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lunes, 15 de septiembre de 2014

La Revolución, por @stalin_gonzalez

Por STALIN GONZÁLEZ - sep 12, 2014

El concepto  de revolución es un “cambio violento de las instituciones políticas, económicas y sociales de una nación”. Pensando en la revolución bolivariana, me  parece valido revisar su concepto en  el recorrido que ha dado en  nuestra sociedad.  Desde 1998 años no cabe duda que nuestro sistema político ha cambiado. Nuestra Constitución fue modificada y le cambiamos el apellido con la esperanza de que la sociedad fuera más participativa y protagónica. También cambio la forma de hacer política.  La negociación entre los  actores políticos es vigilada y sancionada por el oficialismo como traición. La proporcionalidad de nuestros cuerpos legislativos es  letra muerta y la independencia de poderes es más una quimera.

La economía en cambio no parece haber “dado tantas vueltas”.  Nuestra economía sigue dependiendo del petróleo y seguimos siendo un país rentista donde no producimos los ingredientes básicos de nuestra canasta alimentaria y las  medidas económicas  tomadas hasta ahora no distan mucho de las escuchadas en la décadas anteriores de los funcionarios tecnócratas asesorados por las instituciones financieras foráneas, siguen siendo cortoplacistas y la  devaluación, la subida del IVA y aumento de la gasolina, volvieron a ser  preocupaciones que suenan en la calle y que arremeten contra nuestros bolsillos. En esta revolución tenemos muchos más socios comerciales, pero tenemos mucho menos productos que ofrecerles.

En lo social es mucho lo que ha cambiado, en catorce años hemos logrado ser unos de los países más violentos del mundo, la tasa de violencia en nuestro país ha aumentado geométricamente. No tenemos ya ninguna cárcel modelo, tenemos miles de  personas privadas de libertad sin garantizarle tan siquiera comida digna. Y de los cambios hay algunos más transcendentales. Los hospitales ni los venezolanos cuentan con medicinas,  médicos ni espacios adecuados; la educación ha sido hipotecada a una sola forma de ver la sociedad y los maestros no tienen contratos fijos ni salarios acordes; las universidades  siguen sin presupuestos y sus alumnos son apresados por pensar distinto.

Sin duda alguna Venezuela no es la misma desde hace catorce años, los venezolanos entendimos que la política es cosa pública y todos tenemos el derecho y el deber ser partícipes. Sin embargo el cambio violento  sucedió en nuestra calidad y en  nuestro  sistema político. La revolución  ha roto con la independencia de los poderes,  el reconocimiento con el otro, con la paz de los venezolanos con la economía  venezolana, de unos hospitales olvidados y  unas universidades diezmadas.


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