Luis Manuel Esculpi 18 de febrero de 2020
@lmesculpi
El
haber permanecido más de dos décadas imponiendo el régimen político, les
permite adquirir un aprendizaje y una experiencia nada despreciable. Por más
prominentes que sean sus fallas y notables sus carencias, como efectivamente lo
son, es innegable que durante ese tiempo han logrado algunas destrezas, en el
manejo táctico y en el diseño de estrategias. Indudablemente la asesoría cubana
en áreas claves y más recientemente la rusa, han sido factores determinantes en
el alcance de esos logros
Por
supuesto, son capaces de utilizar cualquier arma para conseguir los objetivos,
sus manejos inescrupulosos no conocen límites, los parámetros éticos no
constituyen impedimentos a sus prácticas corruptas, los resultados no son
obtenidos mediante un “juego limpio”; el permanente empleo de esos métodos no
nos pueden conducir a negar la existencia de otras habilidades en su conducción
política.
Si
empleamos unos ejemplos recientes podremos ilustrar mejor la significación de
nuestra afirmación inicial; durante buena parte del año pasado su discurso se
centró en manifestarse en favor de la paz y partidarios del diálogo,
aparentaron colaborar en las conversaciones promovidas por los noruegos, aunque
propiciaron la ruptura y entre tanto adelantaron el “Plan B”, diseñando la instancia
para promover una “oposición leal” en función de las elecciones parlamentarias;
obviando la exigencia de la elección presidencial libres, de acuerdo a las
condiciones planteadas en Oslo y Barbados.
Simultáneamente
utilizando todos los recursos , las trampas, artimañas y las barbaridades
conocidas con el nombre de ” operación alacrán” para promocionar así la ilegal
e ilegítima elección de una directiva de la Asamblea Nacional, distinta a la
legítima reconocida nacional e internacionalmente presidida por Juan Guaidó.
Todo
en función de intentar validar y limpiar su imagen con la convocatoria de
elecciones de los diputados a la Asamblea Nacional, objetivo difícil de
cumplir, sí como se ha anunciado los países que respaldan a la Asamblea
legítima , no reconocerán unas elecciones realizadas sin las condiciones
exigidas.
El
firme rechazo a ese diseño estratégico del oficialismo por parte de la fuerzas
democráticas, no implica subestimar en primer término su existencia y luego la
coherencia y constancia con la que actúan para imponer más que un modelo
político, un proyecto de poder, para mantenerse a como dé lugar, convirtiendo
su permanencia en un fin en sí mismo.
Otra
área donde han logrado adquirir la destreza comentada al principio de esta
columna, es la de comunicación y actúan igualmente con coherencia y constancia,
además con la inmensa ventaja que significa la aplicación de la censura y la
autocensura y el control ejercido sobre los medios de comunicación masivo, sin
embargo despliegan a través de sus laboratorios en las redes sociales, una
intensa campaña de desinformación, intimidación y distracción para desvía la
atención de los principales problemas que confrontamos los venezolanos.
Por
inverosímiles que nos parezcan las versiones novelescas de Jorge Rodríguez en
las ruedas de prensa, colocan temas previamente seleccionados en la agenda de
la opinión pública; entre sus seguidores más duros tienen eco y son repetidas
permanentemente en la comunicación con los sectores allegados, cumplen con esa
función de orientación a la militancia del PSUV.
Las
fuerzas democráticas tienen que superar las limitaciones objetivamente
existentes, confrontado con creatividad la política comunicacional, y en el
desarrollo de su propia estrategia autónoma, aunque existen avances en esa
dirección, las exigencias planteadas requieren un máximo nivel aún de
superación en la transmisión e información a la mayoría, de la política e iniciativas
decididas por la conducción unitaria para enfrentar con éxito la estrategia y
la acción comunicacional del adversario. Ese constituye uno de los más urgentes
e importantes desafíos del presente.
Luis
Manuel Esculpi
@lmesculpi
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