Por Vanessa Davies
“El Gobierno es un desastre”
y la oposición “está políticamente derrotada”, afirma el dirigente y expreso
político. “No tenemos el sartén por el mango. Nosotros estamos en el sartén y
el mango lo tiene este régimen”
El único “camino rápido” que
observa Carlos Melo para poder dejar atrás el actual marasmo nacional es el de
las elecciones generales adelantadas, con el requisito previo de una
negociación política para nombrar un Consejo Nacional Electoral (CNE) de
c(loonsenso entre Gobierno y oposición.
Pero todo eso pasa por una
fecha: el 10 de enero de 2019, cuando el mandatario Nicolás Maduro asume su
segundo periodo presidencial luego de unas elecciones presidenciales no
reconocidas por toda la oposición y cuestionadas por buena parte de la
comunidad internacional.
Melo ofrece, en esta
conversación con Contrapunto, una visión muy “real politik” de cómo llegar a
ese punto. Este expreso político (lo fue en "la cuarta" y ahora en
"la quinta"( habla a título personal y no como dirigente de Avanzada
Progresista, por lo que sus opiniones no comprometen las de su partido. Tal vez
la primera palabra clave es pragmatismo, y la segunda, negociación. Porque en
su criterio, todo pasa por la unidad de la oposición (pragmática y negociada),
las conversaciones con el Gobierno (pragmáticas y negociadas también) y la
definición de una ruta nacional.
En estas negociaciones deben
estar presentes, de acuerdo con su propuesta, los partidos Acción Democrática
(AD), factores de Copei, factores de Avanzada Progresista, factores de Voluntad
Popular, factores de Primero Justicia, entre otros. Remarca con mucha claridad
que son “factores” y no necesariamente partidos completos.
-¿Y los internacionales?
-Si a mí preguntaran, yo
buscaría por la Iglesia, los alemanes, que tienen toda una vida de historia en
la diplomacia. Es para sacarlo de Latinoamérica, porque a Latinoamérica la veo
muy comprometida. Pondría también a los canadienses. Y les guste o no a
algunos, pondría a la Iglesia, con los que designe el papa. En el proceso
diplomático si alguien tiene experiencia es la Iglesia.
“No veo nada que frene a
Maduro”
-¿Qué va a pasar el 10 de
enero?
-Primero que nada, se va a
instalar Maduro. Eso es lo que va a pasar.
-¿No hay nada que lo frene?
-No veo nada que lo frene.
No veo nada que frene a Maduro. Podría coincidir con alguien que dice que a
este gobierno le falta legitimidad democrática. Alguien podría decir que “6
millones votaron por él”, pero esos 6 millones no representan a los casi 20
millones de electores que somos. Aparte de eso, el nivel de rechazo que tiene
Maduro no es un invento mío. Todas las encuestadoras en el mejor de los casos señalan
que Maduro tiene 75% de rechazo, y en el peor, hablan de 86%. Pero pese a ello
no veo que algo impida que se instale.
-¿Nada lo va a impedir?
-No. Ellos van a seguir,
como digo yo, mandando. Es el término que utilizó. Este régimen va a seguir
mandando, que es lo que hace ahorita.
-¿Ante quién se va a
juramentar el presidente Maduro?
-Ante la asamblea
constituyente. Había rumores de que había conversaciones para recomponer la
Asamblea Nacional (AN), pero con lo lento que es el proceso de discusión, no veo
que para el 5 o el 10 de enero se tengan soluciones. Cuando digo el 5, es
“nueva directiva” de la AN; cuando digo el 10, me refiero al Gobierno.
-¿Pero esas negociaciones
son ciertas?
-Esas conversaciones son
ciertas. Yo digo que hay que establecer un esquema diferente. Hay una cosa que
a la gente no le gusta: la oposición está políticamente derrotada por este
gobierno. Nosotros estamos políticamente derrotados. Eso no quiere decir que el
Gobierno sea bueno, o sea maravilloso. No. El Gobierno es un desastre, pero hay
una derrota política que hemos recibido y que se demuestra en el fracaso
nuestro para imponer políticas en la calle, ya sea de movilización, ya sean
electorales, ya sean diplomáticas. Si esa derrota política no lleva a una
discusión diferente, a una nueva discusión, a una forma diferente de actuar… Si
yo sigo rechazando a los sectores que no me gusta como hablan, eso dista mucho
de tu concepto democrático. Y segundo, para derrotar a este gobierno todos
cuentan.
