LUIS UGALDE domingo 20 de julio de 2014
Todos los venezolanos tenemos la
obligación de defender la Constitución y la democracia (artículo 131) que
vienen siendo violadas sistemáticamente desde el poder. Me atrevo a afirmar,
que no menos del 80% quiere rescatarlas en una República de pluralidad solidaria
y de justicia social. Todo demócrata responsable (opositor o gobiernista) debe
salir en defensa de la Constitución violada, de los derechos humanos pisoteados
y de la democracia enajenada; no basta ser espectadores, ni limitarse a hacer
cábalas y adivinanzas sobre lo que va a pasar. En mi opinión, el liderazgo
democrático se redefine y legitima ahora en la defensa y liberación clara y
contundente de la República apresada, sin dejarlo para mañana o para otros;
pero entendiendo la complejidad de los cambios y la necesidad de una visión
integral en la que la mayoría de la población se activa para lograrla
democráticamente por su futuro y el de
sus hijos.
En 2015 hay importantes elecciones
legislativas. Para que la democracia las gane con rotundidad hay que hacer
tareas claves y vencer vicios, lograr árbitros y procesos electorales
confiables y unificar candidatos plurales. Pero además en el año y medio de
aquí a la elección parlamentaria, son
necesarios cambios decisivos en el Ejecutivo para un nuevo modelo
político según la Constitución y que logre indispensables acuerdos económicos
de largo aliento y un flujo de inversión privada nacional e internacional, al
tiempo que se promueve la libre creatividad corrigiendo la actual ruta
totalitaria que lleva al desabastecimiento, inflación y desempleo.
Sé que es de mal gusto citarse a uno
mismo, pero es peor callarse por razones estéticas. Por eso, repitiendo lo
dicho en mis Sueños, sueños son, recuerdo los pasos que deben darse desde el
lado del Gobierno y que deben ser exigidos con unidad y contundencia desde la
oposición democrática. Unidad que está por hacerse.
1-"Libertad para
todos los estudiantes, alcaldes y demás presos políticos y para los
exiliados".
2- "Rescate de la
democracia con la separación de poderes públicos y con la selección
democrático-constitucional para los cargos".
3- "Eliminar la
criminalización de la oposición y el uso
del Poder Judicial para perseguir a los opositores y absolver a los
amigos".
4- "Combate frontal
de la ineficiencia, corrupción e
incompetencias gubernamentales y transformación del pobrísimo nivel de gestión
pública"; causa de la pérdida de decenas de miles de millones de dólares con delitos graves.
5- Despartidización de la
Fuerza Armada, cumplimiento de los artículos 328 y 330 ("sin militancia
política") y valoración de su misión democrática.
6- "Combate integral
contra la violencia y la inseguridad".
7- "Cultivo del
reencuentro nacional", con diálogo civilizado, imprescindible en toda
democracia plural.
8- Apuesta total a la
calidad educativa plural con esfuerzo
conjunto entre Familia, Estado y Sociedad. Nivelación hacia arriba de la
educación de los más pobres y nueva valoración social de los educadores. Políticas
públicas comunes, con pluralismo, descentralización y autonomía en la
ejecución. Financiamiento estatal garantizado y fomento de aportes voluntarios
de familias, empresas y fundaciones.
9- Pronta sustitución de
las políticas oficiales que estimulan la corrupción y empresas de maletín,
llevan al desabastecimiento, a la inflación y al gigantesco endeudamiento
público, con parálisis de la iniciativa y la inversión privada. Solidaridad con
políticas sociales para compensar los efectos duros de las medidas
inevitables para cortar esta
dilapidación.
10- Libertad de opinión e información, sin monopolio ni
control partidista-gubernamental y
sustitución de la propaganda oficial que trata de ocultar la realidad
por una llamada a toda la población a sincerar nuestra tragedia y resolverla.
Son cambios del Ejecutivo (y en él)
que tienen que hacerse en los próximos meses para empezar a mejorar. En primer
lugar en este año y medio, y no en las elecciones presidenciales de 2019, se
juega el presente y futuro de la democracia. Lo pide a gritos casi toda la
sociedad. El liderazgo de la oposición debe
exigir y exigirse con unión y tenacidad para que esos temas se
"conviertan en una formidable fuerza interior que movilice a millones para
superar exclusiones y lograr esperanzas". Los meros espectadores son
cómplices del desastre nacional.
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