DANIEL LOZANO 08 de julio de 2014
"Venezuela reclama un cambio
urgente en todos los órdenes".Monseñor Diego Padrón, presidente de la
Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), habla tan suave que cuando
asesta uno de sus martillazos morales, no se espera.
Así volvió a suceder el lunes, durante
una asamblea ordinaria del Episcopado. "El país se ha convertido
en un rompecabezas difícil de armar. Más de nueve millones de
venezolanos viven en pobreza extrema... Da tristeza ver el progresivo
deterioro de las instituciones y de la convivencia entre los ciudadanos",denunció
el arzobispo de Cumaná, que atacó duramente al Gobierno de Maduro, pero también
repartió críticas entre la oposición.
Para el religioso, en ningún
sector existe unidad plena, lo que habría provocado un
resquebrajamiento en los valores de la sociedad. Por eso, hizo un llamamiento
al "diálogo", pero un "diálogo verdadero" y
no como un mecanismo para apaciguar la protesta.
En el ránking de lo antiético, Padrón
situó en primer lugar a la corrupción, "el peor enemigo
de la sociedad, de la economía y de la justicia". Tan grave es la
situación que Padrón instó a que el presidente venezolano, Nicolás
Maduro, utilice los poderes especiales de la Ley Habilitante, otorgada
por el Parlamento a finales del año pasado.
El Gobierno lleva más de un año sin
explicar dónde están los 20.000 millones de dólares desaparecidos para la importación de
productos, una de las denuncias públicas realizadas tras ser cesado el
vicepresidente Jorge
Giordani, gurú económico de Hugo Chávez yarquitecto ortodoxo de las
finanzas revolucionarias durante 15 años.
'Está
sembrando un estallido social'
Venezuela sufre una grave crisis
económica, marcada
por la escasez de alimentos, el desabastecimiento de productos básicos, la
inflación más alta del planeta, apagones eléctricos, el desastre de servicios
públicos como la sanidad y la
insolvencia financiera del Gobierno, incapaz de hacer frente a la
montaña de deudas y pagos que se le acumulan. Todo ello cuando el
subcontinente vive uno de los mejores momentos económicos de las últimas
décadas.
Una crisis económica en medio de una
nueva oleada de violencia en un país "donde no se respetan los
derechos humanos y la Constitución y las leyes no son la última
palabra en la administración de justicia, sino la discreción de jueces y sus
intereses por mantenerse en el poder", denunció Padrón. Por si todo esto
fuera poco, el prelado también aireó que "los reiterados anuncios
de intentos de magnicidio y de golpe de Estado son de escasa
credibilidad y contribuyen a justificar la persecución política".
En lo que pareciera un sacrilegio
político, la iglesia venezolana y la
izquierda radical del chavismo coinciden en sus análisis, cuando
faltan unos días para que Maduro haga públicas las directrices de "la
revolución dentro de la revolución". "¿Cómo puede mantenerse
una familia con esta inflación y esta especulación donde no alcanza lo que
ganan ni para medio alimentarse bien?", escribió Edgar Perdomo, uno de los
articulistas de la web radical Aporrea.
El analista va incluso más allá al
dibujar escenarios futuros muy oscuros para la revolución, "porque
lo que se está sembrando es un estallido social. Aquí hay un
burocratismo estalinista que está jugando y sobreestimando la pasividad tradicional
del pueblo venezolano".
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