-¿Usted piensa que la salida
es una negociación política entre quienes?
-Entre una oposición
unificada, coherente, capaz de tener credibilidad en los sectores populares,
que los tiene, pero muy bajos, y la muestra está en las últimas acciones de
calle o electorales. Sin embargo, los que desprecian las conversaciones y los
procesos electorales no se han dado cuenta de que lo único que ha movilizado en
un número importante a la población es el hecho electoral. En la última
oportunidad, el 20 de mayo, un millón de venezolanos salimos a decir “yo voto
por X”. No creo que la movilización mueva a un millón de personas a la calle.
Entonces, o nos ponemos de acuerdo o no nos hemos dado cuenta de que nuestras
políticas le han permitido por 20 años a este gobierno gobernar.
-Por eso le preguntaba. ¿Una
negociación política entre quienes? ¿Entre una oposición unida y coherente y…?
-El que disponga el
Gobierno, con mediadores internacionales o no. Yo preferiría que fuese con
mediadores nacionales y no fuera del país. Tú me preguntarás: ¿Qué es lo que hay
que hablar allí?
“Alguien está gobernando”
-¿Cuál sería la agenda?
-Bueno, vamos a hacer una
cosa: tú reconoces y respetas nuevamente las condiciones que tiene la Asamblea
Nacional, respetas la condición democrática que tiene la Asamblea Nacional. Eso
lo puedes discutir allí. Puedes discutir allí si hay un proceso de elecciones
adelantadas.
-¿Generales?
-Generales. Puedes discutir
allí la política económica que lleva el Gobierno. Puedes discutir el tema de
los presos políticos.
-Pero todo eso pasa porque
Maduro asuma el 10 de enero.
-Todo eso pasa porque Maduro
asuma el 10 de enero; no veo un camino en el cual él no asuma. No veo que las
embajadas que dicen que se van se estén yendo, porque hay una amenaza
diplomática, pero esa amenaza diplomática funciona si en verdad se van. Y no lo
veo. El camino de la diplomacia es un camino largo y tortuoso.
-¿Usted ve que Maduro se
juramenta ante la constituyente y luego vendría un proceso de negociación?
-Luego vendría un proceso de
negociación, si la oposición se pone de acuerdo. Si no, continuamos en lo que
estábamos: protestas, reclamos, escasez, diáspora, la gente se va. Y el
Gobierno no está triste porque la gente se vaya. Para nada. Algunos del
Gobierno dirán: “Si ellos se van, las cosas alcanzan más”.
-¿Lo que parece descartado
es que Maduro se juramente ante la Asamblea Nacional?
-No lo veo. Sería lo
correcto, sería lo constitucional. No lo veo. Seguramente algunos
internacionalmente dirán que ya no hay presidente.
-Es lo que están manejando
partidos de oposición.
-Creo que sí hay presidente.
O por lo menos, hay un jefe de Gobierno. Alguien está gobernando.
Maduro en la AN, y luego,
elecciones
-¿Qué se necesita para que
Maduro se juramente ante la AN?
-¿Qué se necesitaría?
Primero, que se abran las conversaciones en este momento para discutir ese
tema. Segundo, que se reincorpore la bancada del Gobierno a la AN. Tercero, que
la nueva directiva esté clara en eso. El Gobierno va a decir: “Yo pido que
reconozcan a Maduro”, y la oposición dirá: “Déjame ver, vamos a discutirlo”.
Pero la oposición dirá que no, y por eso veo complicado que Maduro vaya a la
Asamblea. Si vamos a un proceso de recomposición de la Asamblea, tendría que
estar en la directiva el sector del PSUV. A lo mejor es una herejía para esa
oposición que habla de una manera tan radical, pero es así. Tendría que
pensarse que el Gobierno reconozca las cualidades de la Asamblea Nacional.
-¿A usted le parece que eso
sería políticamente lo indicado?
-Eso podría darse, pero no
creo que esta oposición, en la cual estamos, participe en algo así. Cuando digo
reconocer la Asamblea Nacional digo reconocer los derechos de Juan Requesens,
reconocer los derechos de Julio Borges como diputado. Algunos preferirán
“quemar las naves”.
-¿Es un reconocimiento
mutuo?
-Es un reconocimiento mutuo.
-Para llegar a ese punto,
¿qué se necesitaría en estos dos meses que quedan?
-Unos mediadores con mucha
credibilidad, que no los veo. Y además, con mucha disposición, porque a lo
mejor no tienes credibilidad, pero tienes que poner a negociar a alguien que
esté dispuesto a negociar sin que sus creencias entorpezcan la negociación.
-¿Una cosa más pragmática?
-Una cosa más pragmática. La
teorización de todo lo que pasa no da resultados.
-¿Usted avalaría algo así?
-Estaría dispuesto a
conversar algo así.
Primero, coherencia
-Pero eso implica seis años
más del presidente Maduro.
-No necesariamente. Eso
implica que abres un proceso con el cual puedes, como se hizo en Chile y en
otras tantas partes, llegar a adelantar elecciones. En Londres, con la crisis
del brexit, le han pedido la renuncia a la primera ministra, Theresa May, y eso
no es un sacrilegio. Pero a estos que gobiernan si tú les dices que van a
renunciar, lo ven como un sacrilegio también. Si eres presidente no tienes por
qué sentir que es una barbaridad que te pidan la renuncia. Este es un país
democrático. Pero veo muy complicado llegar a eso. Es más: ese juego trancado
es lo que permite que ellos gobiernen, y lo ha permitido durante 20 años.
Carlos Melo recuerda el
golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez el 11 de abril de 2002, las
marchas, el paro petrolero, las protestas antigubernamentales en 2014 y 2017.
“La gente no lleva las cifras, pero debe haber una cifra cercana a los mil
fallecidos desde que comenzaron las protestas en 2002”, asegura. “Aquí ha
habido una lucha dura. ¿Qué hemos fracasado en la oposición para poder salir de
este gobierno? Sí. Hemos fracasado. ¿Qué porcentaje de la dirigencia opositora
está en el exilio? ¿Cómo van a terminar? ¿Cómo el exilio cubano?”, se pregunta.
-¿Es uno de los riesgos para
la oposición?
-Sí. ¿Terminar así? Sería
dolorosísimo. Buena parte de nuestra dirigencia está en el exilio. Tenemos
miles de dirigentes o activistas que están bajo la condición de procesados
políticos.
-Volvemos a lo mismo. ¿Cómo
se destranca ese juego?
-Entendiendo que tienes que
destrancarlo, que tienes que ir a algo diferente.
-¿Cómo destrancarlo?
-Lo primero es coherencia en
la oposición. Tiene que haber coherencia. Hay que tener claras las propuestas
políticas, porque si dices “Maduro vete ya”, no veo… Tienes que comenzar por
aquí: la Asamblea Nacional, la discusión del proceso político nacional, la
ayuda humanitaria, los presos y procesados políticos. Viene el 10 de enero, la
instalación del gobierno de Maduro, pero en 2019 hay elecciones de diputados.
¿Y vas a seguir llamando a la abstención? Lo he escrito en las redes sociales:
el que quiera llamar a la abstención, que lo haga; pero el que quiera ir a
votar, que lo dejen votar. No que resulte que los primeros abstencionistas se
convierten en tus primeros detractores. No estoy de acuerdo. El Frente Amplio,
¿en qué concluyó? En varias cosas que no es posible ejecutar. Creemos que
tenemos el sartén por el mango. No. No tenemos el sartén por el mango. Nosotros
estamos en el sartén y el mango lo tiene este régimen. ¿Cómo le entras a eso?
El pronunciamiento no lo
saca
Carlos Melo sostiene que en
el país “sí se puede estar peor, sí podemos estar peor”, y pone el ejemplo de
los Balcanes, de África.
