Pablo Pérez julio de 2014
@PabloPerezOf
Intentar “gobernar” con una
calculadora en la mano para medir el costo político de ciertas decisiones no es
“gobernar”, sino burlarse de las necesidades y problemas del ciudadano. Como es
que tenemos una emergencia por la sequía que tiene en crisis a nuestros
embalses y no se ha declarado la emergencia.
¿Por qué no han declarado la
emergencia? Porque eso tiene un costo político y no lo quieren asumir y
prefieren seguir corriendo la arruga y haciendo anuncios parciales que demuestran
que si estamos en una emergencia, aunque no haya sido declarada como tal.
El manejo de la emergencia que por la
severa sequía ha obligado a extremar el racionamiento de agua, cosa que es casi
que normal en Maracaibo, ha sido pésimo. Típico de quienes no asumen sus
responsabilidades. Normal en quienes viven del engaño. Común en quienes sólo
están pendientes de mantenerse en el poder y no de resolver los problemas del
colectivo.
La emergencia existe de hecho y no se
toman las medidas más adecuadas del caso. No hay un control real de los
pulilavados, por ejemplo, y saben por qué no lo hay, porque no tienen las
competencias para hacerlo, ya que no han querido decretar la emergencia que les
pudiera dar esa facultad de control. Lo lógico es que dicten normas temporales
que permitan restringir el funcionamiento de todo aquel negocio en el cual el
uso del agua sea fundamental.
Mucho menos hay voluntad para
controlar el abuso de aquellos cuyo negocio es la venta de agua a través de
camiones cisternas. Ni siquiera se ocupan de garantizar que esos camiones estén
en las condiciones mínimas necesarias para que el agua pueda ser potable.
Tampoco actúan contra quienes venden a
precios exagerados el agua embotellada aprovechándose de la urgencia. Esa
especulación empeorará y no habrá quien la detenga, porque la fulana política
de precios justos es otro número de magia barata en un show.
No hay tiempo para perder. No hay
espacios para el cálculo político. No tenemos más opciones que actuar, decidir
y castigar a quienes no cumplan con las restricciones que deben normarse para
enfrentar la escasez de agua. No le hablan con sinceridad al pueblo.
Pero qué podemos esperar de quienes en
15 años no han resuelto la escasez de agua que de forma permanente sufren
centenares de comunidades en Maracaibo y otras zonas del estado. Para esas
personas no hay emergencia en la actualidad, ya que la sequía forma parte de su
normalidad.
Este tipo de conducta es casi que
normal en la Venezuela actual ¿Por qué? Porque el país está lleno de
distorsiones y no se asumen los correctivos ¿Qué tiene que ver la emergencia
por la sequía con los otros males de los venezolanos? Que todos son ejemplos
claros y hasta dolorosos del manejo irresponsable del país y sus problemas.
En el Zulia el problema del agua es la
escasez, pero en Carabobo es la contaminación que ha inundado el sistema Pao
Cachinche y que ocasiona que buena parte de los carabobeños, especialmente los
valencianos, deban consumir agua contaminada que les puede ocasionar graves
problemas de salud ¿Qué han hecho contra ese problema? Nada de nada.
No se hacen responsables por nada.
Prefieren pecar por omisión, antes que atacar los problemas del país ¿Ejemplos?
Sobran en 15 años de conducción de una Venezuela que como secuela está
arruinada económicamente y socialmente, porque el respeto y la tolerancia han
casi que desaparecido con tantos actos irresponsables.
El país se cae a pedazos y no hacen
nada. El agua se desaparece en buena parte del Zulia y ellos no toman las
decisiones que deben tomar. Eso pasa por “gobernar” con una calculadora en la
mano para medir el costo político. Mientras ellos calculan y calculan, el
pueblo sufre y sufre.
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