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miércoles, 21 de enero de 2015

Empújele la aguja, Eddie Ramírez


Por Eddie Ramírez, 20/01/2015

No es la aguja de inyectadora porque no hay y aunque hubiese no se consiguen los antibióticos. Me refiero a la mencionada en la guaracha “Empújele la aguja”, que bailaba mi amigo Antonio en los arrabales de Barquisimeto. La nueva generación no la conoce y seguramente tampoco ha oído hablar de las guarachas, pero nuestros jóvenes están conscientes de que el discurso del presidente de facto suena como disco rayado. Quizá no se imaginan que una aguja sobre un disco de acetato pueda reproducir música como un CD, pero sí saben que es necesario darle un empujoncito a la grabación cuando hay una parte dañada. Esta vez pareciera que, afortunadamente, los mayores están dispuestos a unirse para contribuir al empujoncito de la aguja y no dejar solos a nuestros valientes estudiantes.

El disco rojo se quedó estancado en la guerra económica, magnicidios, acaparamiento y conspiración del imperio, lo cual dicen enfrentarán con más Ramo Verde y con una mejor distribución. Lo de Ramo Verde hay que protestarlo y denunciar a los jueces corruptos que hacen posible que vayan a una cárcel militar quienes se atreven a manifestar su desacuerdo con el totalitarismo del Siglo XXI. En relación al señalamiento de que deben mejorar la distribución, no queda otro remedio que reconocer que Maduro tiene razón. Aquí hay una pésima distribución.

No es aceptable que mientras los malandros están en libertad, muchos buenos ciudadanos están presos. No es aceptable que mientras no hay dólares para importar medicinas, insumos básicos y para remesas estudiantiles, el que te conté se vaya varias semanas con su familia ampliada a China, Rusia y a los países árabes, y que el “protector de Miranda” cargue con niñera armada a Brasil. No es aceptable que a la gran mayoría de los venezolanos no les alcance los ingresos para adquirir la cesta básica, mientras un grupo de rojos se está enriqueciendo indebidamente. No es aceptable que piratas enchufados consigan dólares en exceso, mientras los verdaderos importadores y las líneas aéreas no tienen acceso al billete verde. No es aceptable que mientras en Miraflores y en La Casona disponen de alimentos ad libitum, el pueblo tenga que hacer largas colas a ver qué consigue. No es aceptable que asciendan a generales y almirantes a los últimos de su promoción, mientras los mejores quedan relegados. Efectivamente, hay una mala distribución y a eso hay que ponerle punto final.

Ya no se trata de simpatizar o no con el gobierno. Ahora es un asunto de supervivencia como país. Las cifras son contundentes. Venezuela tenía recursos materiales para desarrollarse con equidad y en armonía con el ambiente, pero los revolucionarios administraron mal el petróleo, el hierro y el aluminio. Quebraron a industriales, agricultores y comerciantes. Ofrecieron combatir la corrupción y la inseguridad, pero ahora hay más corruptos y malandros que arroz. Predican el respeto a la Constitución, pero la violan como si fuesen del grupo yihadista Boko Haram. Por si fuese poco, por cerrar las puertas, el régimen ha obligado a emigrar a nuestros jóvenes y a recursos humanos calificados. Todos los venezolanos debemos unir esfuerzos para empujar la aguja.

Como en botica: Cuando se tiene contra las cuerdas a un enemigo peligroso no se le puede dar respiro, ya que puede recuperarse. El suministro de oxígeno tiene que ser después del conteo reglamentario que lo declare KO. Solo entonces se puede hablar del necesario acuerdo político. Desde julio Pdvsa no informa su producción petrolera a la OPEP; en junio reportó que en ese mes era de 2.826.000 barriles, pero la OPEP no cree esta cifra y registra que en el 2014 Venezuela solo produjo 2.333.000 barriles por día, ocupando el sexto puesto entre los doce países miembros, con una contribución del 7,6%. Además Eulogio Del Pino, presidente de Pdvsa, no ha presentado el informe financiero, ni el de gestión, correspondientes al primer semestre del 2014. Las petroleras presentan informes trimestrales, pero la Pdvsa roja siempre está en mora. Lamentamos el fallecimiento de Rolando Grooscors, quien fue un adversario tenaz en contra de este totalitarismo. Atendamos la convocatoria de los diferentes sectores para la marcha con motivo de celebrar la caída de la que, equivocadamente, pensamos sería la última dictadura. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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