-Usted es partidario de una
negociación política que permita respeto mutuo, llamado a elecciones… ¿Sería
aceptar la juramentación de Maduro el 10 de enero para luego llamar a
elecciones generales?
-Sí. Sobre todo con el tema
de las elecciones estoy muy casado. Yo tengo todas las barajitas de las formas
de lucha que hay en este país. Cuando alguien me dice una barbaridad porque
planteo este tema… He sido preso político antes y ahora.
El dirigente opositor
incluye, en esas elecciones generales, las de Presidente y de AN, con un paso
previo: la recomposición del Consejo Nacional Electoral (CNE). “¿Son cinco los
rectores? Que uno sea neutro de verdad, dos de la oposición y dos que no son de
la oposición. Tiene que darse ese factor previo”.
Descarta que haya fraude en
el sistema electoral: “En realidad está en la extorsión y el manejo del voto
fuera de los centros, en el voto asistido, en fallas en el sistema biométrico
con el no-match de la huella, en el ventajismo comunicacional del Gobierno, en
el atropello comunicacional del Gobierno”.
Recomposición de la
oposición, puentes para una negociación con el Gobierno y recomposición de la
Asamblea Nacional (AN) son los pasos que, a su juicio, debe dar el bloque
antigubernamental para “destrancar el juego”.
-¿Sería que la AN puede
juramentar a Maduro a cambio de elecciones generales?
-Es un tema que se puede
discutir con mucha tranquilidad, teniendo factores como la reestructuración del
CNE.
En esas discusiones deben
estar, entre otros, el diputado Julio Borges, hoy refugiado en Colombia,
subraya.
-Eso implica reconocer a
Maduro.
-Puedes no reconocerlo, pero
no por eso va a dejar de estar. A algunos puede no gustarles lo que acabo de
decir. De hecho, ya una vez lo desconocieron, con el abandono del cargo, y allí
está. Ha habido varias situaciones como esa, que no se le reconoce, e igual
está allí. ¿Que es ilegítimo después del 20 de mayo? Pero allí está. ¿Y ahora
es ilegítimo después del 10? Ojalá fuera verdad, pero creo que no va a ser así.
-Si todo sigue como está,
¿qué puede ocurrir?
-¿No cambia nada? Todos
vamos a pasar más trabajo.
-PJ y VP dicen que no lo van
a reconocer y que esperan un pronunciamiento de la comunidad internacional.
-Seguramente lo va a haber,
pero ¿eso lo saca? Peor que el caso de Siria…
-¿El pronunciamiento no va a
sacar a Maduro?
- El pronunciamiento no va a
sacar a Maduro. No lo va a sacar. Lo que puede es agudizarse la crisis y el
enfrentamiento, y se puede agudizar la actitud tan represiva, al extremo, que
tiene el régimen, y sin que tengamos garantías de que nadie le ponga un parao a
esto. ¿Donald Trump va a estar preocupado por este problema con ese rollo que
tiene con los migrantes que van por México? ¿Con el conflicto con Corea del
Norte, el conflicto con los rusos? Puede ser que eventualmente diga algo, o que
lo haga algún senador.
-¿Y si Maduro se juramenta
ante la constituyente?
-Aunque se juramente hay que
seguir intentando conversar con ellos. Aunque no lo reconozcas. Aunque digas
que le falta legitimidad democrática. Tienes que seguir buscando la fórmula
para darle una salida a esto. Ahora, si este país se pone de acuerdo, y la
presión popular es de tal magnitud que lo obliga a ir a unas elecciones
adelantadas, perfecto. Pero en ambos casos debes tener una oposición coherente.
-¿Cómo se vuelve coherente?
-Aceptándonos y reconociéndonos
cada quien con sus diferencias. Hay unos que son de radicalismo de derecha
extremo, y otros que a lo mejor son muy blandos ante el régimen, y también hay
que reconocerlos. Hay que buscar un punto medio en el cual no se insulte a
Timoteo Zambrano ni a Julio Borges, no se insulte a Leopoldo López ni a María
Corina, y que ella no te insulte a ti. Si no pasa eso… mal pronóstico.
26-11-18
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