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domingo, 3 de febrero de 2013

Ante la situación constitucional y electoral harto difícil, ¿Es propicio el resquebrajamiento de la Unidad Democrática del país?


Mensaje con Destino: la pérdida de la unidad democrática equivale a destrucción de la República.

Por Jesús González Briceño, 03/02/2013

En esta situación muy desfavorable que vive actualmente el país ante la pérdida de las elecciones presidenciales y las regionales pasadas y los escenarios dibujados en el futuro próximo, con unas eventuales elecciones presidenciales y casi seguras municipales, la sustitución de tres rectores del CNE,  magistrados del TSJ y contralor general de la República, en algo más de medio año, surgen en el campo opositor antichavista y anticastrista, perspectivas nada halagüeñas, con disidencias, incongruencias tácticas, estratégicas y políticas, contrariedades, diferencias, divisiones y personalismos entre los factores políticos, grupos de electores, sociedad civil, que de concretarse, ante el escenario electoral, político y constitucional actual, nos conducirán inexorablemente a la pérdida de la República y de todo nuestra idiosincrasia e institucionalidad que facilitarán aún más y muy pronto el advenimiento de un Estado castro comunista a imagen y semejanza de Cuba y sus antecesores soviéticos. No es necesario ser mago ni zahorí para vislumbrar algo que está claro y evidente ante nuestros ojos.

La interpretación del artículo 231 de la Constitución de la Sala Constitucional y de todo el Tribunal Superior de Justicia, el 9 de enero de 2013, no debe asumirse solo como una cuestión legal aislada y limitada  al caso en cuestión, sino como una decisión programática y totalitaria respecto al inmediato devenir político-constitucional del país, al asentar el criterio jurídico que …la juramentación debe cumplirse  y así será…, y agregó que, sin embargo, aún no se ha determinado el lugar, la fecha, ni cómo se realizará el acto, indicando además … que no es necesaria una nueva juramentación para Chávez, porque se trata de un mandatario reelecto. No es la primera vez que se utiliza un lenguaje confuso y enredado en decisiones del TSJ. Y lo más grave de la Ponencia Conjunta, en su resolución, es que En atención al principio de continuidad  de los Poderes Públicos y al de la preservación de la voluntad popular, no es admisible que ante la  existencia de un desfase cronológico entre el inicio del período constitucional y la juramentación de un Presidente reelecto, se considere que el gobierno  quede ipso facto inexistente. En consecuencia, el Poder Ejecutivo (constituido por el Presidente, Vicepresidente, los ministros y demás órganos y funcionarios de la Administración) seguirá ejerciendo cabalmente sus funciones con fundamento en el principio de la continuidad administrativa.

El análisis concienzudo de la decisión del TSJ, a la que los juristas más autorizados del país han calificado de  disparatada y anticonstitucional, denota que se corresponde con un plan preconcebido a corto plazo que le permita al régimen sustentar legalmente la temporalidad de los cargos de presidente, de su tren  ejecutivo y de los poderes públicos en general, como en efecto ha sucedido con la fallida juramentación y la ausencia del presidente el 10-E y hasta el presente, esgrimiendo el principio de la continuidad administrativa, con lo cual se podría justificar la eliminación de elecciones presidenciales y la prolongación de una situación di facto con la permanencia del vicepresidente al frente del ejecutivo nacional, a la usanza de la sucesión de los líderes soviéticos y cubanos. El eventual regreso de un presidente disminuido física y mentalmente  imposibilitaría la asunción de su cargo presidencial y prolongaría el gobierno temporal e ilegal del vicepresidente Maduro hasta que pudiere haber condiciones más favorables para convocar a elecciones presidenciales una vez se la haya tendido una cama institucional y mediática de eficiencia y apoyo popular, y se haya consumado el control absoluto de los cargos electivos con la adecuación de los circuitos electorales municipales a los intereses del régimen, a la par de los parlamentarios y de los consejos estadales antes aprobados, es otra posibilidad cierta en el país. Fidel se desempeñó como Comandante en Jefe, y otras designaciones y como presidente de Cuba, desde su irrupción en 1959 hasta la designación de su hermano Raúl Castro, en febrero de 2008, tras su interinato desde julio de 2006, convirtiéndose en el segundo presidente de Cuba, el máximo líder del PCC y Comandante en Jefe, en un período de 54 años, designado por la Asamblea Nacional de la república socialista cubana, aún cuando en su Constitución  original (24/02/ 1976)y reformada de 1992 se establece el carácter electivo y renovable de los cargos representativos que se hacen casi hereditarios o se conservan por largos períodos. Esa es la democracia participativa y protagónica, directa, popular y la alternabilidad de los cargos públicos que heredaremos de Cuba Socialista martiana, marxista y leninista, sustentada sobre un monopartidismo e ideologización sistemática y obligatoria de la población, semejante a la nazista, fascista y franquista totalitarias.

