CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ 21 de febrero de 2016
El
burócrata que dirige VTV se negó a
asistir a la invitación de la Asamblea Nacional. Se trata de un canal de televisión que
estudiarán los expertos en las universidades para determinar hasta donde pueden degenerar moralmente los humanos
prevalidos de poder y para adularlo, como Dido que convertía a los hombres en
cerdos, para ver de qué eran capaces, tema sobre el que volveremos. Los
movimientos totalitarios agrupan toda suerte de discapacitados morales y
espíritus torcidos. Donde quiera que triunfan, esa Corte de los Milagros
utiliza los medios de comunicación para volcar y contagiar su rencor,
protegidos por policías, guardaespaldas y toda la arboladura del poder.
Cómodamente ultrajan desde ahí. La Corporación de Radiodifusión del Reich,
tenía el monopolio de la radio, eliminó la publicidad, la programación normal y
se propuso “crear conciencia política”, como VTV. “La radio alemana sirve al
pueblo alemán. La que no, desaparece”.
Inventaron
un receptor de bajo costo, “radio del pueblo”, que multiplicó la audiencia. Por
tosco era ideal: no sintonizaba frecuencias extranjeras. Revolucionario,
nacionalista y socialista. La atronadora voz de Hitler y otros ángeles de la
muerte llegaba hasta los confines. La barbarie de los “medios del odio”, pisó
tales extremos que los filósofos de Francfort, Adorno, Marcuse, Horkheimer,
Fromm, Benjamin, se convencieron que la radio era la bestia negra de la
modernidad. Ante la fuerza de las imágenes de la Trilogía de Nuremberg de Leni
Riefenstahl, la cineasta personal del Führer, execraron también el cine. En
muchas iglesias europeas, relieves o esculturas medievales representan
desagradables hombrecitos con alguna identificación judía, debajo o sobre una
gran cochina, en actitudes abyectas y sugerentes.
El finado hombre nuevo
Nuestro
máximo hombre nuevo de Sabaneta, inspirado tal vez en el Concilio de Trento,
una vez asoció cerdo y judío. Judensau, o saujude, (cochino judío) bramaba
Hitler en sus paroxismos. Los obligó a usar una estrella amarilla en la ropa.
Steiner piensa que el prodigioso uso del lenguaje de Hitler era “demoníaco”,
“parecía que se materializaba dentro de cada hogar”. Cree ver en los ojos
profundos y el rostro atormentado de Kafka la premonición de los ríos de
sangre, espanto y sufrimiento infernal que vendrán. Su obra sería un
escalofriante presentimiento del horror nazi. “Plaga de cucarachas” llamaba
Hitler a los judíos. Mucho antes Kafka había descrito la metamorfosis de
Gregorio Samsa en insecto, en un estilo áspero, siniestro y sublime, como un
Apocalipsis. La colonia penitenciara era un campo de concentración.
Nadie
con la monstruosa riqueza expresiva, violencia y profundidad en la perversión
de Hitler: “de cualquier albañal que levantes la tapa, de cualquier piedra
húmeda que muevas, debajo de cualquier pedazo de estiércol, saldrá asustado un
insecto: el judío”. El hombre nuevo venezolano, su discípulo local, lo imita.
Habló por VTV y en cadena de escuacas, diablos en sotanas, majunches, apátridas,
canallas, burgueses. A partir de abril de 1994 bajo el gobierno interino del
hutu Jean Kambanda, milicias asesinan un millón de tutsis, cuatro quintas
partes de los tutsis de Rwanda, 11% de la población general del país. Violaron
la inmensa mayoría de las mujeres y de ellas 66% son hoy seropositivas junto
con 30% de la población global. El Gobierno y las milicias contaban con la
revista Kangura y una emisora oficiosa, la Radio Mil Colinas o “radio del odio”
de varios locutores criminales, violentos, cínicos y apoyados, Jean-Bosco
Barayagwiza, Ferdinand Nahimana y Hassan Ngeze preparan a los hutus para
perpetrar el genocidio.
VTV deshumaniza a los opositores
Deshumanizan
al sujeto de exterminio: los tutsis eran “cucarachas”, subhombres
despreciables, inferiores, de vergonzosas costumbres. “Imbéciles bebedores de
leche” (por ser pastores) y las mujeres “prostitutas fáciles y enfermas”. “De
las cucarachas no puede nacer una mariposa… solo puede nacer otra cucaracha”.
Matarlos era combatir la plaga. Aplicaron
la lección aquí pero les falló y el capitoste de VTV no se ha enterado:
el pueblo les dio la espalda ¿Cuántos insultos, canalladas, vejámenes, mentiras
han surgido de las tripas podridas de algunas anclas de VTV?¿Cuántas amenazas,
cuántos crímenes han inducido, cuánto odio han inculcado?
“Cien
mil hombres deben reclutarse rápidamente para exterminar a los Inkotanyi (…)
porque son tutsis” (4 de junio 1994). “Alguien deberá firmar el contrato para
exterminar a los tutsis de la faz de la tierra” (13 de mayo de 1994). En los 90
apareció la “radio del odio” en EEUU, vinculada, como siempre, a causas
nauseabundas. Newt Gingrich, un apaleado precandidato republicano, antecedente
directo de Donald Trump y el Tea Party (que le pidió divorcio a su mujer en la
clínica recién operada de cáncer) y Rupert Murdoch, estimularon por miles,
locutores descabellados, racistas y terroristas. Clinton los emplazó
directamente por instigar el atentado contra el edificio gubernamental de
Oklahoma City. La sociedad democrática, generó anticuerpos, reeligió al
Presidente y paró la abominable reacción. ¿Volverá VTV a la vida civilizada?
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