Andrés Venegas Loaiza 12 de abril de 2018
La
crisis de deuda venezolana logró ayer un nuevo hito al dejar vencer el pago de
un título de Electricidad de Caracas (Elecar) que supondría un desembolso por
US$650 millones más los intereses, avaluados en US$27,6 millones que cuentan
con 30 días de período de gracia. Con este, son 18 los bonos vencidos del país
socialista, a los que se suman dos más que se encuentran en periodo de gracia
con vencimiento el 16 y 30 de este mes.
Según
información suministrada por Rendivalores, casa de bolsa venezolana, todos los
bonos que se encuentran vencidos mantienen atrasados los pagos de intereses,
pero ninguno el capital. Las obligaciones en periodo de gracia suman US$228,80
millones, mientras que el total de los bonos vencidos es de US$2.664,20
millones, lo que genera a Venezuela un default de US$2.893 millones. Este año
también vencen dos bonos soberanos y amortiza uno de Petróleos de Venezuela
(Pdvsa).
Alejandro
Guilarte, analista financiero de Rendivalores, explica que ahora que estos
bonos están en default, los inversionistas tienen la potestad de acelerar la
deuda. “Esta cláusula se denomina ‘acceleration’ y permite a los inversionistas
adelantar el cobro del título e intereses antes del vencimiento, con la
condición de tener 25% a favor”. Sin embargo, Guilarte asegura que mientras con
los bonos soberanos estas cláusulas se pueden aplicar inmediatamente, con Pdvsa
o Elecar “se debe esperar un período de 30 días después de la activación de la
aceleración para aplicar la cláusula a otros títulos”.
Guilarte
asegura que el caso de Elecar es “bastante particular”, pues el incumplimiento
de cualquier pago de su deuda no activa la cláusula, es decir “no provoca
default en bonos Pdvsa o Venezuela”, lo que hace que el vencimiento sea
riesgoso.
El
incumplimiento del gobierno venezolano con la deuda se incrementó en el último
trimestre de 2017 tras las sanciones de Estados Unidos. En octubre,
Corpoelec incumplió y se declaró en default, sin embargo, a la jornada
siguiente se realizó el pago revirtiendo la situación. El 2 de noviembre el
presidente Nicolás Maduro anunció la reestructuracion y
refinanciamiento de la deuda, y desde entonces el Banco Central es
hermético en su información.
Nicolás
Prieto, analista de renta fija de Alianza Valores, asegura que un país se
declara en default “cuando los indicadores de riesgo están en zonas en las
cuales no habían estado antes” y los inversores pueden determinar que las
finanzas del país no dan para pagar la deuda. “Cuando se presenta esto los
inversores en bonos de deuda sacan su dinero y se van a otro lado”, asegura
Prieto, quien agrega que el hecho de que los inversores se mantengan puede
significar que tienen una visión positiva de Venezuela en mediano plazo, “tal
vez por un buen desempeño del petróleo”.
Inversores
aún aguardan por pagos
Tras
estas acciones, la Asociación de Operadores e Inversores de Deuda de Mercados
Emergentes anunció en el último trimestre de 2017 que los bonos emitidos por la
petrolera Pdvsa se negociarían “sin cambios”, es decir, sin considerar
intereses acumulados, debido a la poca esperanza de que el Gobierno pueda cumplir
con los pagos atrasados. Mientras las calificadoras mantienen a Venezuela con
calificación en “default selectivo”, lo que significa que elpaís solo cumple
con una parte de la deuda, es decir, pese a tener diferentes acreedores, le
debe a algunos en particular y no a todos.
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