JEAN MANINAT 21 de febrero de 2020
@JeanManinat
Todo
en familia, como los Ceaucescu en Rumanía, los Milosevic en Serbia, y los
Ortega en Nicaragua. Todo el poder a la pareja…perdón al pueblo
Coletas
ha habido con menos y mayor prominencia. Viejos rockeros, inmutables surfistas
encallados en la arena, Hells Angels de fin de semana, Soixante-huitards
anclados en las barricadas parisinas, extravagantes modistos, todos dispuestos
a llevar sus melenas atadas en una cola -toda una declaración de identidad- con
la misma seguridad que el Príncipe de Salina llevaba sus frondosas patillas en
escoja usted cuál Gatopardo le gusta más: si el de la novela de Lampedusa, o el
de la película de Visconti. Nunca nos pondremos de acuerdo.
Al
más notorio de nuestros días ibéricos, sus padres lo bautizaron con el nombre
de un prohombre del socialismo español, Pablo Iglesias, fundador del PSOE, y le
perturbaron la existencia. Tenía que vivir a la altura de tanto despropósito
parental y se hizo militante de la Unión de Juventudes Comunistas de España, se
dejó crecer la coleta, se juntó con alguien llamado Monedero -of all names-
aprendió dos o tres cosas del Gramsci turinés y otras tantas del de los
Cuadernos de la Cárcel, y con esas pálidas herramientas teóricas se dedicó a
ejercer el oficio de “tertuliano” despotricando de la clase política y alabando
al galáctico comandante y a Cuba en programas de televisión abiertos
democráticamente a todas las opiniones. ¡Ah la democracia, el mejor de las
sistemas y el más expuesto que parió la humanidad!
De
tonto no tiene un pelo, detectó el malestar ciudadano que corroía España, fundó
Podemos y la emprendió contra la “casta” que le abrió sus plató como si de una
gracia se tratase, (¿les suena familiar?). Cosechó un éxito indiscutible y hoy
tiene al astuto presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, comiendo
alpiste de su mano. Y lleva su maletín de vicepresidente no sin cierto orgullo,
se desplaza en coches oficiales (¿tendrá escolta?) como un miembro más de la
“casta” que tanto denostaba. Porque hay “castas de castas” y la suya de
pantalones vaquero y pelo largo es de las más nobles.
Tan
noble es, que se dispara un chalet para que retoñen como es debido sus retoños
en medio de tanta podredumbre capitalista, y pone su compra a referendo entre
sus militantes para que aprueben su opción inmobiliaria. ¡El partido es una
gran familia inclusiva y progresista! Y como prueba de que Unidas Podemos
nombra a su compañera segunda de a bordo en la dirección del partido y el
momento llegado la promueve a ministra de Igualdad del gobierno del cual él es
vicepresidente.
Todo
en familia, como los Ceaucescu en Rumanía, los Milosevic en Serbia, y los
Ortega en Nicaragua. Todo el poder a la pareja…perdón al pueblo. La “casta” de
las coletas progresistas hace lo que le viene en gana, al fin y al cabo las
formas son burguesas y el partido la aplaude. Lo llevaron al Gobierno de España
y eso se agradece. Para nuestro gusto, toda coleta pasada fue más genuina.
JEAN
MANINAT
@JeanManinat
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