EDITORIAL ANALITICA PREMIUM jueves, 1 de agosto de 2013
Para vencer al autoritarismo se
requiere unidad de mando y un liderazgo que sepa transitar el camino, por
cierto nada fácil, para derrotar el intento absolutista de convertir a
Venezuela en una nueva Cuba.
No se trata de una elección más ni
tampoco de unas simples elecciones locales, es la ocasión de defender lo que
queda de democracia frente a un régimen que cada día se perfila más en su
carácter de mera copia de lo que se impuso en Cuba en 1959.
La presencia de todos los demócratas
en ese acto es fundamental y por ello es necesario frente a este régimen
autoritario convertirlas en un verdadero plebiscito que le ponga un resonante
alto a las tendencias totalitarias de este gobierno de dudosa legitimidad
democrática.
Por ello hoy más que nunca es
indispensable la unión de todos aquellos que creen que es fundamental la
implantación de una alternativa democrática en nuestro país frente a los
intentos de convertir a la República en una copia al carbón del régimen cubano.
En esta etapa no tiene sentido
discutir sobre lo ya convenido en las primarias de la oposición, salvo en casos
puntuales en los que, ilegítimamente, el régimen haya inhabilitado para ejercer
el cargo a un determinado candidato.
La regla de oro debe ser en esta
ocasión pacta sunt servanda, o dicho de otra manera no deshacer lo que con
tanto trabajo se fraguó. Ya quisieran muchos otros países de nuestra región
haber alcanzado algo tan complejo como lo fue la unidad de todas las fuerzas
opositoras existentes en Venezuela. Pero no sólo eso se logró sino que además
contamos con un líder que es aceptado y reconocido como tal por más de la mitad
del país.
Esta no es hora de promocionar
candidaturas fuera de lo acordado. Nada hay más peligroso en estos momentos que
abrir la caja de Pandora antes de haber alcanzado el objetivo que todos los
demócratas perseguimos. Ya habrá tiempo en el futuro para que emerjan nuevos
liderazgos regionales o nacionales, pero por ahora la unión y la unidad son la
fortaleza de la alternativa democrática .
Para vencer al autoritarismo se
requiere unidad de mando y un liderazgo que sepa transitar el camino, por
cierto nada fácil, para derrotar el intento absolutista de convertir a
Venezuela en una nueva Cuba. El camino está trazado y ahora lo que se requiere
es que todos sin reservas lo recorramos hasta lograr el objetivo de restablecer
la institucionalidad democrática en nuestro país.
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