Por Jesús
Alexis González, 25/09/2017
Emigración, hace referencia al acto de alejarse de su “residencia territorial” en procura de
mejorar las condiciones de vida, en respuesta a mayores oportunidades de progreso, así como para preservar la existencia continuamente
amenazada por la inseguridad social y jurídica. Implica entonces, establecerse
(trasladar su domicilio) en un lugar diferente al de origen o al escogido por
voluntad, en la búsqueda de nuevos
horizontes que en un concepto amplio incluye el exilio entendido como un éxodo
por problemas políticos. Es de
resaltar, y según se desprende en reconocidos trabajos de investigación, en el
período 2012-2017 se estima una
emigración desde Venezuela de 1,5
millones personas (mayoritariamente jóvenes).
El Índice
Mundial de Miseria (Johns Hopkins University), se sustenta en los análisis
sobre desempleo e inflación
complementado con el comportamiento y ponderación de las tasas de interés activas y del crecimiento
anual del PIB per cápita (relación entre el PIB y la cantidad de
habitantes); con el propósito de medir
la miseria (no mide la pobreza) asumida como el efecto causado por el
deterioro de las variables económicas fundamentales sobre la calidad de vidade la población
entendida como las condiciones en que vive una persona al punto de hacer o no
hacer que su existencia sea placentera y
digna de ser vivida, o que por el contrario la llenen de aflicción(abatimiento, tristeza, molestia o sufrimiento
físico).
Venezuela, nuevamente ocupó en 2016 el primer puesto
como “el país más miserable del mundo” con
573,4 puntos (Argentina se situó en
el segundo puesto con 83,8 puntos);
calificativo que viene ostentando desde 2013. De igual modo, y según refleja el
Índice de Miseria de Bloomberg,
Venezuela ha ocupado en los años 2014, 2015 y 2016 el primer lugar como el país
más miserable.
La pobreza,
hace referencia a las personas que no
cuentan con lo necesario para vivir dignamente, es decir que carecen de los
recursos para satisfacer sus necesidades muy especialmente en materia de
alimentación, asistencia sanitaria, educación y de una vivienda apropiada.
Resulta pertinente, hacer mención al término por debajo de la línea de pobrezautilizado para calificar a un
hogar cuando sus ingresos no le permiten cubrir
la canasta básica de alimentos, siendo una situación que de extenderse en
el tiempo conducirá inexorablemente al país hacia la pauperización (proceso de empobrecimiento de la población). Emerge
una interrogante con obviedad de respuesta:¿La
población venezolana actual puede calificarse de pauperizada?
La Encuesta sobre “Condiciones de Vida en Venezuela (ENCOVI)
de Febrero 2017 con datos 2016, reflejó que el 81,8% de los hogares vive en la pobreza al extremo de
habernos“consolidado” como el “más pobre
de América Latina” con el agravante que hemos “avanzado” en pobreza extrema (falta de recursos para
poder adquirir una canasta de bienes y servicios) desde un 49,9% en 2015 a cerca de un 82%
en 2017, en un contexto donde apenas un 18% de los hogares puede considerarse como “no pobres”; a la par de
un desempleo superior al 21% y una
hiperinflación que puede superar el 1.500%
acumulado para finales de 2017, lo cual evidentemente continuará induciendo
un “desprecio” hacia conservar nuestro
signo monetario,impulsando en consecuencia una mayor presión sobre los
precios (más inflación) en la desesperación de comprar algo (frente a una
“vitrina” con poca oferta) antes que el bolívar no permita adquirir casi nada,
al punto de propiciar una ilusión
deescasez monetaria habida cuenta de su ausencia en la banca (¿ahorrar para
luego comprar menos?) ya que el bolívar se encuentra “retenido en los bolsillos” (disminuyendo la velocidad de
circulación) esperando la aparición de cualquier oportunidad de demanda.
Lo que más enardece al venezolano (que apacigua
almacenando el descontento para para “dejarlo salir” en cualquier evento
electoral), es que la Venezuela pobre y
miserable de la actualidad ha devenido a pesar que en los últimos diez (10)
años (2007-2016) al régimen chavista-madurista le ingresó cerca de ¡US$ un billón! por venta de
hidrocarburos; monto que les resultó
“insuficiente” para impedir que en el presente unos 3.200.000 habitantes se encuentren en un estado de pobreza extrema (más
del 10% del total poblacional), aunado a una destrucción generalizada del nivel de vida (grado de progreso y
bienestar alcanzado por la población). El gobierno (¿?) afirmó recientemente,
que en 2016 la pobreza bajó (¡!) desde
un 19,7% a un 18,3% y que igualmente la miseria
bajó (¡!) de 4,9% a 4,4%; cifras que
escenifican un gran cinismo (actitud
de mentir continuamente de forma impúdica y deshonesta).
Reflexión
final. En lugar de “huir hacia adelante” a la luz de una “esperanzadora emigración”, debemos
reorientar el pensamiento hacia el territorio patrio y convencernos que luchando unidos esgrimiendo la
Constitución como “arma mortal”,
podremos con seguridadrescatar la
capacidad de soñar.
Econ. Jesús
Alexis González
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