EFE 27 de noviembre de 2018
La vicepresidenta
de Colombia, Marta Lucía Ramírez, afirmó hoy en Miami que “todo el hemisferio”
tiene responsabilidad en “la dictadura que se instaló en Venezuela” y, por
ello, la tarea de atender la “tragedia humanitaria” venezolana tiene que ser de
todos.
Ramírez
habló así en una improvisada rueda de prensa antes de intervenir en una
conferencia sobre los desafíos y oportunidades que tiene ante sí el Gobierno
del presidente Iván Duque organizada por el diario The Miami Herald y conducida
por el periodista y escritor argentino Andrés Oppenheimer.
La
vicepresidenta subrayó que Colombia ha demostrado con creces su “generosidad”
con los venezolanos que huyen de ese país, pero subrayó que es un “problema
regional” que debe ser enfrentado con “estrategias regionales”.
A su
juicio, los fondos que se están volcando para ayudar a esos venezolanos son
totalmente “insuficientes” y todos los países y organizaciones multilaterales
deben “reaccionar” contribuyendo a un fondo de emergencia por un principio de
“corresponsabilidad”.
Para
Ramírez, unos por “indolentes”, otros por “condescendientes” y otros por
“cómplices”, todos los países del continente tienen responsabilidad en la
situación que vive Venezuela.
La
vicepresidenta subrayó que Colombia no puede seguir aceptando muchos más
venezolanos -hay cerca de un millón- y dijo que al igual que cuando una persona
se lanza al mar para auxiliar a otra, “los dos podemos acabar ahogados”.
A su
juicio hay “mucha discusión entre técnicos”, mientras los venezolanos tiene que
comer, tener acceso a medicamentos y “normalizar” sus vidas.
Además
de pedir a otros países americanos que ayuden con fondos, Ramírez defendió que
es “inaceptable” dejar “abandonados a su suerte” y condenar a la informalidad a
los venezolanos que han dejado su país, por lo que instó a que todos los países
les brinden documentos y permisos de trabajo así sea temporales.
En
respuesta a la afirmación de un funcionario del Banco Mundial, que intervino en
la conferencia, de que la emigración venezolana puede ser vista también como
una “oportunidad” para los países que los acogen, subrayó que es algo
“relativo” y aplicable a una “primera etapa” en la que salieron personas con
recursos y capacitadas.
Ahora,
se está recibiendo a personas que llegan en condiciones “precarias”, dijo
Ramírez, quien no obstante indicó que su país no está tendiendo una mano a los
venezolanos por un “cálculo” de que luego podrá sacar rédito de eso.
“La
mayor oportunidad sería el regreso de Venezuela a la democracia” y “la apuesta
de todos debe ser presionar” para lograrlo, subrayó.
Ramírez
destacó que los brotes de violencia que se han producido en campamentos de
venezolanos en Colombia han sido entre las personas allí alojadas y no descartó
que hayan sido instigados por personas que están en contra de la democracia,
las instituciones y el estado de derecho en Venezuela.
La
vicepresidenta fue también interpelada por el aumento de la superficie cultivada
de coca en su país, algo que es “una realidad” y además “inaceptable” y lo
vinculó a que el Gobierno anterior, de Juan Manuel Santos, bajó “la guardia”
durante la negociación de la paz con las FARC.
“Queremos
la paz por encima de todo”, pero vamos a actuar con “determinación” contra ese
problema, dijo Ramírez, quien indicó que ya se ha intensificado la erradicación
voluntaria de cultivos ilegales por parte de los campesinos y la que realizan
las fuerzas de seguridad.
También
en este caso defendió el principio de corresponsabilidad y subrayó que se
necesita “mucha más acción internacional” para enfrentar toda “la cadena” del
narcotráfico.
Según
cifras de la ONU, tres millones de venezolanos han abandonado su país para huir
de la crisis económica, política y social y de ellos 2,4 millones están en
países de América Latina.
Colombia
es el principal país de acogida con cerca de un millón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico