ALFREDO MEZA
Caracas 26 ENE 2015
Andrés Pastrana, expresidente de Colombia, participa en un foro sobre
democracia junto a la oposición a Maduro
Después
de la
frustrada visita al líder opositor venezolano Leopoldo López este
domingo en la cárcel militar de Ramo Verde, Andrés Pastrana, presidente de
Colombia entre 1998 y 2002, subió al vehículo que lo llevaría de regreso a
Caracas junto a Sebastián Piñera, expresidente de Chile, y a la opositora
venezolana María
Corina Machado. Pastrana y Piñera estaban en Venezuela para
participar este lunes en el foro Poder ciudadano y la democracia de hoy,
organizado por Machado. Cuando transitaban por la vieja autopista Francisco
Fajardo, cerca de la Universidad Central de Venezuela, la opositora venezolana
le pidió al chófer que cambiara de ruta para mostrarle a los exdirigentes una
larga cola de personas ante un supermercado. Según la oposición al régimen, un
símbolo de la política errónea de Maduro y de los desabastecimientos que sufre
el país en productos básicos; según el Gobierno, la
representación de un “golpe económico” que
intenta derrocar su mandato. Era
la una y media de la tarde.
Pastrana,
que antes de llegar al máximo cargo en su país se desempeñaba como periodista,
preguntó a un niño de siete años en la inmensa fila formada fuera del
hipermercado estatal Abastos Bicentenario. Había llegado a las siete de la
mañana y esperaba comprar pollo. “Él estaba triste porque se había acabado”,
recuerda el exgobernante. “Esas son las cosas que a uno lo impactan de un país
tan rico como Venezuela. Yo conocí una Venezuela distinta”.
Fue
la segunda impresión que se llevó Pastrana ese día. La primera le había
sucedido incluso mucho antes de llegar a la antesala del penal que aloja a
López desde hace casi un año (preso por los disturbios sociales de principios
del año pasado). Junto a Sebastián Piñera, Pastrana había intentado acompañar a
los familiares a la visita del domingo, pero un cordón de funcionarios de la
Guardia Nacional Bolivariana les impidió el paso por órdenes del vicepresidente
Jorge Arreaza. “Lo más impactante de esa negativa fue comprobar que López es un
preso político. No se trataba de solicitar una entrevista a través de la
cancillería, sino comprobar que a un ciudadano común y corriente se le impide
visitar a un preso”.
Este
par de episodios le permiten suponer que en su país, así como en el resto de
América Latina, hay poca conciencia acerca de la verdadera situación de
Venezuela y de las condiciones en las que se hace oposición. “Yo siempre he
dicho que los demócratas del continente hemos dejado sola a Venezuela”, dice
Pastrana a este periódico. Y mientras afirma eso se prepara para criticar al
Gobierno de su país, que se mantiene, según su criterio, al margen o no ha
querido expresar sus diferencias con las decisiones de Maduro. “Me ha llamado
la atención cómo se persigue en este país a mis compatriotas. Y frente a eso no hay respuesta”.
Pastrana
ha sido muy crítico con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y con la
canciller María Ángela Holguín en todos los frentes y no solo con la situación
venezolana. Hasta el momento le ha parecido que las conversaciones de paz que
se adelantan con la guerrilla de las FARC en La Habana le han dado a ese grupo
privilegios inaceptables.
El
Gobierno de Nicolás Maduro no le ha dado precisamente una bienvenida cordial a
Pastrana. “Nosotros hemos venido a compartir con la
oposición nuestras opiniones sobre la democracia y no entendemos por qué ha
reaccionado de esta manera”, explica el expresidente. La de Maduro, dice, es
una actitud muy distinta de la Chávez, con quien polemizó y mucho durante su
gestión.
Los muros y la libertad
El
expresidente mexicano Felipe Calderón completó la terna de exgobernantes que
asistieron al foro Poder ciudadano y la democracia de hoy,
organizado por Corina Machado. Calderón envió un emotivo mensaje a Leopoldo
López y en general a todos los venezolanos contrarios al régimen. Tanto en su
intervención como en las conclusiones quiso remarcar una idea: “No te rindas,
querida Venezuela, porque sabemos que la libertad vendrá. Y al mundo le digo
que no siga construyendo muros como el que hoy aíslan a este país y Cuba.
Sigamos atentos a lo que aquí ocurre”.
El
expresidente costarricense Oscar Arias envió un comunicado en el que no fue
menos crítico que sus colegas. En referencia al desabastecimiento, afirmó que
el de Venezuela “es un Gobierno corrupto, ineficiente y obsesionado con ocultar
su fracaso”.
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