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domingo, 25 de enero de 2015

De la desesperanza a la indignación, de la indignación a la repolitización, @gustavoleon70


Por Gustavo L. Moreno V., 22/01/2015

No se equivoque apreciado lector, la imagen con la que encabezamos la editorial de esta semana no es de gente en una cola por pañales, leche, toallitas húmedas, pollo, aceite, medicinas… no, tampoco están esperando para comprar un electrodoméstico regulado o para vender el puesto de la cola e irse a casa. Tampoco. Se trata de un pueblo en la calle que hace 57 años defendía sus derechos políticos, ciudadanos y celebraba el fin de una dictadura férrea, la de Marcos Pérez Jiménez, y el renacimiento de la esperanza, del sueño democrático, de la patria libre poblada por ciudadanos dignos que se hacen respetar.

Eran tiempos también difíciles, no sé si tanto como estos, pero difíciles. Con menos herramientas, con menos tecnología, pero con una dignidad tremenda, con un sueño de país por el que merecía la pena todo. Y con sus protagonistas, que hoy serán nuestros abuelos o nuestros padres, se abrió paso un país democrático, con errores por supuesto, pero con instituciones que se perfeccionaban, con leyes que permitieron destituir a un presidente en ejercicio, o que le dio la oportunidad a un caudillo como Chávez de llegar al poder democráticamente. Bajo el estiércol donde hoy se encuentra sepultada la República, miramos y por más diferencias que tengamos con esos años de democracia, no podemos más que reconocer que fue un país mucho más limpio, más consciente y aguerrido del que vivimos.

Se nos va Venezuela… se escurre entre las manos mientras estamos distraídos en las colas. La desconexión del gobierno con la realidad, el correr la arruga para encarar la crisis económica y social por la que atravesamos por parte del Nicolás Maduro y su combo, el “Dios proveerá” de anoche, el “tiempo de Dios es perfecto” de Capriles, la fragmentación de la oposición en su pugna de intereses e incapacidad para articular un discurso coherente, fuerte, que sume voluntades y que vaya más allá de sus propias apetencias de poder… nos va dejando con el más profundo sentimiento de orfandad, de “sálvese quien pueda”, de saqueo moral.

Pero como dicen los españoles “esto es lo que hay”, y desde esta realidad tenemos que decidir, apostar y actuar en consecuencia. Está más que demostrado que no hay mucho que esperar de este gobierno sino frases cliché que llevan 15 años diciéndose, palabras vacías, estrategias deshonestas para permanecer en el poder y seguir participando de un botín que se hace cada vez más pírrico. También está demostrado que la oposición no ha estado a la altura de las circunstancias, que adolece tal vez de las mismas miserias que le criticamos al poder. Hay que repolitizar la sociedad, reconstruir el rol del político desde un piso ético, democrático y realmente comprometido con el futuro de este país.

En la edición de esta semana de PolitiKa UCAB, les ofrecemos interesantes reflexiones y experiencias. Por un lado Carlos Romero, en su columna semanal Debate Ciudadano, nos ofrece un artículo titulado “Buscando sentido para conmemorar el 23 de enero”, en él nos presenta algunos planteamientos de la Exhoración Pastoral: renovación ética y espiritual frente a la crisis, que hace la Conferencia Episcopal Venezolana, y desde allí construye el sentido con el que debemos asumir este 23 de enero y los retos que políticamente se nos plantean.

El mismo Carlos Romero, nos recomienda la lectura de dos documentos producto de discusiones y reflexiones de grupos de ciudadanos organizados sobre los retos políticos que tenemos al frente. Estas mismas organizaciones, además de presentar a los partidos políticos lo que han llamado “Declaración del 23 de enero de 2015”, les hacen llegar lo que consideran debe ser el perfil del candidato o candidata a diputado a la Asamblea Nacional. Es un trabajo ciudadano ejemplar de repolitización de la sociedad, que se empodera de su rol ciudadano.

Por otro lado Juan Manuel Trak, en su columna Enfoque Político de esta semana, nos ofrece un artículo titulado “El legado de Chávez: una vida precaria”, allí nos expone cómo el modelo político y económico impulsado por el fallecido presidente, nos ha impulsado al abismo en el que hoy nos encontramos. Por lo que es necesario, “la construcción de una nueva mayoría. Para eso, es fundamental transformar la desesperanza en indignación, en rabia y movilización.”

Por su parte, Daniel Fermín en su columna PolìtiKa de Calle nos ofrece el artículo “Movimiento Estudiantil: lucha histórica por la transformación”. En él nos retrata perfectamente el ambiente que existe hoy en la Universidad Central de Venezuela ante las próximas elecciones de los dirigentes estudiantiles. En un estilo fresco, nos pone una pintura completa que reconstruye la esperanza en la lucha por la democracia desde los estudiantes, esos que siempre han tenido un papel protagónico en la historia política del país. “Ese es el espíritu de la dirigencia estudiantil: solidario en las penurias, audaz en el reclamo,  rebelde en la acción, inconforme con el presente y ambicioso en las expectativas.  No se callan ante la situación que vive el país y han aprendido las lecciones de años anteriores.  El movimiento estudiantil va de nuevo a la calle, le pertenece, comprometidos con la paz y la lucha histórica por la transformación de Venezuela”, nos recuerda Daniel Femín. Este artículo va acompañado con un video testimonial que no se pueden perder.

Finalmente, en Otras Opiniones, el Prof. Pedro González Caro nos presenta un artículo titulado“Pienso, luego existo”, en donde plantea que “a quienes les corresponda asumir la responsabilidad de la conducción del destino de nuestro país deberán dedicarse  con especial esmero en primer orden, a cultivar el pensamiento como fuente inagotable de recursos para aproximarse a la verdad del conocimiento y en consecuencia ganar la identidad derivada del concepto mismo de patria, arraigada en lo más profundo”

Nos unimos a la frase de Juan Manuel Trak: “transformemos la desesperanza en indignación, en rabia, en movilización” para ser dignos y responsables herederos de aquellos que hace 57 años nos abrieron las puertas para construir un país de esperanza y de democracia, ese país que debemos dejarle a nuestros hijos.

Gustavo L. Moreno V

@gustavoleon70



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