Por Jesus Alexis González, 06/07/2015
Alexis Zorbas,
personaje de la novela “Zorba el Griego”del escritor griego Nikos Kazantzakis
publicada en 1946, es un individuo de asombrosa lógica que comprende con
sencillez lo que al intelectual más controlado le resulta difícil; en razón de
ello nos hemos planteado “transcribir” su visión sobre la actual realidad de
Grecia y así inferir posibles coincidencias con el caso venezolano.
La Eurozona identifica a los países de la Unión Europea (UE) que utilizan el euro como moneda oficial, y está
integrada por 19 de las 28 Naciones al tiempo que otros 26 países europeos no
la acogieron como moneda. Grecia, cuenta con una superficie de 131.960 Km
cuadrados, una población de 10.993.000 personas (3,26% de la ZE), un PIB (IT
2015) de 44.570 millones de euros (1,78% de la ZE), una deuda pública (2014) de
317.094 millones de euros (177% del PIB) ocupando el 5 puesto de la Zona, un
gasto público (2014) de 88.371 millones de euros (49,3% del PIB) poco
sustentado por la capacidad productiva del país, y un elevado déficit fiscal.
Su crisis, no está vinculada directamente con el tamaño de la deuda sino a la caída del PIB en un 26% desde unos
242.000 millones de euros en 2008 hasta unos 179.000 millones en 2014, lo cual
ha inducido un perverso incremento de la
deuda con respecto al PIB (la mayor deuda/PIB de la ZE).
La situación de insostenibilidad, se
inició a finales de 2009 lo cual impulsó que en 2010 la Troika (Comisión
Europea, Banco Central Europeo y el FMI) le concediera un financiamiento de
110.000 millones de euros, ampliado en 2011 con otros 130.000 millones y en
2012 con un aporte del FMI por 8.200 millones. En febrero 2015, el primer
ministro Alexis Tsipras (electo en enero con apoyo del izquierdista partido
Syriza) propuso un canje de deuda (contraída
con el BCE) por unos bonos vinculados al
crecimiento económico (¿?) lo cual fue rechazado, y muy por el contrario
solo se prolongó por 4 meses la ayuda crediticia que luego se discutiría si el
Gobierno mostraba avances en reformas tales como modernizar el sistema fiscal y
administrativo, luchar contra la corrupción, recortar gastos y reformar la “seguridad social”.En tal contexto, se
convocó a un referéndum (5 de julio) para “oír” la opinión del pueblo en
relación al plan de austeridad y el
retorno a las negociaciones con la Troika; evento donde Tsipras llama a votar NO bajo la premisa que “la austeridad reduce los ingresos” (¿?)y
que los líderes europeos no propiciaran la salida de Grecia de la ZE (¿chantaje
geopolítico?), anunciando al mismo tiempo que de triunfar el SI renunciaría (¿chantaje emocional?)
junto al resto del Gobierno haciendo necesario un llamado a elecciones
anticipadas. Contradictoriamente, en caso de triunfar el NO se mantendría un contexto de incertidumbre con un potencial recrudecimiento de la crisis que
de igual forma pudiera propiciar la renuncia de Tsipras (según la encuestadora
griega ALCO, entre el30 y 1 de julio, un 44,8% opina que SI, un 43,4% que NO con
un 11,8% de indecisos).
Diversas opiniones enfocan la crisis
griega desde un especial ángulo económico-político, cuando afirman que las
causas han de encontrarse en las “medidas económicas” tomadas por gobiernos populistas que se han traducido
endesequilibrios diversos, tal como que el peso del sector público en la
economía es desproporcionado al alcanzar un 25% de la población activa, que en la última década se han creado
más de 300 empresas que en su mayoría generan
pérdidas, que el salario medio de los empleados supera los 66.000 euros/año en comparación, p.ej.
de Francia e Inglaterra que es de 50.000 euros/año, que muchas familias cobran
4 y 5 pensiones que no les corresponden,
que 40.000 mujeres reciben una pensión
vitalicia de 1.000 euros/mes por cada hija soltera de funcionarios
fallecidos, que miles de trabajadores se benefician de jubilaciones anticipadas por pertenecer a categorías laborales consideradas especiales como p.ej. peluqueros (los tintes resultan
nocivos), músicos de instrumentos de viento (soplar una flauta es agotador),
presentadores de TV (los micrófonos provocan daños de salud) etc, que los
jubilados griegos reciben un 96% de su
último salario (los alemanes un 40% y los estadounidenses un 41%), que
Grecia tiene 4 veces más profesores que
Finlandia (el país con mejor informe en sistemas educativos del mundo), que
en algunos hospitales “existen” 45
“jardineros” por cada pequeño jardín, que en muchos organismos públicos
“existen” 50 “conductores” por vehículo,
que muchos “ciegos” (sin serlo) cobran
una pensión, que los ingresos (por taquilla) del Metro de Atenas apenas cubre el 18% del presupuesto, y que el
Instituto para la Protección del Lago Kopais emplea 1.763 personas en un lago ¡que se secó en el año 1930!.
En síntesis, el
epicentro de la crisis griega debe encontrarse en (1) una la inestabilidad política y económica del país, en (2) una fuga de capitales ante la
percepción negativa sobre las perspectivas económicas, en (3) una incertidumbre en relación a un aumento en los controles, en
(4) la posibilidad de entrar en
default en los próximos 12 meses, y (5) que
las políticas que promueva el Gobierno son incompatibles con el marco acordado.
Finalmente, y
por razones de espacio, soslayamos la “extrapolación” de Alexis Zorbas del caso
griego con el venezolano, habiéndonos dejado, suponemos, suficientes elementos para que cualquier interesado las formule.
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