Por Froilán Barrios
En momentos en que las
instituciones laborales y específicamente las sindicales han sido degradadas al
extremo, a tal punto que el Estado ha intentado postrarlas al servicio de una
fallida revolución, vale la pena actualizar los aniversarios que contribuyan a
restablecer las conquistas que trabajadores y sindicalistas fraguaron por el
logro de una mejor calidad de vida, en procura de la democracia y la libertad.
2016 comprende la celebración
de numerosos eventos significativos para la historia política y laboral de
nuestro país, ya que en 1936 se fundaron los primeros sindicatos petroleros en
el estado Zulia, así como se formó la primera central sindical de la CTV,
institución que cumplirá su 80 aniversario en diciembre y que nació durante la
gran huelga petrolera de1936 cuando se estableció un hito tanto para el mundo
del trabajo como para la democracia. Con tal notoriedad que Mariano Picón Salas
anunció nuestra entrada al siglo XX a partir de ese año.
Desde ese momento la irrupción
de los trabajadores como fuerza social en la urdimbre de nuestras
organizaciones sociales y políticas no se conformó solo con la legalización y
registro de sus sindicatos, gremios, y en la representación de sus afiliados,
sino que se orientó hacia el logro de mejores condiciones de vida mediante la
negociación colectiva.
Vaya que le costó sangre,
sudor y lágrimas. Desde la espontaneidad de la huelga petrolera de Mene Grande
en julio de 1925, cuando los trabajadores tuvieron su primer gran
enfrentamiento contra las transnacionales petroleras (pese a lo cual acordaron
2 bolívares de aumento) y las decenas de desaparecidos y asesinados hasta la
firma del primer contrato colectivo en junio de 1946, se creó un hilo conductor
al establecerse el derecho de definir en una mesa de diálogo las condiciones de
trabajo.
Esto no fue un regalo de las
transnacionales, pues según Lucena H. (1998), la Creole estaba a favor de la
firma de un convenio, pero no con sindicatos. Entre tanto, la Shell, la Mene
Grande Oil y otras compañías no compartían esa posición, que a la postre
resultó efectiva al convocar al gobierno a la firma del contrato colectivo que
duró desde junio de 1946 hasta diciembre de 1947.
A partir del restablecimiento
de la democracia en 1958 la contratación colectiva en Venezuela alcanzó su
máximo esplendor. En 1980 se dio la firma de miles de convenios y el
surgimiento de igual cantidad de sindicatos en todo el territorio nacional,
tanto en el sector público como en el privado. Se destaca que la mayor parte de
la negociación colectiva ocurrió en el sector público por el vínculo político
de partidos y sindicatos con el Estado y, por tanto, con el presidente de
turno.
Hoy esta institución laboral
se encuentra tristemente devaluada cuando uno observa a la vocería sindical
oficialista calificar de camarada al Estado patrono, al que no se le debe
trabar la gestión en función de la revolución, pues ello implica la
desaparición de esa conquista en la práctica. Ojalá las universidades, los
sindicatos, gremios, empleadores privados aprovechen este año 2016, mediante
foros y eventos, para rescatar este derecho consagrado en la Constitución y en
los convenios de la OIT.
10-02-16
http://www.el-nacional.com/froilan_barrios/anos-primer-contrato-colectivo-Venezuela_0_790721005.html

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