EMILI J. BLASCO /
CORRESPONSAL EN WASHINGTON 27 de enero de 2015
Salazar
testificará en Washington en una causa de la Fiscalía Federal contra Diosdado
Cabello
La
preparación de una acusación formal contra Diosdado
Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y
número dos del chavismo, se ha acelerado en la Fiscalía federal estadounidense
con la llegada ayer a Washington, como testigo protegido, de Leamsy
Salazar, quien hasta su salida de Caracas en diciembre era el jefe de
seguridad de Cabello.
Miembro
de la Casa Militar, encargada de la custodia presidencial, Salazar fue durante
casi diez años jefe de seguridad y asistente personal de Hugo
Chávez. Tras su muerte, sus servicios fueron requeridos
por el presidente de la Asamblea Nacional, para quien también ejercía de
ayudante personal. Salazar es el militar en activo de mayor rango (capitán de
corbeta, equiparable a comandante) que rompe con el chavismo para acusar
formalmente en Estados Unidos de prácticas delictivas a las altas jerarquías
del país, en especial la relacionada con el tráfico de droga.
Cártel de los Soles
De
acuerdo con fuentes cercanas a la investigación abierta por la Fiscalía Federal
del Distrito Sur de Nueva York, Salazar denuncia que el presidente de la
Asamblea Nacional es el cabecilla del cártel de los Soles y por tanto operador
del narcoestado en que Chávez convirtió Venezuela. Salazar también vincula a Cuba en
la protección y asistencia de algunas rutas de narcotráfico que parten de
Venezuela y se dirigen a EE.UU.
El
cártel de los Soles, compuesto básicamente por militares (su nombre viene del
emblema que el uniforme venezolano pone en las charreteras de los generales),
tiene en Venezuela el monopolio del tráfico de droga. Esta es producida por la
guerrilla colombiana de las FARC y llevada a sus puntos de destino en Estados
Unidos y Europa por carteles básicamente mexicanos. Las últimas cifras
internacionales indican que por Venezuela pasan cinco toneladas
semanales de estupefacientes. El 90 por ciento de la droga producida por
Colombia pasa por territorio venezolano.
Como
asistente en permanente acompañamiento de Cabello, Salazar fue testigo de
situaciones y conversaciones que incriminan al presidente de la Asamblea
Nacional. En concreto, le vio dar órdenes directas para la partida de
lanchas cargadas con toneladas de cocaína y ha aportado evidencias
sobre lugares donde se almacenan montañas de dólares en efectivo procedentes de
ese negocio ilícito, según las fuentes conocedoras de la investigación, llevada
a cabo por la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus
siglas en inglés) de EE.UU.
Precisamente,
el pasado 11 de diciembre fue detenido en la terminal marítima de Puerto
Cabello, la más importante de Venezuela, uncamión cargado con alrededor de
diez millones de dólares en efectivo. El transporte procedía de EE.UU. y se
especula con que pudo ser un pago por droga recibida. Algún fallo en la
organización habría llevado a su descubrimiento y denuncia.
Días
después, en su programa semanal de televisión, en lugar de sumarse a las
sospechas de que el dinero tenía relación con la droga, el presidente de la
Asamblea Nacional puso especial empeño en acusar a la oposición política como
destinataria de los fajos de billetes, sin aportar ninguna prueba.
Cabello,
de formación militar, ha cultivado el liderazgo entre los elementos chavistas
de las Fuerzas Armadas, pero el paso dado por Salazar, de respetada trayectoria
y hoja de servicios, puede reducir su base de apoyo en los cuarteles. El capitán
de fragata no se había involucrado en ninguna actividad criminal, lo que refuerza
el valor de su testimonio.
En
sus revelaciones, el mando de la Casa Militar implica también a Tareck el
Aissami, gobernador del estado Aragua y relacionado con redes islámicas, y a
José David Cabello, superintendente del Seniat (agencia tributaria y aduanera)
y ministro de Industria, que es hermano del presidente de la Asamblea Nacional.
José David Cabello sería el responsable de las finanzas del cártel de los
Soles. Salazar señala como instancia para el lavado de dinero a la petrolera
nacional, PDVSA, cuyo presidente entre 2004 y 2014, Rafael Ramírez, fue
nombrado en diciembre embajador ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Su
testimonio, de acuerdo con las citadas fuentes cercanas a la investigación, ha
ratificado muchos de los datos que ya en su día aportó a la DEA Eladio Aponte,
que fue jefe de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Venezuela y en 2012 huyó
a Estados Unidos como testigo protegido.
La
causa contra Diosdado Cabello está estrechamente vinculada con la acusación
formal anunciada el año pasado por las fiscalías federales de Nueva York y
Miami contra el general venezolano Hugo Carvajal, durante mucho
tiempo jefe de la Dirección de Inteligencia Militar. El anuncio se hizo cuando
Carvajal, alias «el Pollo», fue detenido en julio en la isla
holandesa de Aruba, vecina de Venezuela, a petición de EE.UU., que reclamó su
extradición. Sin embargo, Aruba permitió la marcha del general, por las
presiones del Gobierno de Maduro. A Carvajal se le venía considerando el gran
operador del cártel de los Soles, pero la información de Salazar sitúa «el
Pollo» a las órdenes de Cabello.
En
relación a la vinculación de La Habana, Salazar habría mencionado del uso
regular de aviones de PDVSA para transportar droga en vuelos preparados por el
hijo de Chávez y el hijo de quien fue embajador de Cuba en Caracas hasta 2009,
Germán Sánchez Otero, con la connivencia de este y de otros funcionarios
cubanos. Habrían sido envíos con destino final a EE.UU.
Las
fuentes relacionadas con la investigación especulan que Sánchez Otero, de gran
sintonía con Chávez, fue removido del puesto de embajador a raíz de que se
descubriera un alijo en uno de esos vuelos, algo que resultó embarazoso para el
régimen castrista. El hijo del embajador, que en ocasión viajaba solo, fue
detenido, mientras que el de Chávez se sometió a rehabilitación contra la
adicción.
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