RONNY RODRÍGUEZ ROSAS 29 de noviembre de 2018
El
sacerdote jesuita y exrector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), Luis
Ugalde, fue enfático. “El 10 de enero quedamos sin un presidente
legítimamente electo y la sociedad a través de la Asamblea
Nacional, que son los representantes legítimos, tienen que proveer
una junta de transición que represente a todos los sectores”,
sostuvo.
En la
entrevista #ConLaLuz de este miércoles, 28 de
noviembre, con la periodista Ibis León, el profesor universitario recordó que
las elecciones del pasado 20 de mayo en Venezuela fueron convocadas por una
“ilegítima” Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que no tuvo
los estándares de una elección libre, democrática y transparente.
“El 10
de enero no es una ilusión, es una tarea y responsabilidad política, quedamos
sin presidente elegido democráticamente… y esa junta que se instale tiene
que tomar una serie de decisiones para que se pueda dar en Venezuela una
elección libre en 2019″, ratificó.
Ugalde
recordó que en diciembre de 1952 el dictador Marcos Pérez Jiménez convocó a un
plebiscito que violó la Constitución de entonces. Y a pesar de que los
resultados fueron amañados y ganó, un mes después se vio forzado a abandonar el
poder y se instaló una junta de gobierno en Venezuela, que llamó a elecciones.
Considera
que ahora una junta debe conformarse con representantes de todos los sectores
de la sociedad e incluso con militares, pero no debe ser militarista sino
encabezada por un civil que, como ocurrió en Perú después de la renuncia de
Alberto Fujimori, sea como un Valentín Panigua. Una persona que conduzca
el proceso de transición y no opte a esas futuras elecciones.
El sacerdote
dijo que ese gobierno de transición debe tener varias tareas:
1.- Eliminar la Asamblea Nacional Constituyente
2.- Renovar el Consejo Nacional Electoral
3.- Controlar la hiperinflación
4.- Disponerse a recibir la ayuda humanitaria internacional
5.- Liberar a los presos políticos y permitir que regresen los exiliados
6.-Retomar la ruta democrática en Venezuela
Insistió
en que debe preparar el camino para que los ciudadanos salgan a elegir
a un presidente democrático, pero también definir cómo será la salida del
poder de Nicolás Maduro, porque está claro que el 10 de enero no
saldrá voluntariamente del poder.
“Nadie
cree que el 10 de enero se va Maduro por su propia voluntad”, dijo, pero añadió
que se debe allanar el camino para lograr ese cambio.
“Por supuesto
hay mucha gente en la sociedad (que pueda dirigir ese gobierno). También mucha
gente en la AN hablando de estas cosas y mucha gente en el chavismo para
decidir cómo hacemos sensatas estas cosas. Quiero decir que no estoy metido en
nada, lo que hago es decir en voz alta lo que otros piensan y por la razón que
sea no lo dicen”, añadió Ugalde.
Hizo
énfasis en que hace falta el apoyo mayoritario de la población, el respaldo de
los partidos políticos y los militares que en su mayoría son democráticos, pese
a una cúpula que calificó de corrupta, que deben sumarse.
“La
sostenibilidad depende de que haya el apoyo militar, el apoyo
político, pero básicamente el apoyo de la población”, recalcó.
Congreso de esperanza
Sobre
el Congreso Nacional Venezuela Libre valoró la
esperanza que trajeron los delegados y la disposición de trabajar por el
cambio. Y ahora la responsabilidad de los partidos políticos, ante la falta de
confianza de la población, es la de anteponer sus intereses particulares por el
bien del país.
“En
toda las reflexiones del Congreso Venezuela Libre está la idea
de la unidad superior. Si el edificio está ardiendo tenemos que salir todos de
cualquier partido a agarrar un tobo y ponerlo a la cadena y el último echa el
agua, no podemos estar: yo soy el primero y tú el segundo”, reflexionó.
Valora
que en conversaciones entre ellos los partidos saben que no están bien vistos
en la sociedad, pero dijo que no entendía cómo aún no han podido expresarlo a
los ciudadanos.
“Todavía
los partidos no han sabido expresarlo, pero hay personas dentro que antes no
podían hablarse y hoy lo están haciendo”, manifestó Ugalde.
“El Congreso
que tuvimos este lunes en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela
no es el final, es el comienzo. Ya se hizo un trabajo, pero ahora vuelven a las
regiones y movilizar a todo el mundo con una nueva esperanza”, subrayó.
Iglesia centrada en su labor
Sobre
la participación de la Iglesia católica venezolana ante la crisis humanitaria
del país destacó que está en su papel activo, trabajando en varios frentes. Uno
es la educación popular, además de la asistencia. Mencionó el trabajo del
presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor José
Luis Azuaje, quien en Alemania y Roma anda buscando apoyo para la asistencia
humanitaria.
Ugalde
también se refirió a la detención en el Zulia del sacerdote Iván Merino Padial,
quien fue detenido el pasado fin de semana por cometer actos de abuso
sexual contra una adolescente de 12 años. Y ante su expulsión del clero que
tomó la Arquidiócesis de Maracaibo, el jesuita manifestó que no es solo es el
Zulia, sino una política de la Iglesia católica que está decidida a condenar y
denunciar estos crímenes.
“La pederastia es
grave y en un sacerdote es más grave porque debe ser un líder moral y
espiritual. El próximo año habrá una especie de congreso para continuar tomando
medidas más firmes contra estos abusos”, señaló.
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