Freddy Paz 28 de febrero de 2016
@freddyspaz
Atravesamos
por una crisis que se escucha en la calle, de boca en boca, se convirtió en un
grito que el sector gubernamental pareciera no querer escuchar. Según los datos
del CENDA al cierre del mes de enero de 2016, el poder adquisitivo del
venezolano cayó 61% en un año. Un trabajador al 30 de enero de 2016 necesita un
mínimo de 2.274,00 Bs diarios para alimentar a su familia y la jornada laboral
diurna, más el ticket de alimentación suman al día 547,00 Bs, como se suple esa
diferencia?.
Dice
también el estudio del CENDA que un promedio de 26 productos alimenticios de
los sesenta (60) que conforman la canasta alimentaria no se consiguen con
regularidad: carne de pollo (entero), carne de res (bistec, molida; sopa
/lagarto), hígado de res, café, pasta regulada y no regulada, arroz regulado y
no regulado, granos (lentejas, caraotas, arvejas, frijoles), aceite, avena,
azúcar; siendo estos productos los que presentan mayor irregularidad en
comparación con los meses anteriores; también harina de maíz, harina de trigo,
sardina fresca, atún enlatado, queso blanco duro (del más económico); queso
amarillo (del más económico); margarina, leche en polvo, mayonesa, salsa de
tomate y pan (regulado) y que en los MERCALES y PDVALES solo se consiguen doce
(12) productos alimenticios de los sesenta (60) de la tan nombrada canasta
alimentaria.
Estos
números tan poco esperanzadores con los que termino el mes de enero, con los
días serán muchísimo más aterradores. Sin duda alguna un panorama muy sombrío
para los venezolanos, si tomamos en cuenta los últimos anuncios económicos
hechos por el gobierno: aumento de la gasolina, más impuestos, incremento de la
unidad tributaria que solo pretenden meter las manos del estado en los ya,
empobrecidos bolsillos de los venezolanos para enfrentar el inmenso déficit
fiscal producido por los focos de corrupción y una política equivocada,
populista y caduca aplicada por este gobierno durante los últimos 17 años.
Pero
lo que es verdaderamente espeluznante es que el país, no percibe por parte del
gobierno la más mínima señal de rectificación. Pareciera que la clase
gobernante está sentada de espaldas a un pueblo que necesita soluciones
urgentes a la profunda crisis que nos estrangula, y solamente desde el gobierno
se preocupan por hacer politiquería y propaganda, evadiendo a toda costa su
responsabilidad en este desastre y tratando de conservar sus privilegios al
costo que sea.
Vimos
a un Vicepresidente de la República rindiendo en la Asamblea Nacional una
memoria y cuenta que parecía de otro país, ese discurso lleno de maravillas
irreales se agotó. Cada día es mayor el número de ciudadanos que está dejando
de comprar la tesis conspirativa, ese cuento de que la culpa es de enemigos
externos, del golpismo, de los burgueses, de la guerra económica.
El
venezolano que sufre día a día los rigores de la crisis, que no consigue comida
ni medicinas, que se ve atrapado en la terrible trampa de la inseguridad, que
no consigue asistencia médica, que sufre apagones constantes, que padece la
falta de agua, que se sube día a día en un transporte publico cada vez peor, se
cansó del discurso de la confrontación y se niega rotundamente a seguir creyendo
que después de 17 años, los que han gobernado con todos los poderes públicos a
su servicio, con ingentes recursos producto de la renta petrolera nunca
registrados en los históricos de esta hoy golpeada patria no tengan ninguna
responsabilidad de lo que estamos viviendo hoy.
Los
problemas que nos agobian no se tapan con discursos encendidos, ni con cadenas
de radio y televisión, ni con pequeños grupos que acosan verbal y físicamente a
los diputados electos por el soberano para que les represente en la Asamblea
Nacional, que son agredidos ante la mirada complaciente de funcionarios de la
Guardia Nacional.
Este
terrible entuerto se comenzara a enderezar cuando los que nos gobiernan
entiendan que las única vía posible de recuperar a nuestro país es apartando el
maniqueísmo y la incitación al odio, convocando a todos los sectores del país a
trabajar mancomunadamente por el bienestar de todos. Hay que producir, hay que
generar empleo de calidad, hay que incentivar, impulsar y proteger a los que
generan riqueza y progreso. Pero desgraciadamente estas señales de esperanza no
están a la vista.
@freddyspaz
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