcha, habituales en la
defensa de Maduro y del chavismo ante Washington. Un grupo llamado ‘Alianza
por la Justicia Global’, que tiene sus orígenes en la llamada Red de
Solidaridad con Nicaragua, organización estadounidense de apoyo a los
sandinistas, ha lanzado una campaña respaldada por Noam Chomsky y
otros intelectuales similares, en la que denuncia que Saab «fue secuestrado,
detenido y torturado bajo órdenes de la Administración Trump». «Pedimos al
presidente Biden que retire la demanda de extradición de Alex Saab a EE.UU.»,
añade en una carta abierta a Biden.
El
objetivo de los socios de Saab es presionar a Biden para que
cambie el rumbo emprendido por Trump. Uno de sus razonamientos es que «Saab
está luchando contra el cáncer y necesita urgentemente ser atendido por sus
médicos en Venezuela».
Justo
mientras se ponía en marcha esa campaña, el Comité
de Derechos Humanos de Naciones Unidas hizo una inesperada solicitud a
Cabo Verde para que posponga la extradición de Saab «mientras su caso sea
examinado por el Comité o hasta nuevo aviso», y pidió al país africano que
adopte medidas para garantizar que el preso tiene «acceso a atención médica
adecuada. La carta, datada en Ginebra, estaba firmada por los relatores
especiales del Comité de Derechos Humanos sobre Nuevas Comunicaciones y Medidas
Provisionales, Helene Tigroudja y Arif Bulkan.
Denuncia
de malos tratos
Saab
había interpuesto una denuncia ante ese organismo por supuesta «tortura y malos
tratos» en su arresto, así como «condiciones inhumanas y degradantes
de la detención debido a la falta de cuidados médicos». Antes había denunciado
que había sido interrogado y torturado por agentes estadounidenses mientras
estaba preso, algo que negaron tanto Washington como Cabo Verde.
No son
pocos los esfuerzos del régimen chavista por salvar de la extradición y juicio
en EE.UU. a este empresario con abultadas cuentas en paraísos fiscales. Saab
tuvo su primer contrato con el régimen chavista en 2011, al
hacerse cargo de la construcción de viviendas de bajo coste por 685 millones de
dólares. A la firma del acuerdo en noviembre de aquel año acudieron los
entonces presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, además de
Maduro en calidad de canciller. Ese contrato le permitió a Saab, según la
Fiscalía norteamericana, establecer toda una operación de lavado de dinero tras
lograr una tasa de cambio muy ventajosa por parte del Gobierno de Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico