Mary Kenny 22 de febrero de 2020
@MaryKenny4
Hay consejos que nunca pasan de moda, como estas que
propone un pequeño libro que fue publicado por primera vez en 1936, que se
titula: How to be a Good Husband (Cómo ser un buen marido).
Es, previsiblemente, divertido aunque anticuado. No
crea -le dice a los hombres- que está guapísimo con unos pantalones bombacho y
de colores, sobre todo si su esposa lo desaprueba. Nunca use una chaqueta,
excepto con traje de franela blanca. Y si alquila una casa para las vacaciones,
no despida a la sirvienta durante ese tiempo – sería más trabajo para su pobre
esposa.
Sin embargo, a pesar de todos sus elementos
arcaicos, este pequeño libro parece seguir teniendo cierta relevancia hoy:
ha sido reimpreso doce veces por la Biblioteca Bodleian, desde que fue
rescatado por primera vez, en 2008, de los archivos de los años 30. Algunos de
los consejos seguramente tocarían la fibra sensible de cualquier consejero
matrimonial de hoy. “No pienses que no le estás haciendo caso a tu esposa”,
aconseja. “Si una esposa tiene fallos, él [el esposo] debería tratar de cerrar
los ojos ante ellos”.
Estos son algunos de los consejos conyugales que
propone el libro:
Un marido debe interesarse por los intereses de su
esposa. Y ser franco en tema de
dinero. “Cuéntele a su esposa todo sobre sus finanzas y no le oculte cifras”.
En una nota sorprendentemente progresista, se recomienda tener cuentas
bancarias separadas, en lugar de una cuenta compartida.
No le “cuente a su esposa inexactitudes terminológicas que, en inglés llano, son mentiras. Una mujer
posee una intuición increíble para detectar incluso pequeñas desviaciones de la
verdad”.
No juzgue a los amigos de su esposa. Preste atención tanto a su amiga más aburrida,
la señorita Prudence Dowdy, como a su amiga más seductora, la señorita Dolly
Dimple (los llamaríamos estereotipos, pero aún así sigue siendo un buen punto).
No diga una cosa y haga otra. “No le diga a su esposa que la ama para tratarla
después como basura”. Una esposa no es “un juguete”, sino “una compañera de
vida”.
“No sea grosero con su esposa. La mayoría de las mujeres aprecian mucho más que
los hombres los modales refinados”. El respeto y la estima son vitales en el
matrimonio.
No sea demasiado exigente y nunca critique a su esposa
delante de otros. Tenga sus hobbys
y deje que su esposa tenga los suyos. Pero no continúe con actividades
recreativas peligrosas una vez casado.
El consejero anónimo da por descontado que los hombres
adoran los automóviles. Sin embargo, aconseja al buen marido que “si le
preguntan si es mejor un coche en el garaje o un niño en la cuna, no dude en
elegir lo segundo”.
Algunas buenas ideas siempre seguirán siendo válidas.
Tomado de: https://www.lafamilia.info/amor-y-matrimonio/como-ser-un-buen-marido-consejos-de-los-anos-30
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