Ramón Flores 27 de noviembre de 2018
@liderhumano
La
nueva “campañita” de los “guerreros del teclado”, tanto en Venezuela como en el
extranjero, apunta hacia una supuesta protección que los miembros de la
Asamblea Nacional le estaríamos dado a esa cuerda de malandros que han saqueado
las arcas de la República en estas dos décadas de “socialismo”, tesis que
representa una nueva infamia que pretende vulnerar la credibilidad del único
poder legítimo constituido en Venezuela que tiene pleno reconocimiento
internacional.
Sin
ánimo de meter las manos en el fuego por todos los diputados, sí puedo afirmar
que desde la bancada de Voluntad Popular, el joven partido venezolano que
lidera el preso de conciencia Leopoldo Lopez, hemos llevado la bandera de la
lucha contra la corrupción: no protegemos ni ocultamos absolutamente nada,
porque si algo nos ha caracterizado es que los únicos compromisos que tenemos
son con la verdad, con nuestra conciencia y con esos 14 millones de venezolanos
que votaron en 2015 por este Parlamento.
Y no
crean lo que digo, a los hechos me remito:
¿Quién
fue el diputado que en octubre de 2016 presentó las denuncias de corrupción
sobre el descomunal desfalco de más de 11 mil millones de dólares ocurrido
durante la gestión del ahora “chavista originario”, Rafael Ramírez, en la
presidencia de PDVSA?: Ese fue nuestro hermano Freddy Guevara, cuando presidía
la Comisión de Contraloría de la AN, que a raíz de esas revelaciones fue
acosado por la delictiva burocracia “roja rojita” que gobierna el país, al
punto que en enero del año 2017, ese Tribunal Supremo de Justicia integrado por
magistrados seleccionados entre gallos de medianoche por la anterior directiva
de la AN, ordenó de forma ilegal su procesamiento, violando su inmunidad
parlamentaria. La persecución de la que fue víctima por parte del régimen de
Nicolás Maduro y que puso en riesgo su integridad física, obligó a Freddy
Guevara a buscar el apoyo del Gobierno de Chile, en cuya embajada en Caracas
permanece desde hace más de un año.
¿Quién
puso en la palestra pública el escándalo de la constructora brasileña
Odebrecht, cuando “tirios y troyanos” intentaban “hacerse los locos”?: Ese fue
nuestro colega diputado Juan Guaidó, que incluso puso a disposición de la
ciudadanía el portal web www.denunciaelguiso.com, para realizar en tiempo real
denuncias de corrupción. Guaidó también ha dado a conocer casos de los desmanes
administrativos registrados en Cadivi y Cencoex, donde “boliburgueses”,
“bolichicos” y “bolichoros” han robado fortunas con empresas fantasmas y de
maletín a costa del hambre y la muerte de venezolanos.
Otro
compañero de bancada, como es Freddy Superlano –al contrario de “otros y otras”
que hoy en día intentan ocultar las fotos en las que salen con el dueño de
Globovisión-, ya había denunciado hace meses la forma obscena en la que se enriqueció
Raúl Gorrín, y el tiempo le dio la razón con la investigación que actualmente
realiza la justicia de Estados Unidos, que lo acusa de lavar dólares al tiempo
que le incautó multimillonarias propiedades.
La
investigación que avanza en la AN no ha dejado cabo suelto y de hecho en esta
red de corrupción ha salido a relucir el nombre de Alejandro Andrade, alias “El
Tuerto”, quien ya oficialmente es un confeso ladrón tras declararse culpable en
EEUU por robar a manos llenas cuando se desempeñó como tesorero de Hugo Chávez.
En el mismo caso está señalado -además del ya citado Raúl Gorrín-, el banquero
alemán Matthias Krull, el “lavador oficial” de todo el dinero sucio que nos
robaron estos chavistas sinvergüenzas.
