David Alandete 23 de febrero de 2020
La
Casa Blanca va a publicar su primera estrategia de seguridad para el continente
americano desde 2004
Washington
vuelve a barajar varias opciones de intervención militar para destituir a
Maduro
Más de un año después de que Juan Guaidó jurara
el cargo de presidente encargado de Venezuela, y ante la resistencia del
régimen de Nicolás Maduro y su intento, sobre todo, de tomar
el poder legislativo por la fuerza, el Gobierno de Estados Unidos vuelve a
barajar una intervención de tipo militar, con una gran diferencia respecto a
2019: ahora Washington detecta una mayor disposición al uso de la fuerza por
parte de sus aliados en América Latina.
Según dijo el viernes a ABC un alto funcionario de
EE.UU. en un encuentro en Washington con un reducido grupo de periodistas, «al
principio en 2017, cuando el presidente [Donald Trump] hablaba con otros
líderes de América Latina sobre la necesidad de opciones militares, lo que no
significa necesariamente una invasión completa, los líderes de la región se
mostraban escépticos, reticentes».
Ahora, dice ese alto funcionario, esos líderes de
América Latina han cambiado de parecer y creen que la opción
militar es adecuada. «Hoy, todos los líderes de la región dicen: es probable
que tuvierais razón, es probable que debamos ser más proactivos». Según esa
fuente, no sólo el Gobierno y las agencias de inteligencia de EE.UU. coinciden
en esa evaluación, sino también los aliados de Washington en la zona. Estos son
principalmente Brasil, Colombia y Ecuador.
Con respecto esas opciones militares, el alto
funcionario de EE.UU. asintió al ser preguntado por un bloqueo
naval para cortar de raíz el tráfico con petróleo venezolano y su
envío a Cuba. El alto funcionario rehusó dar más detalles, alegando que no
puede revelar las opciones que baraja el Gobierno para facilitar la caída de
Maduro. Para ese bloqueo debería desplegarse la Armada estadounidense, o las de
sus aliados, en el Caribe.
Último recurso
«¿Quiere decir esto que es necesaria una intervención
militar en Venezuela? Esperamos que no. Como es patente, las
opciones militares tienen un rango que no significa necesariamente una invasión
completa de Venezuela, algo que en sí mismo sería una verdadera hazaña», añadió
esa fuente.
El 30 de abril el Gobierno de EE.UU. respaldó un
pronunciamiento de Guaidó, Leopoldo López y un grupo de
militares que acabó fracasando por la traición en último momento de destacadas
figuras del régimen como el ministro de Defensa Vladimir Padrino y
el presidente del Tribunal Supremo Maikel Moreno. A principios de
2019, varios altos funcionarios estadounidenses advirtieron repetidamente a
Maduro del uso de la fuerza, pero dejaron de hacerlo tras el fracaso de aquel
pronunciamiento.
Nueva estrategia de seguridad
El mismo alto funcionario reveló que la Casa Blanca
está trabajando en su primera estrategia de seguridad para el continente
americano desde la que George Bush hijo aprobó en 2004. Esa
estrategia, que se hará pública en aproximadamente un mes, constará de cinco
grandes puntos y uno de ellos está dedicado a la preservación de la democracia
en todo el continente, con menciones expresas a Venezuela y Cuba.
Su objetivo es lograr un continente americano libre de dictaduras, lo que pasa
por provocar cambios en esos dos países y también en Nicaragua.
El funcionario afirma que Trump considera la crisis en
Venezuela una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. «El presidente es
consciente, ha visto de primera mano, los fallos de nuestras prioridades en
materia de seguridad nacional. Cada día se pierden vidas de estadounidenses por
el régimen de Venezuela. Vemos esos flujos, que como saben le importan mucho al
presidente, de narcóticos y drogas», asegura. Washington, añade, ha
identificado las tres rutas principales de la droga
venezolana, que enriquecen al régimen: por el Caribe, por América Central y por
México.
Además está el problema de la crisis migratoria,
con cinco millones de refugiados. «Se trata de la mayor crisis
humanitaria en la historia moderna de esta región, y está desestabilizando a
nuestros vecinos», afirma. «Si Colombia llegara a desestabilizarse por las
acciones de Maduro en Venezuela, ¿qué significaría eso para nuestra seguridad
nacional? Sería algo muy feo».
Este alto funcionario también afirma que ha avisado a
la española Repsol, además de a otras petroleras, de que es hora de
replegarse totalmente de Venezuela y poner fin a sus negocios con el
régimen. «Les hemos puesto sobre aviso, sus actividades con Maduro y Pdvsa [la
petrolera estatal] deben acabar», dijo.
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