Por Eddie Ramírez, 01/02/2013
Como reacción cobarde a la solicitud
humanitaria de una jovencita de 15 años para que pongan en libertad a su padre,
quien tiene severos problemas de salud, Nicolás Maduro convocó a los familiares
de los ciudadanos simpatizantes del chavismo que fueron asesinados el 11 de
abril, para que rechazaran la petición de Ivanna, la hija de Iván Simonovis.
En un discurso plagado de mentiras sobre lo
que ocurrió ese fatídico día, Maduro sigue con la prédica de intentar cambiar
la historia. Ese 11 de abril del 2002 cayeron 19 venezolanos, nueve
relacionados con la alternativa democrática y nueve con el sector oficial. A la
fecha se desconoce quiénes los asesinaron porque los rojos se han negado a
constituir una Comisión de la Verdad que determine los hechos. El excelente
libro “Las balas de abril” del acucioso periodista Francisco Olivares, “verdades,
mentiras y videos” de Albor Rodríguez y “El silencio y el escorpión”, son tres
libros que todos los venezolanos deben leer para conocer la verdadera historia
de la masacre permitida por Hugo Chávez.
Emplazamos a Maduro a que se atreva a
promover una discusión del expediente sobre estos sucesos con asistencia de los
familiares de las víctimas adeptas al oficialismo, a los que convocó el día de
hoy. Allí, estos familiares engañados se darán cuenta de que ninguna de las
balas que asesinaron a sus deudos provino de los efectivos de la policía
metropolitana y que Simonovis, Vivas y Forero hicieron todo lo posible por
convencernos de no acudir a Miraflores porque estaba al tanto que el chavismo
tenía apostados a simpatizantes armados. Lamentablente, al día de hoy no se ha
determinado los nombres de los asesinos. Por lo pronto Maduro logró que el
tribunal, sumisamente, aplazara la audiencia.
¡No más prisioneros políticos, ni
exiliados!
Eddie Ramírez es miembro de Gente del Petróleo
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