Tampoco
podemos dejar de mencionar a otro hermano de lucha, como es Ismael León, por
cuyas manos han pasado numerosos y escándalosos casos del malandraje rojo que
ha estafado al país, haciendo las denuncias respectivas sin que los organismos
competentes actúen, lo que evidencia la red de complicidad “socialista” que
asqueó nuestras instituciones.
Asimismo,
“nobleza obliga”, y también debemos reconocer el digno trabajo que realizan
otros hermanos de lucha en distintas organizaciones políticas, como Américo De
Grazia y Andrés Velásquez –ambos de La Causa R-, con quienes hacemos equipo
para denunciar ante Venezuela y el mundo lo que constituye el peor crimen
ecológico en la historia de la humanidad, como es el que ejecuta el régimen de
Maduro con el Arco Minero que provoca la destrucción del ecosistema de la
Amazonía.
Otro
parlamentario que ha estado de forma permanente en la lucha anticorrupción es
Ismael García, que además de denunciar al “Cartel del sol” –militares de alto
rango vinculados al narcotráfico-, también señaló con pruebas en mano cómo fue
el descomunal megarobo perpetrado en el Ministerio de Alimentación durante las
gestiones de Carlos Osorio y el actual gobernador del estado Aragua, Marco
Torres. Por dar a conocer esos y otros casos fue acosado junto a su familia por
el régimen chavista, con funcionarios encapuchados y armados del SEBIN
acechándolo de forma permanente, por lo que tuvo que salir del país para poder
preservar su integridad física. No obstante, esto no ha sido obstáculo para
continuar su labor y ante la justicia de Estados Unidos consignó recientemente
documentos que probarían el presunto lavado de dinero en el que habría
incurrido el presidente de la espuria Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado
Cabello.
En
este punto tampoco podemos dejar de mencionar a los exparlamentarios Walter
Márquez y Carlos Tablante, ambos con un legado de lucha anticorrupción tanto en
la etapa democrática como en esta era “socialista”. De hecho, en el caso de
Tablante –también dirigente de Voluntad Popular-, el desnudar junto a Marcos
Tarre cómo opera la delincuencia organizada “roja rojita” a través de las
instituciones del país en los libros “Estado delincuente” y “El gran saqueo”,
le costó su salida de Venezuela, producto de las numerosas amenazas de muerte
que recibió.
Guillermo
Luces y Richard Arteaga también han destacado en este combate por adecentar la
patria, y junto a otros colegas diputados han debatido y actuado en casos como
el saqueo al Ministerio de Alimentación, los CLAP podridos, los “guisos” en
Corpoelec y con las plantas eléctricas de Derwick, los “Panamá Papers”, las
azucareras expropiadas, la estafa con las obras inconclusas del Metro y
hospitales y pare usted de contar.
Todas
esas denuncias han traído como consecuencia amenazas de muerte, acosos, cárcel
y exilios forzados, por el solo hecho de cumplir con el juramento hipocrático
que hicimos al ser electos, como es el de investigar, controlar y legislar.
Lamentablemente,
en la Venezuela “chavista” existe un permanente “concierto para delinquir”,
donde las instituciones del Estado han sido secuestradas por los mismos
malandros que deben ser investigados, por lo que la impunidad reina, sin
embargo, sabemos que estamos en camino hacia una transición que esperamos sea
pacífica, y llegaremos al escenario en el que lucharemos para que la justicia
impere.
Una
vez retomemos el camino democrático, aplicaremos la Ley de Recuperación de
Activos producto de la Corrupción –que fue presentada por nuestro compañero de
bancada Juan Guaidó-, que ya fue aprobada por la Asamblea Nacional en primera
discusión y que tiene como objetivo repatriar todos los bienes que se robaron
estos criminales: no crean estos delincuentes de “cuello rojo” que van a
quedarse con todo lo que se han robado.
No se
lo vamos a permitir.
Ramón
Flores
Diputado
a la Asamblea Nacional
Presidente
del Parlamento Amazónico
@liderhumano
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