Por Adriana Vigilanza, 27/02/2016
El pasado 20 de febrero se
conmemoró en Venezuela la forma “Federal” de Estado que escogimos para la República , en el año 1859
y que se consagrada aún, en su Artículo 4 de la Constitución vigente, de 1999.
El 20 de febrero de 1859 es citado
como el inicio de la llamada “Guerra Federal”, que si bien algunos consideran
que comenzó con un golpe fallido contra el Poder Central ejercido desde
Caracas, ocurrido en Carabobo, en julio de 1858, la gran mayoría de los
historiadores está de acuerdo en que dio inicio
con el asalto a Coro, el 20 de
Febrero de 1859, ideado por Ezequiel Zamora, desde la isla de Curazao. Esta
fecha es colocada en todos los documentos oficiales de Venezuela y aparece también
en nuestro escudo nacional.
Paradójicamente, el 20 de febrero
de 2016, 157 años más tarde y en pleno Siglo XXI, habiendo sido aprobada por el pueblo venezolano una Constitución que
asume la forma Federal de Estado, el Poder Central de Caracas acabó, no
sólo con la forma Federal de Estado que defendía Ezequiel Zamora, supuesto
icono de la “Revolución Bolivariana”, sino con la misma forma Republicana por
la que lucharon los próceres de nuestra independencia, que se basa en gobiernos
alternativos y de elección popular, todo para dar paso a un modelo de gobierno
y de Estado de origen foráneo, principalmente, cubano, destructor de todo lo que nos
identifica como pueblo de libertadores.
Para colmo, la presente
“Revolución Bolivariana”, que considera a Ezequiel Zamora como uno de sus
iconos, el 20 de febrero de 2010 celebró en la Esquina de Piguita, El
Calvario, una supuesta llegada de Zamora a Caracas, con la presencia del
ideólogo de la destrucción de la patria, Hugo Chávez, en absoluta distorsión de
lo que el día 20 de febrero de 1859 significó para Venezuela y para el mismo
Zamora, quien se negaba a depender de la capital de la República. Baste
para probarlo su proclama de la
Federación , que reza:
.”(…) A los jefes del Ejército
Federal de Occidente. A sus compañeros
de armas. A los venezolanos todos:
Corianos:
Habéis levantado el pabellón de
la libertad de entre ese polvo de las pasiones inmundas, del abismo de la
ignominia; grande es vuestra gloria. La gratitud de la Nación será, no lo dudéis,
inmensa como su cooperación, como la unidad de su querer, con la explosión de
su valor para sacudir todo género de servidumbre. Venezolanos, salud y para
siempre Libertad!
Ni ahora ni nunca la vergüenza de
las cadenas.
VENEZOLANOS: Federación!
La federación encierra en el seno
de su poder el remedio de todos los males de la patria. No, no los remedia, es
que los hará imposibles.
Con Federación atenderá cada
Estado a todas sus necesidades y utilizarán todos sus recursos, mientras que
juntos construirán por el vínculo del Gobierno general, el gran bien, el bien
fecundo y glorioso de la unidad nacional. El orden público dejará de ser un
pretexto de tiranía, porque será la primera de las atribuciones de cada
Gobierno particular. Tendrán los pueblos magistrados de su exclusiva elección.
Volveremos la espalda, ya para siempre, a las tiranías, a las dictaduras, a
todos los disfraces de la detestable autocracia.
Coro es ya un Estado. Mientras se
verifica las elecciones conforme a las mejores doctrinas, Coro tiene ya un
gobierno propio y asumiendo el estado su soberanía, constituye una de las
grandes unidades políticas de la
Federación venezolana (…)”
Desde el año 2006 han venido
ocurriendo cambios de mucha importancia en la normativa relacionada con el tema
de nuestra forma de Estado y el reparto de sus finanzas, al extremo de que el
ex Ministro de Educación de la República Bolivariana de Venezuela, Aristóbulo
Istúriz, hoy Vice-Presidente de la República, en su discurso ante la Asamblea Nacional
con ocasión de los diez años de vigencia del texto constitucional, profirió sin
empacho la siguiente sentencia, muy propia de la doctrina chavista:
"(…) Los mejores gobernadores serán
aquellos que primero desbaraten las gobernaciones; los mejores alcaldes serán
aquellos que primero desbaraten las alcaldías y les transfieran competencias y
poderes a los consejos comunales (…)". Resaltados nuestros.
La profunda transformación del
Estado venezolano, que dejó de contar con Alcaldías y Gobernaciones realmente
autónomas y cuyas autoridades no son electas por el pueblo, en elecciones
auténticas, comenzó a vislumbrarse con claridad con el Proyecto de Reforma
Constitucional -que fue rechazado en la votación ocurrida el 2 de diciembre de
2007- donde se introdujo el concepto de
la “nueva
geometría del poder”. Pero ya desde principios del año 2007 se
escuchaba hablar de este asunto. Por ejemplo, así lo hizo el actual Vice
Presidente de la
Asamblea Nacional , Diputado Darío Vivas, en un artículo
titulado “Ley de Régimen Municipal deberá adaptarse a la Nueva Geometría
del Poder” (Agencia Bolivariana de Noticias. 16/02/2007), donde expresó:
“(…) La Nueva Geometría
del Poder establece esa nueva división política territorial que incluye
ciudades federales, comunales y espacios territoriales alejados de los centros
poblados (…) Recordó el diputado que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que
el territorio nacional está organizado en municipios y parroquias, y
para darle paso a esta nueva estructura territorial es de vital importancia la
modificación de la Carta
Magna (…)”. Resaltados nuestros.
No obstante, a partir de entonces
y pese
la ausencia de una nueva Carta Magna[1]
o de una reforma, poco a poco toda la legislación relativa a Estados y
Municipios ha venido siendo transformada para incluir referencias a las
“comunas” y los “consejos comunales”, como supuestas unidades políticas
primarias de la sociedad y ejes de referencia para la construcción del llamado
“Poder Popular”, que no cuentan con apoyo constitucional, porque son un mero
“disfraz” de poder popular. Un poder popular que, como textualmente lo decía en
la propuesta de reforma constitucional, no lo olvidemos nunca, “no nace del sufragio o elección alguna”,
cosa diametralmente opuesta a lo que quiso Ezequiel Zamora y a la auténtica democracia,
que obviamente se apoya en el poder del pueblo de elegir, libre y transparentemente, sin chantajes ni coerción alguna, a sus
gobernantes.
Esta “nueva geometría del poder”
chavista, ha desembocado en una especie de territorio anarquizado, bajo el
dominio de bandas armadas por el propio Gobierno central y la FANB, corrupta, que ahora ni siquiera les obedecen. Los
episodios de la toma de la ciudad de Maracay o la toma de la ciudad de
Porlamar, a causa del fallecimiento de líderes de esas bandas, únicos
“próceres” que le quedan al pueblo llano para “respetar”, es prueba contundente
de lo que decimos.
Venezuela ha regresado a una
época que nunca vivió antes: la Edad Media.
¡Dios y Federación!
Artículo 333
de la Constitución vigente en Venezuela:
“Esta Constitución no perderá su
vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por
cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad, todo
ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de
colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”
[1] “Artículo 347 de la
Constitución de 1999: “El pueblo de Venezuela es el
depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder,
puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar
el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva
Constitución”. Resaltados nuestros
Dra, Adriana Vigilanza
@AdrianaVigi
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