Por José Vicente Carrasquero
Esta historia la hemos vivido
varias veces. En la medida que se acerca un proceso electoral, los líderes de
la abstención comienzan a promover sus argumentos para no votar. Líderes prominentes
de este movimiento claman a los cuatro vientos que la MUD capituló y aceptó la
cohabitación con la dictadura. Sobre este endeble argumento arman un andamiaje
cuya debilidad fundamental se encuentra en no proponer una alternativa de
acción que se traduzca en un resultado concreto es decir, que tenga eficacia
política, que sea efectivo en la lucha contra un régimen criminal que nos hunde
cual orca asesina en las profundidades de la miseria.
Antes de continuar debo
aclarar que he criticado duramente a los dirigentes opositores que no le dieron
transición a la lucha que se dio en Venezuela a partir de Abril de 2017. Muchos
venezolanos nos quedamos esperando una explicación de cómo las elecciones
funcionaban a continuación o en paralelo con una dura batalla que logró poner a
Maduro ante el mundo como lo que verdaderamente es: un dictador de republiqueta
bananera.
El régimen pone a jugar a
todos sus mentirosos en una estrategia dirigida a aupar la abstención y
desmoralizar a quienes están dispuestos a usar todas las herramientas posibles
para seguir evidenciando que somos mayoría y que Maduro es un incapaz que
continúa en el poder sostenido por el fuego que sale de la boca de los fusiles
que no están al servicio del pueblo sino en apoyo a la invasión cubana que
ultraja nuestra venezolanidad y soberanía.
La insistencia de los miembros
del régimen en el proceso de diálogo es un instrumento que busca socavar las
bases de la oposición ya que sus estudios de opinión pública arrojan que el
tema es un flanco débil de la MUD. Insisten en que han hablado cientos de veces
con la oposición como una especie de kriptonita para fortalecer la opinión de
los abstencionistas y desmoralizar a los opositores.
Así de burda es la maniobra.
Sin embargo, no deja de sorprenderme que tenga efecto sobre un sector, gracias
a Dios minoritario, de la oposición. Que a estas alturas de lo que nos ha
pasado alguien le de crédito a la vocería dictatorial me parece un sin sentido.
Lo cierto es que el chavismo
apostó a las elecciones de Octubre pensando que la estrategia antes descrita
tendría éxito y ante una abstención masiva como la de las regionales 2013 se
podría alzar con la mayoría de las gobernaciones. Allí sí tendrían argumentos
de sobra para reclamar ante el mundo reconocimiento de un gobierno que logra
victorias en confrontaciones electorales.
Para afincarse en el
despropósito desmovilizador, el dictador usa tres instrumentos adicionales para
enfurecer a quienes le adversan: hace que el llamado a elecciones lo haga la
írrita ANC, que las corruptísimas rectoras se arrodillen ante el CNE y que
exija, como si fuese jefe de la frustrada constituyente, que los gobernadores
electos tengan que reconocer a la tropa de la ayatola Delcy.
El liderazgo opositor falla al
no contestar argumentalmente estas babosadas del bananero. ¿Con qué fuerza
política haría la írrita ANC que los gobernadores electos por millones de
venezolanos se someta a semejante bodrio fraudulento?
La elección de gobernadores
tiene que verse como un paso intermedio de una lucha de calle que volverá con
más fuerza después que habiendo demostrado de nuevo fuerza electoral se prosiga
al desmontaje de la dictadura.
No veo en esto capitulación y
lamento no estar de acuerdo con dirigentes e intelectuales que opinan en
contrario. Por el contrario, el no aceptar ir a las reuniones exploratorias es
una demostración de que se sigue en la lucha por salir de Maduro. Lamentable la
declaración del Ministro de Relaciones Exteriores de República Dominicana
asegurando que esta semana habrá reunión. Muestra falta de formación para el
manejo de conflictos de esta envergadura.
Para molestia de mucho de mis
amigos y conocidos que batallan por la no participación electoral, veo en la
abstención una capitulación. Una rendición sin dar la batalla. Un entregarse a
cambio de que una supuesta rebelión militar sacará al régimen o que la lucha
callejera comenzará nuevamente por ignición espontánea.
He leído artículos y
opiniones, he visto videos que llaman a la abstención, que denigran del
liderazgo opositor. Llenos de descalificaciones y epítetos que le quitan nivel
al debate. Respeto al que se abstiene. Es su derecho. Llamar a la abstención es
también su derecho.
Pero, en ausencia de una
acción que acompañe esa no participación electoral la abstención es servirle en
bandeja de plata a Maduro una razón para declararse legítimo ante el mundo.
Para decir que la ANC ha traído la paz.
Contrario a lo que se dice en
la redes sociales, una masiva participación electoral deslegitima al régimen,
deslegitima a la ANC y neutraliza a las corruptísimas comadres del CNE.
¿Cómo le explicaría Maduro al
mundo que después de supuestamente haber logrado un gran apoyo para su ANC,
menos de tres meses después pierde las gobernaciones del país?
Quedaría demostrado que las
corruptísimas rectoras del CNE mintieron descaradamente el día del más grande
fraude que se ha cometido contra la soberanía popular en nuestra historia.
La lucha política no se da
exclusivamente desde las visceras. La experiencia demuestra que se requiere un
cerebro frío que opere con un objetivo en mente. Del lado del gobierno hay
frialdad. Nosotros debemos responder de igual manera. El objetivo es claro:
derrocar la dictadura.
28-09-17
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