Por Luis Manuel
Aguana, 27/07/2015
Como suele suceder
en un país donde lo importante se reduce a una consigna electoral, pasó
desapercibida la nota de Diego Arria dirigida a Fedecámaras en atención a las
propuestas para reactivar al país expresadas por ese organismo empresarial
durante su 71 Asamblea Anual (ver Diego Arria, La Capitulación de Fedecámaras
en http://www.lapatilla.com/site/2015/07/20/diego-arria-la-capitulacion-de-fedecamaras/).
Y en cierta medida
es hasta comprensible. No es la primera vez que lo económico sustituye
cualquier planteamiento, aunque el común de las personas piense lo contrario.
Cualquiera diría que si los empresarios reunidos en su conclave le están dando
al gobierno las recomendaciones para salir de la crisis, cualquier cosa que se
diga en contrario entorpecería ese planteamiento, por mas justificado que este
sea.
Sin embargo pocos
conocen que el planteamiento que hace Diego Arria se encuadra dentro de las
teorías más avanzadas del Desarrollo que se han hecho en los últimos tiempos,
al punto que le merecieron un Premio Nobel de Economía en 1998 a Amartya Kumar
Sen, filósofo y economista bengalí (ver https://es.wikipedia.org/wiki/Amartya_Sen/).
Es por esa razón
que no quiero dejar pasar esta oportunidad de la respuesta del Embajador Digo
Arria a Fedecámaras para expresar desde esta modesta tribuna de la red, y en
especial a aquellos que anteponen lo económico a la político, que si queremos
tener comida en la mesa del venezolano, lo primero que debemos garantizar es un
sistema político que respete las libertades civiles y los Derechos Humanos, y
que entiendan que sin tener eso resuelto antes no es posible que resolvamos el
problema económico. No dicho por mi persona, sino por un Premio Nobel de
Economía.
En efecto, en su
obra fundamental “Desarrollo y Libertad”,
Amartya Sen se pregunta y responde: “¿Es
razonable esta manera de enfocar los problemas de las necesidades económicas y
las libertades políticas basada en una dicotomía elemental que parece que
socava la importancia de las libertades políticas debido a que las necesidades
económicas son urgentes? Yo diría que no, que es una manera errónea de ver las
necesidades económicas o de comprender la importancia de las libertades
políticas. Las verdaderas cuestiones que hay que abordar se encuentran en otro
lugar e implican prestar atención a las extensas conexiones que existen entre
las libertades políticas y la comprensión y satisfacción de las necesidades
económicas. Las conexiones no sólo son instrumentales (las libertades políticas
pueden contribuir de manera extraordinaria a dar incentivos y a suministrar
información para solucionar las necesidades económicas acuciantes) sino también
constructivas. Nuestra conceptualización de las necesidades económicas depende
fundamentalmente de las discusiones y debates públicos abiertos, cuya garantía
requiere la insistencia en las libertades políticas y en los derechos humanos
básicos.” (1)
Entonces
difícilmente una dirigencia, ya bien sea económica- como la de Fedecámaras- o
política-como la de la MUD-, podría hacer caso omiso al orden de cómo debe
enfrentarse el grave problema político por el que atraviesa el país. Amartya
Sen llamó a esto la Primacía de las Libertades Políticas, y de allí el título
de esta nota.
El enfoque de Sen
de las capacidades básicas del ser humano, que le valiera un Premio Nobel,
indican que “las acuciantes necesidades
económicas se suman a –no se restan de- la urgente necesidad de reconocer las
libertades políticas. Hay tres consideraciones distintas que nos indican la
primacía general de los derechos políticos y liberales básicos: 1) su
importancia directa en la vida humana relacionada con las capacidades básicas
(incluida la de la participación política y social); 2) su papel instrumental
en la mejora de las posibilidades de los individuos para expresar y defender
sus demandas de atención política (incluidas sus exigencias de que se
satisfagan sus necesidades económicas); 3) su papel constructivo en la
conceptualización de las (incluida la comprensión de las necesidades
económicas en un contexto social)”.
Nos estamos ahora
enterando entonces que “El desarrollo
exige la eliminación de las principales fuentes de privación de libertad: la
pobreza, la tiranía, la escasez de oportunidades económicas y las privaciones
sociales sistemáticas, el abandono en el que pueden encontrarse los servicios
públicos, y la intolerancia o el exceso de intervención de los Estados
represivos…” (2)
¿Les suena
conocido? Pareciera que el Premio Nobel de Economía de 1998 nos retrata a los
venezolanos con tanta precisión que pareciera que su obra habla de Venezuela.
Muy poco que agregar a cómo y en qué orden debemos ciertamente plantearnos este
problema desde la oposición. Sin embargo vemos a nuestra dirigencia económica y
política completamente desenfocada. La primera, proponiendo la aplicación de
medidas que no tienen lugar en dictadura y la segunda planteándose medirse
electoralmente con ella sin absolutamente ninguna condición, y sin la presencia
de organismos internacionales que garanticen la pulcritud del proceso. ¿Cuál
creen ustedes que puede ser el resultado de eso?
Estoy seguro que
Venezuela llegará a salir de esta tragedia, pero necesitará más que buenas
medidas económicas, necesitará un nuevo sistema político. No es la primera vez
que nos referimos a esto. Y cuando hablamos de un nuevo sistema político, no se
trata de volver a aquel que estaba gravemente enfermo y que provocó la
mencionada tragedia que ahora experimentamos en su máxima expresión. Deberemos
discutir un sistema político completamente nuevo, que garantice lo que Amartya
Sen expuso, a fin de poder alcanzar el desarrollo. Estamos condenados,
quiéranlo o no aquellos que piensan bajo las viejas premisas que lo económico
está antes que lo político, a regenerar al Estado a través de una Asamblea
Nacional Constituyente y conseguir para Venezuela ese nuevo sistema político. Y
mientras más se posponga eso, más duro será llegar a lo inevitable.
Para eso deberemos
contar con una dirigencia a la altura de ese compromiso, y que además esté bien
enterada de por dónde anda el mundo en materia de desarrollo, no con liderazgos
quemados y perdidos que repiten como loros recetas económicas que difícilmente
entienden. Si queremos desarrollo para este país se “exige la eliminación de
las principales fuentes de privación de libertad…”, Sen dixit. Pero eso no
se logra haciendo propuestas irrealizables en este contexto político y/o
colaborando con el régimen que te cercena esas libertades. Luego entonces,
conociendo ya el orden correcto, ya es hora de poner los caballos delante de la
carreta. Nunca es tarde para hacer las cosas bien…
Twitter: @laguana
(1) Amartya Kumar
Sen, Desarrollo y Libertad, La importancia de la Democracia, La Primacía de las
Libertades Políticas y la Democracia, Cap 6, Págs. 184-185, Ed. Planeta, ISBN
84-08-03524-X, 1999
(2) Ibid,
Introducción. Págs. 19-20
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