Escrito por Pompeyo Márquez Viernes, 25 de Julio de 2014
Un poderoso movimiento de opinión se
moviliza en la dirección de un cambio de gobierno y de régimen. Esto puede unir
las distintas tendencias que se mueven en el campo de la disidencia.
Por supuesto, esta aspiración de
cambio va más allá de lo que es la MUD en estos momentos. Reconocemos los
invaluables aportes que la MUD ha dado a la creación de una conciencia
unitaria, pero hay variados sectores que están fuera de ella y que son igualmente
partidarios del cambio democrático.
El debate que está planteado en el
seno de las fuerzas disidentes es determinante para alcanzar el
restablecimiento de la república civil. El cambio a que aspiramos requiere de
la más amplia Unidad Nacional, y lo deseable es que lo motorice ese movimiento
de unidad, sin descartar el aporte que militares institucionalistas puedan dar
a esta movilización de civiles.
Hay otros factores que están
apareciendo en el escenario político nacional. Nos referimos en particular a
sectores del oficialismo desilusionados con el fracaso rotundo de los gobiernos
chavomaduristas. Es impresionante la magnitud de este fracaso, la ineficiencia
de la gestión, pero en lo fundamental el tipo de régimen que se ha pretendido
implantar que se propone “acabar de raíz al capitalismo”. El próximo congreso
del Psuv tiene una tormenta en su futuro, y por lo que vislumbró la poca
asistencia de militantes a votar el domingo pasado, el fracaso está a la vista.
Este es un momento en que una
dirección política, que ya tiene una determinada experiencia, debería
aprovechar para acelerar esas ansias de cambio. Lo cierto es que el país no
puede vivir eternamente en este estrés al que lo somete el gobierno de Maduro,
continuación directa del gobierno fracasado del comandante.
No constituye ningún extremismo
plantear que no hay solución a la crisis sistémica que vive Venezuela sin un
cambio de gobierno y de régimen. Estimamos que es un planteamiento que se
corresponde con la realidad, como lo es el hecho de que están en disputa dos
modelos de sociedades: uno autoritario y militarista que quiere doblegar al
país mediante una dictadura militar, y una sociedad democrática, el retorno a
la República civil con todas sus libertades.
Este es el momento en que debe
conformarse la más amplia unidad, y la movilización más variada, para lograr la
derrota del gobierno chavomadurista y avanzar hacia la transición a un gobierno
democrático.
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