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jueves, 16 de julio de 2015

El miedo del régimen y @MariaCorinaYa, por Miguel Méndez Rodulfo

Miguel Méndez Rodulfo 15 de julio de 2015

Este nefasto régimen que navega sus últimas aguas, que rezuma miedo por todos los poros de su amorfa estructura, que se sabe perdido, no encuentra una mejor estrategia para sostenerse en el poder, que meterse con una mujer. Si consideramos como la tienen de difícil los republicanos para atacar a Hilary, si tenemos en cuenta que Putin se mide a la hora de atacar a la Presidenta de Lituania o a la de Croacia, si vemos como los griegos no pueden dar rienda suelta a su ira y deben mantener la compostura frente a Merkel o Lagarde, encontramos en el mundo ejemplos de cómo es de difícil adversar políticamente a una mujer, porque el respeto a su condición es una premisa de la civilización. Eso es así en el resto del mundo, pero no aquí en Venezuela, donde este régimen forajido viola los derechos humanos así como los políticos, pero además miente y reprime de una forma grotesca y descarada.

Pero ¿Por qué le tienen miedo a María Corina? La respuesta la sabemos todos. Además de haber sido la diputada que en la actual legislatura sacó mayor cantidad de votos, es una mujer extremadamente valiente, con mucha garra, “con los pantalones bien puestos”, sin perder su condición femenina; es también muy capaz, con una claro entendimiento de cuáles son los principales problemas de la gente y de cómo darles solución, poseedora de una visión moderna del país, capaz de visualizar hacia donde debe moverse Venezuela para recuperar, en el menor tiempo posible, el tiempo perdido y emprender la senda progresiva al desarrollo que le asegure un futuro promisorio al país y que permita el regreso de los venezolanos que tuvieron que abandonar su Patria.

Algo que caracteriza a la líder de “Vente Venezuela” es su integridad, su ejercicio ético de la política y su aversión a la corrupción. Esto molesta e incomoda extremadamente al régimen, que se sabe corrompido hasta los tuétanos; sin embargo, a pesar de las vejaciones, agresiones verbales, agresiones físicas inclusive, de haber sido víctima de una medida inconstitucional para sacarla de la asamblea y ahora de esta absurda medida administrativa de una institución que en vez de combatir la corrupción, galopante y grosera, se dedica a cercenar derechos políticos, por cierto en abierta extralimitación de sus funciones, aún con todo este bagaje de agresiones de que ha sido víctima, María Corina no ha perdido nunca la compostura, ni su condición de dama. Su educación y sus valores familiares, se lo impiden, algo que genera mucha envidia en el bando oficialista.

María Corina no se ha dejado corroer por el odio, ni tampoco la venganza es un arma de su inventario político; en ese sentido, su visión incluyente, su concepción de que en Venezuela cabemos todos, le permitirá sentarse a dialogar con sus verdugos de hoy, cuando la democracia, más temprano que tarde, retorne a nuestro país. Porque de algo está seguro el oficialismo y todos los venezolanos: esta joven mujer alcanzará un liderazgo indiscutido que le llevará a desempeñar las más altas responsabilidades de la nación. Capacidad, competencia, voluntad y principios, le sobran y eso lo sabemos todos.

La oposición va a tener que ser más creativa en como detener la ofensiva del gobierno contra nuestro liderazgo, o nos vamos a quedar sin conducción política. Hay que reactivar una estrategia de desobediencia civil de todos los factores que hoy adversan a este régimen oprobioso.

Miguel Méndez Rodulfo

Caracas, 15 de julio de 2015

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