La hija del excomisario Iván Simonovis, quien está condenado a 30 años de prisión por ser encontrado responsable de los hechos del 11 abril, Ivana Simonovis dirigió una carta al Estado venezolano en la cual solicita u que un "gesto humanitario" hacia su padre.
La joven de 15 años consignó el documento ante la Vicepresidencia de la República.
Lea aquí el texto íntegro:
Señores del Estado Venezolano:
Esta es la segunda vez que les escribo. No me da pena insistirles. El
dolor puede más que la pena. Les juro que ya no puedo más. Ya me cansé de
llorar. Estoy agotada. Quiero pedirles de nuevo un poco de clemencia. Ya mi
papá, Iván Simonovis, y todos nosotros, su familia, hemos sufrido demasiado.
Sufrir cansa. Llorar cansa. Extrañar al padre de uno cansa. Siento que soy
demasiado joven para estar tan cansada. Me parece injusto que la política me
arruine la vida. Todos los días me asomo con susto en el espejo, porque siento
que tengo canas en mi cabello. No las veo, pero las siento. Y tengo 15 años. Es
muy rara esta sensación.
Ya mi sonrisa no es la que sale en las fotos de los álbumes de la
familia. Mi sonrisa se quiebra a cada rato, como una galleta. Porque así están
los huesos de mi papá. Se han vuelto una galleta por tanto encierro, por tanto
no moverse, por tanta sombra. Por favor, les pido, devuélvanle el sol.
Devuélvanle un poquito de vida. Ya bastante ha pagado lo que Uds. consideraron
que debía pagar. Su salud esta tan deteriorada que tengo miedo -mucho miedo- de
que mi papá termine paralítico, en una silla de ruedas. Y más así. Solo. Sin su
gente, sin los únicos brazos que lo pueden abrazar.
Mi papá no está nada bien. Su columna está demasiado frágil. Se puede
romper sola, sin que nadie la toque. Sus huesos, dice el médico, tienen la edad
de un anciano. Sus huesos ya pagaron el doble del tiempo de su condena. Su
ánimo también. Y su familia. Sea justa o no su prisión, creo que ya todo es
demasiado. Ya todo se ha vuelto inhumano, cruel, excesivo. Señores del Estado
Venezolano, una medida humanitaria como la que les pido sería un gesto noble,
necesario, hermoso. Un gesto importante en estos tiempos tan duros. Estoy tan
agotada del odio de parte y parte. Creo que muchos estamos así. Un gesto de
nobleza no les va a hacer perder nada de lo que tienen y, en cambio, los hará
más humanos. Quiero volver a tener 15 años y un padre a quién abrazar.
No tengo más argumentos. Solo un exceso de dolor.
Gracias.
Ivana Simonovis
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