Por Pompeyo Márquez
Firme la decisión de
conquistar el cambio político, esta semana, para decirlo con palabras de
Fernando Mires el pueblo venezolano tiene una cita con la historia en su
incesante lucha por la libertad y contra el régimen autoritario que utiliza la
represión, arremete contra los derechos humanos, desprecia la Constitución
Nacional y la vida de 31 millones de venezolanos.
Hay dos elementos que tienen
que ser una constante: la unidad más amplia y la lucha permanente por
conquistar la democracia e iniciar la reconstrucción de un país destruido por
un minúsculo grupo. En el curso de la lucha han aparecido los principales
puntos para un acuerdo nacional, e insistimos, debe ser concertado cuanto antes
y tenerlo como un programa mínimo inmediato que podríamos resumir en: respeto a
la Constitución; reconocimiento a la Asamblea Nacional; libertad de los presos
políticos y regreso de los exilados; detener la sanguinaria represión;
constituir un gobierno de transición nacional que suplante al de Maduro e
inicie la reconstrucción de nuestro país que tiene todas las condiciones para
hacer feliz a su pueblo. Esto indica medidas de emergencia para activar la
recuperación del aparato productivo y hacer efectiva la condición de economía
mixta establecida con absoluta prioridad en la Carta Magna.
Cuando insistimos en la firma
de acuerdo nacional viene a nuestra memoria la pequeña plataforma de unidad
nacional que condujo a la jornadas que concluyeron el 23 de enero de 1958 y el
fin de lo que se creyó iba a ser la última dictadura del siglo XX. En 1936,
después de la muerte del tirano Juan Vicente Gómez se voceaba la consigna de
“antes la muerte que una nueva dictadura”. La lucha había comenzado a cambiar
con el movimiento estudiantil del año 1928 que tuvo como principales voceros a
Villalba, Betancourt y Leoni, entre otros.
Con la amnistía de 1927 se
vaciaron las cárceles que luego fueron llenadas por la represión del siguiente
año, y se inició una nueva etapa en la lucha contra la dictadura complementada
con el Plan de Barranquilla en 1931 que le dio nueva inspiración a los combates
por la democracia.
Escribimos este comentario,
con antelación a la Jornada Nacional convocada para el 19 de abril seguros de
que será la demostración más contundente de la necesidad del cambio político
que el país reclama. Entramos en una nueva etapa ante una dictadura que agoniza
y que se sostiene gracias a una cúpula militar corrupta.
Tenemos la voluntad, la
firmeza y el coraje para conquistar democracia, libertad y una calidad de vida
decente. Dieciocho años de resistencia, con sus alzas y sus bajas, y a pesar de
los bárbaros métodos represivos, no han podido doblegar la voluntad de un
pueblo que quiere vivir en libertad.
23-04-17
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