Estos son las disyuntivas que se pueden vislumbrar en un futuro inmediato en Venezuela, una vez se realicen las elecciones municipales, el 14 de julio próximo, evento que resultará más favorable al régimen, mediante la continuación del fraude electoral consumado el 7-0 y 16-D pasados y ahora con la modificación del circuitos municipales a ser aprobados por el CNE que le proporcionará el control absoluto de los niveles gubernamentales, con las excepciones de los estados Amazonas, Lara y Miranda que serán maniatados por la asfixia político-administrativa y el terrorismo estatal.(próximamente realizaré un análisis de la modificación de estas circunscripciones municipales y sus consecuencias, una vez conocida la reestructuración de las circunscripciones municipales).

En este escenario político, constitucional y electoral se manejará el país con una  oposición democrática dividida bajo los auspicios de una Mesa de La Unidad Democrática, MUD, que ha cumplido un valiente, decoroso y beneficioso proceso de unión de una gran parte  de los partidos políticos, grupos de electores y una parte importante de la sociedad civil, lo que no ha sido suficiente ni eficiente para derrotar el ventajismo y fraude electoral del oficialismo que tratará de completar su mesa limpia en el próximo evento electoral; y con un importante sector de la oposición democrática descontenta, y en desacuerdo con sus estrategias electorales y actitudes blandengues con el régimen, hasta el punto de desafiarla con la  creación de la SOCIEDAD PATRIÓTICA, o JUNTA PATRIÓTICA (fundada el 2/01/2013), encabezada por los liderazgos de Diego Arria, Pompeyo Márquez y Pablo Medina, entre muchos descontentos, que daría lugar a una GRAN ALIANZA NACIONAL que sea capaz de  rescatar el país de este destino real y palpable del tutelaje del castro-comunismo, haciendo un llamado patriótico civiles y militares, estudiantes, amas de casa, las iglesia católica y evangélica, los trabajadores y sindicatos, profesores y gremios profesionales a unirse a este llamado unitario para el rescate de su institucionalidad y de su Constitución. Ambos bandos de la oposición, la MUD y la Junta Patriótica y otros sectores disidentes y críticos de la conducción política oposicionista democrática deberán sentarse en la mesa de diálogo fructífero y productivo para corregir los errores y entuertos cometidos, reforzando los esfuerzos conjuntos y coordinados, en un plano de igualdad y autocrítica, para construir una auténtica ALIANZA DEMOCRÁTICA que diseñe y ejecute un PlAN ESTATÉGICO que active, por una parte, mecanismos efectivos de resistencia ciudadana y mediática para corregir el desvergonzado fraude electoral existente a ser completado con las elecciones municipales, denunciar la connivencia conceptual y operativa de los poderes del Estado (TSJ, Asamblea NACIONAL, Fiscalía General de la República, Defensoría del Pueblo, Contraloría General de la República, etc.), esa cúpula militar castrense declarada y devenida guardiana de los intereses revolucionarios y cautivar a nuevo sectores populares con ofertas electorales reales y creíbles .ESTA NUEVA ALIANZA NACIONAL entre las distintas parcialidades democráticas es posible y factible teniendo presente que sus objetivos son comunes y que deben acordar una nueva ESTRATÉGIA para confrontar exitosamente este reto hegemónico del castrismo. No es posible que una fractura de la oposición democrática contribuya a consolidar esta abyecta e ignominiosa burocracia de la nomenclatura comunista cubano-venezolana.


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