Por Econ. Alfonso Alvarez, 01/07/2014
Boletín 186, AIPOP
Fueron suficientes 14 años para que este modelo económico, impreciso,
llegara a su fin, en medio de un control cambiario entrampado desde 2002
-actualmente hay 4 tipos de cambios- de controles de precios con pérdidas en la
producción de bienes y servicios imponiendo topes de ganancias a través de la
Ley de Precios Justos. Ahora, como novedad tenemos un control de precios en
bienes como vehículos, calzados, ropas, productos de uso personal como champú,
desodorante, productos de limpieza, lo cual también ha traído como resultado
una escasez de estos productos de un 50%.
Una inflación al terminar este año corriente por el orden del 80% y en
alimentos de un 100%, escasez de productos de consumos básicos en un 30 %, es
decir un modelo económico bajo la sombra de alta inflación y bajo crecimiento,
ahogados en una economía de puerto, que como resultado ha traído un fuerte
crecimiento de las importaciones en 1.500% en este período, y en 10 años las
importaciones ficticias corruptas suman la astronómica cifra de 70 mil millones
de dólares.
En este largo período de 14 años, la consecuencia más inmediata es que
ahora dependemos más de los ingresos petroleros, signado por la caída de
interna de la producción petrolera en un 30%, cuando deberíamos estar
produciendo al menos unos 5 millones de barriles diarios después que en 1998 la
producción era de 3.500.000 b/d, y ahora sólo se producen 2.600.000 b/d, aunado
a una PDVSA quebrada y endeudada en unos 80 millardos de dólares dentro de una
paradoja de altos precios del petróleo y un endeudamiento creciente, (único en
los países de la OPEP).
Ahora bien, después del “Dakazo” lo que vemos son anaqueles vacíos, no
sólo en las tiendas de electrodomésticos si no también en cualquier rama comercial,
como escasez de repuestos de todo tipos para cualquier marca de vehículo
(incluso los chinos), es decir una economía más resentida por la escasez y alta
inflación. A todas estas el gobierno pregona una nueva ofensiva económica y promete
“producir más”, “precios justos”, “abastecimiento pleno” y una “revolución
fiscal” olvidándose el gobierno que debe honrar los 30 mil millones de dólares
que le adeuda al sector privado para poder producir con eficiencia, y más bien
anuncia nuevas deudas en este semestre con la emisión de Bonos por unos 10 mil
millones de dólares para que la deuda total aterrice en casi 300 mil millones
de dólares, lo cual compromete seriamente el futuro del país.
Algunas fuentes señalan que las estadísticas ocultas del BCV, indican
que en primer trimestre de este año la economía sufrió una contracción entre 3%
y 4% con lo cual vamos directos a una recesión económica que usualmente ocurre
cuando la economía entra en retroceso en dos trimestres consecutivos. Esta
debacle se llama “Socialismo del Siglo XXI” nueva forma de comunismo como lo
declaró Fidel aquí en Venezuela a la periodista Vanessa Davies, es decir EL
SOCIALISMO DEL SIGLO XXI es intrínsecamente dictatorial hasta en la economía,
con consecuencias de empobrecimiento, escasez, racionamiento, destrucción de
los incentivos para la producción y expropiaciones de la propiedad privada. Por
eso jamás podrá vencer a la “Economía Social de Mercado”, donde el Estado juega
un papel regulador de las políticas públicas sociales, para una justa distribución
de la riqueza. EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI se agotó por ser hegemónico e ir en contra
de las leyes de la economía.
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