Omar Barboza
Gutiérrez enero de 2015
El
pasado miércoles 21 el Presidente Maduro al fin compareció ante la Asamblea
Nacional para presentar el mensaje anual sobre su gestión. La situación
nacional, más el retardo en su presentación, produjo una gran expectativa
nacional e internacional sobre su contenido.
El
pueblo venezolano, acosado por la escasez, el alto costo de la vida y la
inseguridad personal, estaba ansioso por saber qué soluciones le plantearía el
gobierno al drama que está viviendo; y por supuesto, conocer cuál era la
decisión sobre el régimen cambiario sobre el cual el Presidente Maduro había
dicho el pasado 30 de diciembre, que después del abrazo de año nuevo se
anunciaría y todavía se estaba esperando esa definición. ¿Qué va a pasar con el
precio de la gasolina?, ¿Qué va a pasar con el presupuesto, que fue elaborado
con un precio del barril de petróleo a 60 dólares, y ahora está por debajo de
40?, y ¿cómo se iba a compensar a los asalariados la caída de su poder
adquisitivo, disminuida de manera importante por la inflación?
Su
mensaje siempre lo orientó a responsabilizar a otros de los errores del
gobierno. En cuanto al alto costo de la vida, no planteó ninguna propuesta para
combatir las causas de la inflación, que principalmente están en la impresión
de dinero sin respaldo, diciendo además que la inflación era inducida por la
“guerra económica” que escondía los productos y distorsionaba la distribución y
comercialización. También señaló que la escasez era consecuencia del
contrabando, del acaparamiento, de las colas financiadas por los jefes de esa
“guerra”, incluso mostró vídeos con apariencia de montajes, donde algunas
personas estaban planificando esas actividades como parte de una conspiración.
Es decir, para el Presidente Maduro esas madres de familia y la gente del
pueblo que hacen esas colas para comprar pañales, leche, harina, o una batería
para su vehículo, son conspiradores disfrazados de ciudadanos necesitados.
La
única mención que en su larga intervención hizo del tema de la inseguridad
personal fue la referida al homicidio del Diputado Robert Serra, a quien
consideró un mártir de la revolución que había sido asesinado por paramilitares
extranjeros en complicidad con opositores venezolanos. Se le olvidó mencionar
soluciones al hecho de que durante el año 2014, hubo 24.000 homicidios en
Venezuela, dejando a muchas madres y familias enlutadas.
Se
refirió a varios programas sociales que se propone implementar o ampliar
durante este año 2015, que de convertirse en realidad son programas que deben
tener el apoyo de todos como alivio para los que más necesitan. Pero la
decisión que anunció de manera concreta para aplicarla a partir del próximo
primero de febrero, fue el incremento del salario mínimo en un 15%, lo cual nos
parece una inconsecuencia con su propia afirmación en el discurso de que la
inflación pasó en el 2014 del 64%.
En
cuanto al precio de la gasolina, tal como es la característica del Presidente
en los temas delicados, dijo y no dijo, ya que afirmó que la gasolina
venezolana es la más barata del mundo y que ya llegó el momento, pero que hay
que abrir un debate, y que el Vicepresidente presentaría la propuesta que va a
hacer el gobierno.
En
relación a la política cambiaria, expresó que habían decidido atender tres
mercados. Aclarando, según él, que los dólares son del Estado, lo que en
nuestro criterio debe ser un debate aparte, sobre todo cuando ellos confunden
Estado con gobierno, y gobierno con PSUV. Para nosotros, los dólares son de
todos los venezolanos, que hoy no tienen acceso a ellos por el control de
cambio.
En
todo caso, los 3 mercados definidos son: 1) Dólares a Bs. 6,30 que asignará el
gobierno para alimentos y salud; 2) Se eliminan los dos Sicad, y se utilizará
un sistema de “subastas” para fijar el precio de bienes distintos a medicinas y
alimentos. Ahora bien, como sabemos que hasta ahora lo que el gobierno llama
“subastas”, en los casos de Sicad I y Sicad II, no son tales, el gobierno es el
que fija esos precios, lo cual puede acercar ese tipo de cambio a los Bs. 30
por dólar como estimación inicial, y es una gran devaluación de la capacidad
adquisitiva del bolívar para todos los bienes que hasta ahora se adquirían a
Bs. 12 por dólar; 3) Lo que era el dólar paralelo, lo legalizó al anunciar que
ese tipo de dólar se adquirirá a través de bolsas públicas y privadas, con
participación tanto del sector público como del privado; o sea, en este caso el
precio del dólar lo fijará la oferta y la demanda. La devaluación será del
tamaño de la brecha entre el dólar de 6,30 y los precios de los otros 2 tipos
de cambio, todo legalmente.
El
presupuesto no se modificará, mantendrán el barril petrolero a 60 dólares, la
diferencia la financiarán con la devaluación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico