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viernes, 22 de septiembre de 2017

¿Peor que esto? Difícil… por @DiarioTalCual


Por Fernando Luis Egaña


Venezuela está sumida en una catástrofe humanitaria en medio de una bonanza petrolera. Es desgobernada por una hegemonía cada vez más despótica, corrupta y envilecida. No es sencillo identificar un cuadro más trágico. Hay gente respetable que todavía no acierta en calibrar la magnitud del desastre, pero es un tema para otras líneas.

Teóricamente las cosas siempre --o casi siempre, pueden empeorar, comenzando por la situación general de un país como consecuencia del dolo y la negligencia de quienes lo depredan y depauperan. En el caso de Venezuela la pregunta sobre si hay algo peor que esto, es difícil de contestar. Cierto, que no hemos llegado al llegadero y el margen de deterioro existe. Cierto, que el régimen que es responsable de todo ello ha llegado a extremos mundiales de incompetencia, vandalismo y manipulación de los hechos.

Desde algunos sectores de la oposición se denuncia que Maduro y los suyos están haciendo todo lo posible para estimular la abstención y así resguardar su continuismo a través de las gobernaciones y alcaldías. Y sin entrar en consideraciones precisas al respecto, también debe reconocerse que diversos factores de la oposición política no se quedan muy atrás en el descrédito de sus ejecutorias. Lo que ha acontecido con las polémicas primarias no es un acicate para la participación popular.

Las cúpulas del oficialismo son un azote para la nación, pero no tienen la exclusividad en la materia. En la acera de enfrente, no pocos le hacen daño a las expectativas de cambio democrático, con sus manejos de trastienda y la opacidad de su proceder. Por ese camino no se construye una conducción política eficaz, sino exactamente lo contrario.


Sí, estamos en una situación que combina lo peor de todo. Y cuando la esperanza corre el riesgo de desvanecerse, o al menos de debilitarse, quien sale ganando es el que detenta el poder. En otras palabras, sale perdiendo el conjunto del pueblo venezolano. La permanencia de Maduro sólo puede significar más penurias en los más variados órdenes de la vida nacional.

Ahora bien, es probable que el auto-denominado "gobierno bolivariano" ya no tenga más allá en materia de improvisación, incuria, y afán destructivo de todo lo que no se le subordine. Respondo pues: ¿puede haber algo peor? Quizá no.

flegana@gmail.com

21-09-17




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