ANTONIO
MARIA DELGADO 29 de julio de 2014
Las presiones ejercidas por el régimen
de Nicolás Maduro sobre Holanda para liberar al ex jefe de Inteligencia Hugo
Carvajal parecen haber destrabado los esfuerzos en Washington por aplicar
sanciones contra dirigentes del chavismo implicados en las violaciones de los
derechos humanos, dijeron analistas al advertir que las medidas ahora están
cerca de ser aprobadas.
La liberación del domingo del mayor
general retirado, quien es considerado por las autoridades estadounidenses como
uno de los ejes centrales del llamado “Cartel de los Soles”, está cambiando la
percepción en Washington de quienes aún le daban el beneficio de la duda al
régimen bolivariano.
“Con esto, es ahora muy probable que
las sanciones van a ser aprobadas”, comentó Antonio De La Cruz, director
ejecutivo de la firma Inter American Trends.
“Esto [la liberación de Carvajal] le
da un toque distinto a la situación en torno a Venezuela, porque con esto ya
Maduro se quitó la máscara, y queda establecido que protege a personas y a
organizaciones que están fuera de la ley”, agregó desde Washington.
Una de las señales más evidentes de
que los esfuerzos por aplicar las sanciones contra dirigentes clave del
chavismo se dio el martes en la mañana, luego que el senador republicano Bob
Corker anunció que retiraba su objeción al proyecto de sanciones impulsado por
sus homólogos Marco Rubio, Robert Menéndez y Bill Nelson.
Corker, quien se oponía argumentando
que consideraba que es más conveniente dialogar con Maduro que sancionar a sus
funcionarios, se había convertido en unos de los principales obstáculos a la
iniciativa que busca castigar a funcionarios del chavismo involucrados en
violaciones a los derechos humanos en el marco de una ola represiva emprendida
este año contra las manifestaciones estudiantiles que dejaron al menos 43
muertos, más de 800 heridos y miles de detenidos.
Varias Organizaciones No
Gubernamentales también han denunciado decenas de casos de torturas aplicadas
durante la represión, que aún continúa en el país sudamericano.
Pero si bien Corker venía sosteniendo
que las sanciones son contraproducentes para solucionar la crisis venezolana,
la liberación de Carvajal le llevó a cambiar de opinión.
“Un diálogo regional sigue siendo la
mejor opción para ayudar a los venezolanos a encontrar una solución negociada y
democrática frente a las sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos. Pero
la complicidad del gobierno venezolano con la actividad criminal que amenaza a
sus vecinos y a Estados Unidos, exige una respuesta firme por parte de nuestro
país y de otras naciones “, dijo Corker al anunciar su decisión.
El Departamento de Estado, que ha
mantenido una postura muy mesurada sobre la situación en Venezuela, también
comenzó a dar señales esta semana de que comenzaba a mirar al régimen de Maduro
con otros ojos luego de que las autoridades de Holanda y de Aruba liberaran a
Carvajal bajo presión del país petrolero.
“El gobierno de Venezuela usó toda su
influencia para ayudar a un capo acusado de narcotráfico”, escribió el lunes en
su cuenta de Twitter la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental,
Roberta Jacobson.
“La liberación de Carvajal es un uso
no debido de la inmunidad diplomática, y hace una burla de ese importante
principio”, agregó en otro mensaje.
Fuentes del Congreso dijeron a el
Nuevo Herald que el Departamento de Estado podría estar considerando tomar sus
propias sanciones contra el régimen de Maduro, en medio de señales de que
utilizó todo tipo de presiones, incluyendo amenazas económicas y militares,
para obligar a Holanda a entregar a Carvajal.
El otrora Director de Inteligencia
Militar había sido arrestado la semana pasada en Aruba bajo pedido de las
autoridades estadounidenses.
Carvajal enfrenta al menos seis casos
judiciales en su contra en Estados Unidos, y su liberación ante la acumulación
de pruebas en su contra generó gran sorpresa.
El régimen chavista, que desde un
inició declaró que no escatimaría esfuerzos para conseguir la liberación del
mayor general, venía argumentado que la detención era ilegal porque Carvajal
había sido nombrado cónsul de Venezuela en Aruba, aún cuando el otrora hombre
de confianza del fallecido Hugo Chávez no había recibido el placet de Holanda
para ocupar el cargo.
Según fuentes cercanas a la operación
que condujo a la detención, Carvajal es uno de los ejes centrales de los envíos
de cocaína hacia Venezuela realizado por el denominado “Cartel de los Soles”,
organización controlada principalmente por altos oficiales del Ejército
venezolano.
El mayor general retirado fue
implicado públicamente en el 2010 por el presunto narcotraficante venezolano
Walid Makled, quien en una entrevista concedida a la cadena Univisión declaró
que Carvajal formaba parte de su nómina.
Según el caso llevado en un tribunal
de Miami contra Carvajal, él y “otros militares y funcionarios venezolanos de
alto cargo”, asistían las operaciones del narcotraficante colombiano Wilber
Arilio Varela Fajardo, también conocido como “Jabón”, antes de que éste
apareciera muerto en la ciudad venezolana de Mérida en el 2008.
La acusación también señala que
Carvajal y los otros funcionarios del régimen asistían a Varela al permitir que
su organización exportara cocaína desde Venezuela, protegiendo a la banda de
ser capturada y suministrando información sobre las actividades de las fuerzas
armadas y de las organizaciones policiales.
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