Por Rafael Uzcátegui
Es de dominio público que el
sistema nacional de medios asegura, a través de diferentes voceros, que la Gran
Misión Vivienda (GMVV) ha construido tres millones de casas en el país. Para
quienes sintonicen tarde las políticas habitacionales venezolanas, recordamos
que la GMVV fue la política estatal implementada a partir del 1 de mayo de 2011
para acortar el rezago en vivienda y hábitat respecto a las iniciativas que
habían sido promovidas para otros derechos sociales, como salud y alimentación.
Si el dato de los tres
millones fuera cierto, significa que bajo Nicolás Maduro se habrían construido
500.000 viviendas durante el año 2019. Para un país con retrocesos como
Venezuela esto es materialmente imposible. 12 meses caracterizados por la
profundización de la emergencia humanitaria compleja, la crisis económica y de
servicios básicos así como la migración forzada de venezolanos. Y, para el
sector construcción, el alto desempleo dentro del gremio, las cifras más bajas
de los últimos 31 años en el Producto Interno Bruto (PIB) según el Banco
Central de Venezuela (BCV) y la literal paralización de las empresas básicas
que suministraban insumos para la GMVV (cabillas, cemento, etc).
En cambio, luego de una
rigurosa revisión hemerográfica de ocho medios de comunicación estatales, casas
entregadas donde se identificó su localización, la suma de viviendas entregadas
a sus beneficiarios durante el 2019 arroja la cifra de 4.820 casas.
Si revisamos los datos de
dos países de la región donde no hay crisis económica sino crecimiento, nos da
elementos adicionales para refutar el medio palo. En Perú, el gobierno
construyó durante el 2019 la cantidad de 75.003 viviendas. En Ecuador el plan
“Casa para todos” del gobierno edificó 80.000 viviendas durante el mismo
período.
¿Cómo se hace plausible la
mentira? Legitimándola con la credibilidad de otro. En vivienda, pero también
para otros derechos humanos, el gobierno de facto intenta utilizar a la
Organización de Naciones Unidas (ONU) para darle un barniz de veracidad a sus
delirios verbales.
El 29.05.19 el diario
oficialista Correo del Orinoco realizó una nota periodística en la que afirmaba
que durante la Asamblea de ONU Hábitat, realizada en Kenia del 27 al 31 de
mayo, este organismo “reconoció a Venezuela como país líder en el derecho a la
vivienda”.
La fuente de la información
era un mensaje de la cuenta twitter @IMVillaroel, perteneciente al ministro de
Vivienda y Hábitat, que rezaba: “La ONU Hábitat reconoce a #Venezuela como país
líder en derecho a la vivienda. La #GMVV avanza para garantizarle a cada
venezolano un hogar digno”.
Sin embargo, el sitio web de
Onu Hábitat, correspondiente a la Asamblea ONU Hábitat, no fue posible ubicar
el supuesto reconocimiento a la GMVV por algún funcionario de ONU Hábitat. El
tema central de esta primera reunión multilateral del organismo fue “innovación
para una mejor calidad de vida en ciudades y comunidades”, siendo las tres
iniciativas destacadas en el transcurso de las deliberaciones los edificios
construidos completamente de madera; la tecnología móvil para garantizar que
las mujeres puedan moverse libremente y sin miedo en la ciudad y, por último,
las ciudades flotantes, ninguna de las tres ni de chiste ubicadas en Venezuela.
Es difícil pensar como una política pública de carácter cuantitativista,
cantidad de casas construidas, pueda considerarse a estas alturas como
“innovación”.
Otra información similar,
cuya única fuente era un tuit, fue cuando se aseguró que se había acordado una
“agenda de trabajo” con la directora ejecutiva del Programa ONU Hábitat, Maimunah
Mohd Sharif. El encuentro se produjo en el contexto del Día Mundial de las
Ciudades, 31 de octubre, que para 2019 se realizó en la ciudad rusa de
Ekatherineburgo. Sin embargo, no se ha revelado ninguna información adicional
sobre qué consiste dicha “agenda de trabajo”.
El 27.11.18, el sistema
público de medios divulgó la noticia sobre un supuesto reconocimiento de la ONU
a los logros de la GMVV. En esa fecha el viceministro venezolano de Relaciones
Exteriores para África, Yuri Pimentel, tuvo una reunión con Sharif.
Los resultados de la reunión
fueron divulgados por el funcionario, quien aseguró que la directora de ONU
Hábitat “resaltó la labor de la GMVV y la catalogó como un modelo de
construcción social que sirve de ejemplo para los pueblos de Latinoamérica y el
Caribe” expresando además “su disposición para colaborar con Venezuela en
materia de hábitat y vivienda”.
En esa fecha, tampoco hubo
alguna declaración de Sharif sobre Venezuela ni en el sitio oficial de la ONU
ni en el portal de ONU Hábitat. Resulta curioso que, si una funcionaria de tan
alto rango opina sobre la GMVV como “un modelo de construcción social
ejemplar”, no haya sido invitada oficialmente a visitar y conocer en persona
esos urbanismos tan inspiradores. Y si usted piensa que es porque está muy
ocupada en labores de oficina, sepa que por esos días la funcionaria había
realizó una visita oficial a México, durante los días 8 y 9 de noviembre de
2018.
Maduro siendo Maduro, en
este 2020, es una raya. Por eso necesita préstamos de prestigio para hacer
creíbles las cifras de alegres de los inexistentes resultados de su gestión.
Una pena para los reales sufrimientos de la población, que deben irse a otro
país para encontrar un futuro con futuro, el mismo que el paraíso bolivariano
les niega.
Coordinador general de
Provea.
26-02-20
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