Por Jesús Chuo
Torrealba, 27/07/2014
Durante los primeros 15 días de guerra en Gaza
hubo 620 víctimas fatales del lado palestino.
En ese mismo período hubo en Venezuela 634 muertes violentas
a manos del hampa impune...
Para los que hablan si
saber de qué están hablando, es bueno que sepan que la Franja de Gaza tiene
unos 51 kilómetros de largo(algo así como el doble de la distancia que hay
de Caricuao a Petare) y un ancho promedio de unos 11 kilómetros, para una
superficie total de 385 kilómetros cuadrados (inferior a la superficie total
del Municipio Libertador de Caracas, que es de 433 kilómetros cuadrados). Allí
viven millón y medio de personas(bastante menos que las 2.114.871 personas
que sobrevivimos en el Municipio Libertador). La Franja de Gaza tiene por
un lado 40 kilómetros de costa sobre el Mar Mediterráneo, y por el otro tiene
51 kilómetros de frontera con Israel. El Estado de Israel denuncia que por la
costa llegan a la Franja de Gaza frecuentes envíos de armas y pertrechos,
especialmente cohetes tierra-tierra, almacenados en una extensa red de túneles
y lanzados periódicamente sobre poblaciones del sudeste israelí, asesinando
civiles.
HAMAS, O EL TERROR
CONTRA JUDIOS… Y CONTRA LOS MISMOS PALESTINOS
Ahora bien: ¿Quiénes
manejan esas “amas y pertrechos”? Los Territorios Palestinos están integrados
por la ya citada Franja de Gaza y por Cisjordania. En Cisjordania el control
político lo tiene la Autoridad Nacional Palestina, del grupo Al Fatah, organización
que bajo el mando del ya fallecido Yaser Arafat adelantó la política de
acuerdos de paz con Israel, siendo distinguido por esa razón en 1994 con el
Premio Nobel de la Paz, que compartió con el Primer Ministro Israelí y con el
Canciller de ese país, Isaac Rabín y Shimón Peres, respectivamente. En cambio,
en la Franja de Gaza el control político lo ejerce el Grupo Hamas, que en el
año 2006 expulsó por la fuerza a los simpatizantes de Al Fatah. Hamas
ha sido declarada organización terrorista por la Unión Europea, los Estados
Unidos, Israel, Japón, Canadá y Australia, entre otros países, y organizaciones
como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado a Hamas por
perpetrar crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra poblaciones judías
y palestinas.
MADURO: LUZ PARA LA
CALLE, APAGÓN EN LA CASA
Esas son las coordenadas
del conflicto que tiene tan “angustiada” a la cúpula gobiernera local.
Conflicto, por supuesto, que a nosotros también nos preocupa, pues toda
violencia es nefasta y toda paz es bienvenida. Pero nadie puede dar lo que
no tiene. Ser “luz para la calle y oscuridad para la casa” es traicionar la
casa. El anuncio hecho por Nicolás Maduro sobre el envío de alimentos a la
franja de Gaza se produce cuando en todo el país hay venezolanos haciendo colas
de cuatro, siete, dieciocho horas o más (hay muchos lugares donde la gente se
va el día anterior y duerme en la calle, expuestos a la intemperie y la
inseguridad) para poder comprar dos kilos de harina de maíz, dos potes de
aceite o cuatro rollos de papel higiénico. El anuncio de Maduro sobre el envío
de medicinas a la Franja de Gaza se produce cuando centenares de miles de
compatriotas están corriendo peligro de muerte porque no consiguen los
medicamentos que necesitan, desde tratamientos para la tensión arterial hasta
medicinas para enfrentar el cáncer.
LA PRIMERA MASACRE A
DETENER ES LA QUE OCURRE “POR ESTAS CALLES…”
Todos, absolutamente
todos queremos que se detenga la violencia en Gaza. Pero los venezolanos
queremos, exigimos que se detenga también la violencia en nuestro propio país:
En los primeros 15 días del conflicto en la Franja de Gaza las agencias de
prensa internacionales reportan un balance de 620 víctimas fatales del lado
palestino. En esos mismos 15 días en nuestro país han caído 634 venezolanos,
asesinados por el hampa impune y feroz. En efecto, en los primeros seis
meses del 2014 el Cicpc han contabilizado 7605 casos de homicidio en todo el
territorio nacional. Tal cifra da un promedio de 1268 homicidios mensuales, 634
cada 15 días, 14 víctimas más que las 620 registradas en idéntico periodo en la
Franja de Gaza, cuyo sufrimiento parece importarle más al “gobierno” de Maduro
que el dolor de las viudas y los huérfanos venezolanos.
UNA COSA ES SER “SOLIDARIO” Y OTRA SER APÁTRIDA…
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que
el Estado es responsable de garantizar la vida y los bienes de los venezolanos.
En lugar de ello, el gobierno hace “pactos de pacificación” con bandas
criminales, a las que respeta territorios de impunidad mal llamados “zonas de
paz”, mientras esas bandas siguen en guerra contra los ciudadanos indefensos. Esto
no puede seguir. La primera masacre que hay que detener es la que está
ocurriendo en los barrios y urbanizaciones de toda Venezuela. Un gobierno que
dice conmoverse por conflictos que ocurren al otro lado del planeta, pero que
ignora y desprecia las lágrimas y la sangre derramada por los venezolanos,
merece con toda razón el calificativo de “apátrida”.
El reclamo de “cambio” en Venezuela no es una consigna política sino un
asunto, literalmente, de vida o muerte. Sigamos construyendo juntos, pueblo
opositor y pueblo chavista descontento, venezolanos todos, el cambio necesario,
con paso firme y sin miedo.
¡Palante!
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